Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

martes, 26 de marzo de 2013

Monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, manifestó su deseo de que las autoridades municipales y regionales trabajen de forma mancomunada para que la ciudad sea más bella, agradable, donde provoque vivir.

Notitarde 25/03/2013 
Arzobispo Del Prette, durante misa por aniversario 458 de la ciudad

Debemos evitar que Valencia sea “insufrible” como Caracas



Valencia, marzo 25 (Silmari Rivas Rubin).- Monseñor Reinaldo Del Prette, arzobispo de Valencia, manifestó su deseo de que las autoridades municipales y regionales trabajen de forma mancomunada para que la ciudad sea más bella, agradable, donde provoque vivir.

Monseñor presidió este lunes la eucaristía por el aniversario de la ciudad, que coincide con la celebración religiosa por la encarnación del Hijo de Dios en el seno de María: La Anunciación del Señor. La misa por los 458 años de Valencia se celebró en la catedral Nuestra Señora del Socorro.

Durante la homilía, el arzobispo manifestó que Valencia va hacía una ciudad agria, como lo es Caracas, donde los ciudadanos comienzan a arriesgarse la vida desde que salen a la calle, por el tráfico, la tensión. “Es verdaderamente insufrible muchas veces por el crecimiento desbordado”, apuntó, al referirse a la capital del país.

“La ciudad se vuelve agria cuando todo es problemas y nosotros vamos hacia una ciudad agria, como lo es Caracas, producto del crecimiento desbordado”, sostuvo. 

Recordó que Valencia fue en determinado momento una ciudad donde provocaba vivir. “Pero, yo creo, que en estos momentos nadie se quiere venir para acá. No permitamos que nuestra ciudad se ponga agria, sino por el contrario, dulce, eso es lo que necesitamos; pidámoselo a la Santísima Virgen María”.

Asimismo, apuntó que Valencia necesita de la contribución de sus habitantes, para que sea amable, vivible, donde todos se sientan bien y compartan comunitariamente. “La ciudad debe ser la prolongación de nuestro hogar”. También dijo que se necesitan espacios que se presten para esa convivencia, para ese compartir. 

Del Prette aprovechó la presencia de las autoridades locales, encabezadas por el alcalde Edgardo Parra, el edil Pablo Montoya, presidente del Concejo Municipal; y la diputada Flor García, presidenta del Consejo Legislativo de Carabobo, para manifestar que hay que poner voluntad a la ejecución de obras de vialidad.

Puntualizó que es necesario culminar el Metro para aminorar el problema de la vialidad y construir el túnel que conectará a los valles de Valencia y San Diego, así como consolidar los proyectos de grandes vías para descongestionar el distribuidor San Blas, de manera que no sea paso obligado para quienes viajen hacia los estados occidentales del país, para desviar todo ese tráfico desde Guacara, hasta la encrucijada de Campo Carabobo.

Dijo que el vertedero de La Guásima es otro problema que no se ha solucionado, donde se ha creado una subcultura de tristeza, hay mafias y hasta asesinatos por el control de los desechos: “Es una situación muy triste, muy penosa, la que se vive en ese rincón”.

Refirió que ahí están involucrados los otros municipios que conforman la Gran Valencia, los cuales de manera mancomunada deben buscar otra alternativa, mucho más moderna, para la disposición y reciclaje de la basura. “Se debe buscar un sistema moderno, como en las grandes ciudades. No tenemos que inventar la pólvora, lo que tenemos es que conocer cómo se hace en esas ciudades e implementarlo aquí”. 



Actos en la plaza Bolívar 

y Teatro Municipal 

Después de la misa, se llevó a cabo la colocación de la ofrenda floral ante el monolito del Libertador en la plaza Bolívar, por parte de representantes de la Alcaldía, Concejo Municipal, Consejo Legislativo, Contraloría, Fuerza Armada, Psuv, Policía Municipal y Fundasocial.

El alcalde Edgardo Parra resaltó que ahora no existe diferencia entre el norte y sur de Valencia porque su gestión se ha abocado a hacer una ciudad equitativa, a través de la inversión del 80% de los recursos en equipamiento del sur, rescate del centro y mantenimiento del norte. 

“Hemos dado una contribución fundamental para hacer una ciudad más vivible, más amigable, menos dividida, menos segregada”.

Luego del acto en la plaza Bolívar, las autoridades locales fueron al Teatro Municipal, donde presidieron la imposición de la Orden Ciudad de Valencia en primera y segunda clase a un grupo de personajes que ha contribuido con el desarrollo de la ciudad. El diputado (AN) Saúl Ortega ofreció el discurso de orden.

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