política junto Henry Ramos Allup, valenciano para más señas, no tengan palabras de recuerdo por la Dra.
Henriqueta Peñalver Gómez, quien aunque nunca se inscribió en el partido es de la prosapia fundadora de
Acción Democrática, y en su casa se enconcharon muchísimos adecos en la dictadura de Pérez Jiménez y
a ella ni siquiera se le reconoce el difícil papel de ser antropóloga, historiadora de verdad y maestra de la
calidad de los que salían formados por Luis Beltrán Prieto Figueroa. Simón Alberto Consalvi si quisiera ser
justo mandaría a redactar una Biografía de las que él dirige para El Nacional, sobre la vida de esta gran
mujer que falleció por defender a Valencia y su patrimonio en el 2003. Además honrar honra y él vivió
enconchado en la casa de la Dra. peñalver, la de ella y sus hijos, no la de sus padres.
El Carabobeño 14 septiembre 2012
Antonio Ecarri Bolívar||AD 71 años: nueva visión y un camino
Este 13 de septiembre se conmemora el 71 aniversario del partido político que ha ganado cinco elecciones presidenciales y perdió dos por estrecho margen, una organización que pone su experiencia y todo su activismo a la causa de la salvación de la democracia venezolana, representada en la candidatura unitaria de Henrique Capriles Radonski. Eso sí, los militantes de AD lo hacemos sin emitir un cheque en blanco, porque tenemos diferencias y las aireamos, ya que esa es la esencia de la democracia y nada ni nadie nos chantajea para asumir un camino distinto. Eso es lo que, precisamente, nos distingue del totalitarismo que representa el Presidente saliente.
AD cumple 71 años con su casa repleta de jóvenes en toda Venezuela y ese es un dato que nos ha obligado a replantear las tesis del partido para “aggiornarlo” y ponerlo en sintonía con los nuevos tiempos. Un dato, solo uno, que demuestra la veracidad de la anterior afirmación del crecimiento juvenil de AD: de las cinco principales universidades autónomas de Venezuela (UCV, LUZ, UDO, UC y ULA) son tres jóvenes militantes de Acción Democrática los Presidentes de las Federaciones de Centros Universitarios de la UCV, de la del Zulia y de la Oriental. Eso nos llena de orgullo, habida cuenta del tradicional arraigo de la socialdemocracia en la juventud venezolana desde la “generación del 28” hasta nuestros días.
No hay que olvidar que fue uno de los fundadores de AD, Raúl Leoni, el Presidente de la Federación de Estudiantes que dirigió el proceso rebelde contra el oprobio del régimen gomecista, primera clarinada a favor de la democracia en Venezuela; y otro militante blanco, Héctor Pérez Marcano quien, como Presidente de la FCU de la UCV, lideró las luchas estudiantiles que coadyuvaron al derrocamiento de la dictadura perezjimenista.
El CEN de AD designó una Comisión de estudio y renovación de las tesis del partido para adecuarla a los nuevos tiempos, pues la socialdemocracia, que ha sido el aporte ideológico más importante en el desarrollo de los pueblos más avanzados del mundo, también debe ser revisada y deslastrada de sus imperfecciones, para presentarla a Venezuela, a América Latina y al resto del mundo, como una nueva esperanza de redención, habida cuenta de la crisis del neoliberalismo y el estruendoso fracaso del comunismo conculcador de libertades.
La socialdemocracia, como la democracia misma, tiene defectos que hay que corregir porque es perfectible y en eso estamos conscientes en el seno de AD, pero no significa que ese pensamiento haya descendido a los infiernos, sino que debe ser replanteado a partir del reconocimiento de sus falencias y errores. En efecto, el hecho de que el “Estado de Bienestar” esté en crisis por la mayor longevidad de la sociedad europea, que encarece significativamente el régimen de pensiones, no significa que debemos privilegiar al capital especulativo que es el verdadero origen de la crisis del capitalismo.
AD en sus 71 años, solo quiere reforzar la idea, a los venezolanos de las nuevas generaciones, de que es cierto lo afirmado por ese portentoso intelectual venezolano que es Francisco Suniaga cuando al comentar el libro de Gumersindo Rodríguez, Betancourt y la Siembra del Petróleo, afirma: “Este libro es muy útil para que sepan los venezolanos más jóvenes, ahora cuando la única opción que este régimen les ofrece es la supervivencia, que las cosas no siempre fueron como hoy se presentan.
Que no siempre Venezuela marchó al garete, deslizándose por el tobogán del desgobierno y la anarquía. Que hubo un sueño de una Venezuela grande y de todos, en buena medida hecho realidad. Y, lo más importante, que estén persuadidos de que retomar ese sueño es perfectamente posible”.
En AD retomamos el sueño de Betancourt y la generación de fundadores de la democracia y esa idea se la entregamos a las nuevas generaciones para que con Henrique Capriles podamos reconstituir la democracia, a partir de la educación de nuestro pueblo, no para construir el demagógico “hombre nuevo” del comunismo atrasado, sino la figura socialdemócrata del affluent worker del siglo XXI -el trabajador que alcanza el nivel de vida de las clases medias, su acceso a la cultura y la protección del Estado de bienestar- como antítesis del proletario miserable del siglo XIX y de principios del XX...
¡Hay un camino, manos a la obra!
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