El Papa pide una estrategia extraordinaria y valiente a favor de las familias
En su mensaje al Festival de la Familia Francisco explica que las familias necesitan una ayuda apropiada por parte de los organismos públicos y de las empresas en una óptica de mutua colaboración
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 05 de diciembre de 2014 (Zenit.org) - El futuro de la humanidad pasa a través de la familia y por tanto es necesario permitirle jugar el papel que le corresponde. Por esta razón las familias necesitan una ayuda apropiada por parte de los organismos públicos y de las empresas, en una óptica de mutua colaboración. La situación demográfica es preocupante y por eso se requiere una estrategia extraordinaria y valiente a favor de las familias. Además, es necesario hacer que la mujer no esté, por exigencias económicas, obligada a un trabajo demasiado duro y a un horario demasiado pesado, que se añade a todas sus responsabilidades de conductora de la casa y de educadora de los hijos. Pero sobre todo es necesario considerar que los compromisos de la mujer constituyen también una contribución incomparable a la vida y al futuro de la sociedad.
Estas son las ideas que el santo padre Francisco ha desarrollado durante su mensaje a los participantes de Festival de la familia, que se celebra en Riva de Garda, sobre “El ecosistema, vida y trabajo. Ocupación femenina y natalidad, bienestar y crecimiento económico”.
El Pontífice ha precisado que no es suficiente confirmar la importancia de las familias y afirmar sus derechos: “es necesario considerar concretamente cómo pueden articularse las tareas de la familia y las de la sociedad, en particular, en lo que respecta a las relaciones entre vida profesional y vida familiar”.
Además, ha recordado que la familia tiene una misión que le es propia, al servicio de sus miembros, del propio desarrollo, de la vida; “tiene derechos y por tanto necesita apoyos y garantías para poder ejercitarlos”. Por otro parte, tal y como ha indicado el Papa, la familia también tiene deberes con la sociedad, “debe ofrecer su colaboración al servicio de la comunidad”.
Precisamente por el compromiso y la responsabilidad que requiere traer al mundo y educar a los hijos, “las familias necesitan una ayuda apropiada por parte de los organismos públicos y de las empresas, en una óptica de mutua colaboración”, ha explicado el Pontífice. Además, ha señalado que la preocupante situación demográfica requiere, por parte de todos los sujetos interesados, una estrategia extraordinaria y valiente a favor de la familia. “De aquí puede iniciar una recuperación económica para el país”, ha afirmado. Asimismo, en esta perspectiva debe ser reconsiderado y resuelto también el drama de la desocupación juvenil según el Santo Padre.
Pensando en la elaboración de las políticas familias, el pontífice argentino ha manifestado que la ayuda debe ser ofrecida a las más desfavorecidas en el plano material y moral. En particular, el Papa ha subrayado la necesidad de poner atención a la ocupación femenina. “Muchas mujeres sienten la necesidad de ser mejor reconocidas en sus derechos, en el valor de las tareas que desarrollan habitualmente en los distintos sectores de la vida social y profesional, en sus aspiraciones en el seno de la familia y la sociedad”, ha explicado Francisco.
Por eso, ha precisado que es necesario hacer que la mujer no esté, por exigencias económicas, obligada a un trabajo demasiado duro y a un horario demasiado pesado, que se añade a todas sus responsabilidades de conductora de la casa y de educadora de los hijos. Pero sobre todo --ha añadido-- “es necesario considerar que los compromisos de la mujer, en todos los niveles de la vida familiar, constituyen también una contribución incomparable a la vida y al futuro de la sociedad”.
Estas son las ideas que el santo padre Francisco ha desarrollado durante su mensaje a los participantes de Festival de la familia, que se celebra en Riva de Garda, sobre “El ecosistema, vida y trabajo. Ocupación femenina y natalidad, bienestar y crecimiento económico”.
El Pontífice ha precisado que no es suficiente confirmar la importancia de las familias y afirmar sus derechos: “es necesario considerar concretamente cómo pueden articularse las tareas de la familia y las de la sociedad, en particular, en lo que respecta a las relaciones entre vida profesional y vida familiar”.
Además, ha recordado que la familia tiene una misión que le es propia, al servicio de sus miembros, del propio desarrollo, de la vida; “tiene derechos y por tanto necesita apoyos y garantías para poder ejercitarlos”. Por otro parte, tal y como ha indicado el Papa, la familia también tiene deberes con la sociedad, “debe ofrecer su colaboración al servicio de la comunidad”.
Precisamente por el compromiso y la responsabilidad que requiere traer al mundo y educar a los hijos, “las familias necesitan una ayuda apropiada por parte de los organismos públicos y de las empresas, en una óptica de mutua colaboración”, ha explicado el Pontífice. Además, ha señalado que la preocupante situación demográfica requiere, por parte de todos los sujetos interesados, una estrategia extraordinaria y valiente a favor de la familia. “De aquí puede iniciar una recuperación económica para el país”, ha afirmado. Asimismo, en esta perspectiva debe ser reconsiderado y resuelto también el drama de la desocupación juvenil según el Santo Padre.
Pensando en la elaboración de las políticas familias, el pontífice argentino ha manifestado que la ayuda debe ser ofrecida a las más desfavorecidas en el plano material y moral. En particular, el Papa ha subrayado la necesidad de poner atención a la ocupación femenina. “Muchas mujeres sienten la necesidad de ser mejor reconocidas en sus derechos, en el valor de las tareas que desarrollan habitualmente en los distintos sectores de la vida social y profesional, en sus aspiraciones en el seno de la familia y la sociedad”, ha explicado Francisco.
Por eso, ha precisado que es necesario hacer que la mujer no esté, por exigencias económicas, obligada a un trabajo demasiado duro y a un horario demasiado pesado, que se añade a todas sus responsabilidades de conductora de la casa y de educadora de los hijos. Pero sobre todo --ha añadido-- “es necesario considerar que los compromisos de la mujer, en todos los niveles de la vida familiar, constituyen también una contribución incomparable a la vida y al futuro de la sociedad”.
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