Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

viernes, 8 de marzo de 2013

Mucho se ha hablado estas últimas semanas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, el documento que regula el tiempo de sede vacante, un documento escrito por el beato Juan Pablo II en el año 1996 que es una síntesis del derecho precedente que se fue desarrollando a lo largo de los siglos.


Un repaso por la historia de los cónclaves
Desde el papa Símaco hasta Benedicto XVI
Por Rocío Lancho García
ROMA, 06 de marzo de 2013 (Zenit.org) - Mucho se ha hablado estas últimas semanas de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, el documento que regula el tiempo de sede vacante, un documento escrito por el beato Juan Pablo II en el año 1996 que es una síntesis del derecho precedente que se fue desarrollando a lo largo de los siglos. Son ya 265 los pontífices que han guiado la barca de Pedro durante la historia de la Iglesia. Pero la elección de un nuevo papa, lo que ahora conocemos como Cónclave, no siempre se hizo en el modo en el que tendrá lugar dentro de unos días en la Capilla Sixtina.
La primera referencia histórica que encontramos sobre la elección del papa se remonta al año 499 con el papa Símaco en el documento Si quis, que establece que cualquier clérigo que intentara buscar votos para un sucesor al papado todavía en vida del pontífice, o si hiciera consultas con tal fin, sería depuesto. Establece también que el papa podía elegir un sucesor.
Alejandro III en 1179 en Licet de vitanda, el cánon que prescribe para la validez de la elección papal los dos tercios de los votos de los cardenales (de los tres órdenes, no sólo cardenales del orden de los obispos), a los cuales les correspondía de forma exclusiva el derecho de elección. Inocencio III en 1215 escribió la Compilationes Antiquae, ya que en la elección de los obispos por parte de los canónigos se puede encargar una comisión, en analogía se puede hacer también en la elección pontificia. Inocencio IV en 1245 con elDecreto Quia frequenter establece que los cardenales deben esperar la llegada de todos antes de comenzar las votaciones. Quien abandona el cónclave pierde el derecho al voto. El elegido debe reunir 2/3 de los votos pero ninguno debe elegirse a sí mismo.
Fue Gregorio X en 1274 en la Ubi periculum quien marca que los electores deben reunirse con un solo acompañante, diez días después de la muerte del papa y en el mismo edificio donde haya muerto el pontífice. Deben vivir juntos en una sala común y sin contacto con el exterior (cerrados cum clave). Tampoco pueden comunicarse con el exterior por escrito bajo pena de excomunión y estarán prácticamente en ayuno.
En el siglo XIV, Clemente V en la Ne Romani estipula que todos los cardenales tienen derecho a participar en el cónclave, se suspenden todas las penas eventuales. Durante la sede vacante, los cardenales no tienen ninguna jurisdicción, no pueden modificar las constituciones de Gregorio X. Se deben reunir en la sede de la curia y no pueden abandonar el cónclave. El camarlengo y el penintenciario son los encargados de las gestiones durante este periodo.
Clemente VII en 1351 con la Licet in constitutione dispone mejoras para el hospedaje de los cardenales en el cónclave (ya no tendrán que compartir una sala en común). Habrá una persona encargada de impedir que los cardenales abandonen el cónclave. Gregorio XI, 1377, con el decreto Periculis et detrimentis establece que es suficiente la mayoría simple en el próximo cónclave y los cardenales se pueden reunir donde les sea más cómodo.
Julio II en 1505 emite el decreto Cum tam divino en el que se marca que una elección del pontífice hecho con simonía (compraventa de bienes espirituales) será inválida. A los culpables se les podrán imponer penas canónicas severas y los cardenales están autorizados para convocar un concilio y proceder después a una nueva elección.
Pablo IV en 1558 prohíbe negociar un posible sucesor. Pocos años después en 1562, Pío V establece que en los primeros días aún no se puede votar y aprueba la elección per accessum (si después del escrutinio no hay ningún candidato que obtenga la mayoría necesaria de 2/3, cardenales particulares o grupos de cardenales pueden acceder al candidato más votado. Después Pío X abolió esta forma de proceder e introdujo la segunda votación por la mañana y por la tarde. Fue Sixto V en 1586 quien fijó el número de cardenales en 70 (6 cardenales obispos, 50 cardenales presbíteros y 14 cardenales diáconos).
En 1621, fue Gregorio XV el que hizo desaparecer la figura del "cardenal nipote" (el papa creaba cardenal a un pariente suyo). El hecho de que los cardenales mayores de 80 años no puedan entrar en el cónclave se remonta sólo a1970, ordenado por el papa Pablo VI.
La conocida como la casa de Santa Marta fue ideada por Juan Pablo II en 1996 con laUniversi Dominici Gregis, para acoger a los cardenales electores durante el cónclave, el lugar donde alojarse y poder estar incomunicados durante los días que duren las votaciones.
Las dos modificaciones posteriores son de Benedicto XVI, con un primer motu proprio en 2007 que establece que la mayoría debe ser siempre de 2/3 y el reciente del 22 de febrero por el que los cardenales podrían iniciar el cónclave antes de los 15 días establecidos, siempre y cuando todos los cardenales electores estén presentes en Roma.  


Las vestimentas del papa, el zapatero peruano y los artesanos de Jalisco
Listas las sotanas del futuro papa, expuestas en un escaparate en el centro de Roma
Por H. Sergio Mora
ROMA, 06 de marzo de 2013 (Zenit.org) - En el centro histórico de Roma, a pocos pasos del Panteón romano, se encuentra una nueva atracción para los turistas y quienes por allí pasan. Es el escaparate de una tienda, la Sastrería Eclesiástica Gammarelli, donde está expuesta la sotana blanca que usará el futuro papa en su primera salida pública. En realidad hay tres en la vitrina, en tallas grande, media y pequeña para aproximarse lo más posible a las medidas del futuro pontífice.
Lorenzo Bulgarelli, de la sastrería de familia le dijo a ZENIT: “Será la única vestimenta que llevará el futuro papa que no sea hecha a medida”.
Está realizada en lana blanca, y la faja siempre blanca, que claramente aún no tiene bordado el escudo pontificio.
El hábito además lleva la mozzetta, o sea la esclavina o capa que cubre los hombros, de terciopelo rojo, con un borde de piel blanca, teóricamente de armiño, si bien el representante de la sastrería no confirma ni siquiera que sea verdadera piel, indicando que es un "secreto de confección".
Están además en vitrina los zapatos rojos, un solo par, aunque nos explican que los tienen de diversas medidas. Fueron confeccionados por el artesano Adriano Stefanelli, de la ciudad italiana de Novara. Y el solideo, también en tres tamaños.
El color rojo simboliza la disponibilidad de derramar la sangre por Cristo y los zapatos del mismo color la sangre que los mártires derramaron en el suelo de Roma. El hábito papal es color blanco, porque como recordó el diario vaticano L'Osservatore Romano, según una leyenda muy difundida en el mismo 1700, en el momento del martirio de san Fabiano, papa del 236 al 250, habría aparecido una paloma blanca.
En la historia de los zapatos de los papas entra también un peruano, Antonio Arellano. Benedicto XVI usó al menos un par de zapatos hechos por el latinoamericano inmigrante en Roma, que tiene una pequeña reparadora de zapatos a dos pasos del Vaticano, en Borgo Pío.
Arellano indicó que el cardenal Ratzinger le llevaba sus zapatos a reparar como común mortal. Y que satisfecho de su trabajo el purpurado le encargó un primer par a medida. Posteriormente cuando ya era papa, Arellano habiendo conservado la medida, le confeccionó los mocasines rojos, los mismos que Benedicto XVI usó en la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II; hace casi dos años atrás.
Para no hablar de los artesanos de Jalisco que el año pasado le regalaron a Benedicto XVI un par durante su visita apostólica a México, los cuales indicó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi “los aprecia mucho porque son muy cómodos”. Además siendo de color marrón tienen un futuro garantizado, pues el papa emérito ya no podrá usar los rojos del "uniforme de pontífice".
Las sotanas en tres tallas serán entregadas antes del cónclave y después “deberán arreglárselas en el Vaticano, porque apenas elegido el futuro papa, nosotros no podemos entrar y serán los sastres que allí se encuentren quienes hagan los últimos retoques”.
El representante de la Gammarelli indica que ellos fueron elegidos “por la buena calidad de las sotanas”. Y precisa que son tan buenas “que más de una vez un eclesiástico nos trajo para reparar una vestimenta comprada veinticinco años antes y a la que tuvimos solamente que cambiar algunos botones o pequeños arreglos, porque la confección y tela estaban en buen estado”.
“Lo más difícil es confeccionar la parte del cuello --indica Bulgarelli- porque tiene que adherir bien y ser cómodo. Los botones son hechos a mano y los ojales bordados”.
Sobre el precio no nos dice nada, aunque vemos que para los productos normales, sotanas,clergyman, etc. los precios están relativamente en la norma.
El actual titular, Lorenzo Gammarelli, es la sexta generación de la familia propietaria de la histórica sastrería eclesiástica “Annibale Gammarelli”, fundada en 1789. “Hay una séptima generación, que son aún niños, o sea no sabemos qué elegirán en su futuro”, indicó nuestro entrevistado, explicando la continuidad de la sastrería de familia.
Delante del negocio se acercan los pasantes y turistas, atraídos por la presencia de las telecámaras de televisiones de los países más diversos.

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