06 septiembre 2012
Martha Barroeta || Taller de Fantasía
Cuánta vida en ¡79 años!
Amar a una ciudad como Valencia y compenetrarse con su historia, sus costumbres, sus valores, es enriquecer la vida de cualquiera de sus habitantes cuando éstos se entregan sin miramientos a intereses particulares.
Uno de esos hombres que amó a su ciudad, que se entregó a ella trabajando con tesón fue don Eladio Alemán Sucre. Para Valencia ha significado el hombre íntegro que se sumó al desarrollo en ascenso de su ciudad, entregándonos este gran diario que conocemos: El Carabobeño.
El Carabobeño ha representado un paso al frente en el desarrollo periodístico, tuvo un progreso vertical al igual que su ciudad, sumándose el corazón y la actividad de hombres y mujeres que han ofrendado su vida a la Valencia del Rey.
Han sido innumerables los cambios que se han producido desde su primera entrega, cuando se editaban muy pocos diarios.
Actualmente la tecnología ha influido considerablemente en la preparación, montaje y edición del rotativo, se considera la nueva sede como una de las más avanzadas de toda Latinoamérica, motivo que debe enorgullecernos de tan prestigiosa empresa.
Don Eladio fue un hombre inteligente, pensó en grande, en futuro, al iniciar casi sin herramienta alguna una compañía editora de tanta envergadura, convirtiéndose en el periódico regional más leído, más solicitado y el de mayor repunte nacional actualmente en el país.
Ya son varios los años en que El Carabobeño me ha brindado la oportunidad de distinguirme entre sus fieles columnistas y puedo decir con genuino sentimiento de bondad que es la deferencia que más brilla a mis ojos, mis ojos se bañan de luz y de melancolía.
Hoy te cae un año más, y te digo con cariño que te has metido en el corazón de todos los venezolanos: ¡Continúa con paso firme, con paso de vencedores!
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