02 septiembre 2012
Hoy y Después en Valencia
ALFREDO FERMÍN
afermin@el-carabobeno.com
Don Eladio Alemán Sucre tenía al primero de septiembre como un día de suerte y de buenos augurios por lo cual instauró, en su familia y en sus trabajadores, una tradición para que ese día fuese recordado como el inicio de una empresa periodística que forjó, con esfuerzos y dedicación permanente, para darle a Valencia un diario que ha sido una de las grandes escuelas de Periodismo de nuestro país.
Aquí se iniciaron escritores de tanto lustre como Vicente Gerbasi, Enrique Bernardo Núñez, Ramón Díaz Sánchez, Otto De Sola, Pedro Francisco Lizardo y periodistas de fino estilo como Felipe Herrera Vial, Abelardo Raidi, Chepino Gerbasi y Cuto Lemache solo por nombrar gente de los primeros tiempos.
Contaba don Eladio, que El Carabobeño fue una aventura de juventud inspirada por principios de libertad de expresión, en un momento en el que el silencio impuso el gobierno del déspota Juan Vicente Gómez, que gobernó hasta su muerte en Maracay, en diciembre de 1935.
Don Eladio fue obligado a abandonar el país por haber publicado comentarios que el régimen consideró que iban dirigidos en su contra. Cuando regresó de Cuba, donde se había exiliado, se puso nuevamente al frente de El Carabobeño que, en ese entonces, quedaba muy cerca de la Catedral y de la panadería La Torre.
Un día primero
El dictador y su entorno habían dejado al país arrasado por lo cual no había dinero para publicidad en los periódicos. Hasta pensó volver a su antiguo oficio de tenedor de libros en el comercio local. Pero decidió esperar. Recordaba que, cuando el diario cumplió siete años, se presentó a la Redacción la escritora María Clemencia Camarán con botella de a litro de Anís El Mono, invitando a “echarse unos palos” para celebrar el aniversario y espantar la pava. Aquello fue el inicio de un parrandón pues las botellas de anís se multiplicaron y los músicos populares, que supieron del convite, se acercaron a tocar hasta que se cansaron.
Según contaba la escritora Margot Ramírez Travieso, respaldada por Felipe Herrera Vial, don Eladio, con su estilo reposado, prometió que, desde entonces, se reuniría con su familia y con sus amigos para celebrar que aquél día, en que comenzaron a enderezarse las cosas en El Carabobeño.
Don Eladio cumplió fielmente, hasta sus últimos días, la promesa por lo cual, cada primero de septiembre, venía con su esposa doña Clemencia con sus hijos y sus nietos a compartir con sus amigos y colaboradores un grato momento después del mediodía, aunque la gente llegaba temprano de la mañana y se sentaba a esperar como para una celebración religiosa.
Días memorables
Como lo ha recordado nuestra muy querida colega Alecia Franco de Ortega, en su hermosa columna del viernes, de esas celebraciones fueron memorables la de la inauguración de la sede en la avenida Soublette y la de los 50 años en el Country Club donde, en 1983, el presidente de la República, Luis Herrera Campíns le impuso, a don Eladio, la Orden del Libertador. El día anterior lo vimos conmovido cuando la Universidad de Carabobo le confirió el Doctorado Honoris Causa con el cual la ciudad le ratificó su gratitud por haberse dedicado a forjar un diario que - sin ninguna duda - fue concebido a imagen y semejanza de Valencia. Su hijo Eduardo Alemán Pérez, director de El Carabobeño, ha sido fiel a la tradición y, este año, ha delegado en su hijo Daniel Alemán Van Der Meer para que continúe la trayectoria con rumbo al centenario que se cumplirá en 2033. Con lo rápido que está pasando el tiempo no tardará mucho. Carlos Gardel sentenció que 20 años son nada.
Auténtica comida tradicional venezolana
Quedarán encantados con las empanada, arepitas dulces y arepas rellenas que ofrece, en el desayuno, Rosalía de Bolívar. Al mediodía se sirve un menú con sopa, seco y jugo por 40 bolívares con la misma sazón que tenía su cuñado Rubén Bolívar, en el restaurante Victoria de la avenida Bolívar. Asado negro, mondongo, pabellón, sancochos de costilla y de gallina y pasticho están entre los platos gloriosos de este rinconcito situado en la avenida Navas Spinola cruce con Carabobo, frente al Colegio Betania.
Silvia Bedeschi inaugurará el 30 de este mes, a las 11 de la mañana, una exposición de su obra reciente en la sala del restaurant Koyoka, en el Forum. La artista siguió estudios en la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena y en otras instituciones culturales donde se ha formado como pintora y escultora.
Nos vamos de vacaciones. Será hasta pronto.
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