El cronista de Puerto Cabello
MIGUEL AZPÚRUA | EL UNIVERSAL
martes 12 de enero de 2016 12:00 AM
Sé que a muchos lectores les sorprenderá conocer el lugar de nacimiento del ilustre cronista de la ciudad de Puerto Cabello, don Miguel Elías Dao; pues, bien, nuestro admirado y recordado amigo nació en Tucacas, antiguo Distrito Silva, estado Falcón; vino al mundo el 12 de diciembre de 1918. Hijo de Miguel Dao y de doña Janda de Dao, de origen libanés, que provenientes de Curazao se establecieron en el puerto del Golfo Triste falconiano, desempeñándose como "marchantes", o sea, vendedores de telas y vestuario por cuotas a la población tucaqueña. Luego de cursar en la escuela local la educación primaria fue enviado a estudiar a Puerto Cabello -ciudad que se convertiría en la razón de su vida-, en el Colegio La Salle, donde por diversas circunstancias -especialmente económicas- no pudo concluir el bachillerato, especialmente por su actividad política cuando militaba en el Movimiento de Organización Venezolana, "ORVE", antecedente histórico del partido "Acción Democrática".
Comienza su trashumancia por 1937, luego del decreto del presidente Eleazar López Contreras disolviendo los partidos "de izquierda"; los miembros de ORVE se integran al Partido Democrático Nacional (PDN), que pretendía aglutinar las fuerzas políticas "progresistas", sumándose el Partido Republicano Progresista (PRP), Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV, partido político), Frente Obrero, Frente Nacional de Trabajadores y el Bloque Nacional Democrático (BND) de Maracaibo; el gobernador del Distrito Federal, general Elbano Mibelli, negó la legalización del PDN. Miguel Elías Dao consigue una beca del Gobierno, por medio de un compadre del doctor Julio García Álvarez, ministro de Sanidad y Asistencia Social, para formarse como técnico en Salubridad Pública, siendo asignado a la población de Río Chico, estado Miranda; coincidiendo con Alberto Ravell en Barlovento -a quien siempre consideró su mentor-; recorre y reside en unión del valeroso yaracuyano, Higuerote, El Guapo, Cúpira y Machurucuto.
Por su amistad con Ravell -quien venía de sufrir encarcelamiento en el mal llamado "Castillo Libertador", cuyo nombre real es Castillo de San Felipe-, durante 12 años se establece en San Felipe como encargado del Departamento de Estadísticas de la Unidad Sanitaria local. Allí completa su educación secundaria en la sección nocturna del Liceo "Padre Delgado", y realizó su primera incursión dentro del periodismo; en 1944 es trasladado a Puerto Cabello, de donde no se irá en vida jamás. Se imbrica en los movimientos culturales de la ciudad porteña, se convierte en corresponsal de varios diarios capitalinos, y dirige el semanario "Avanzada" y la "Revista Turística"; el 17 de octubre de 1968, el Concejo Municipal de Puerto Cabello lo designa Cronista Oficial de Puerto Cabello, cargo que ejercerá con rectitud, honorabilidad, responsabilidad y profesionalismo, durante 38 años ininterrumpidos. El cronista anterior fue el escritor porteño don Ramón Díaz Sánchez. Despachaba en una modesta oficina de lo que había sido la sede de la Compañía Guipuzcoana en Puerto Cabello -hoy Biblioteca Pública "Miguel Elías Dao" -, donde impartía su especial magisterio a cualquier persona que lo solicitase; recuerdo cuando en 1997 me llamó para informarme -muy complacido- que el diario "El Carabobeño", le pagaría honorarios por sus escritos en el medio de más prestigio en Carabobo. Lo felicité y le prometí una visita a su hogar que compartía con su señora esposa, doña Beatriz Viale Rigo.
Su bibliografía es muy extensa, pasa de 50 publicaciones, destacan por su importancia y trascendencia, los siguientes trabajos históricos: "El último bastión de Castilla", sobre la toma de Puerto Cabello por las tropas patriotas en 1823; "Puerto Cabello y Curazao"; "Diálogo de los muros", sobre la historia del Castillo de San Felipe, mal llamado "Libertador", repetimos; "El negro que le dio la espalda a la gloria", relato sobre un esclavo traidor; "Papeles viejos para gente nueva", crónicas de Puerto Cabello de ayer; "El mirador de Solano",relática sobre el famoso fortín "Solano"; "Puerto Cabello en la ruta de los tiempos", anécdotas y vivencias de personajes vinculados con el puerto;"Morón: panorama histórico", la historia de la fundación de esta población de encrucijada; "Lope de Aguirre en Borburata", el paso del marañón vizcaíno por esa población; "Bartolomé Salom, en bronce de eternidad"; "Puerto Cabello, pinceladas históricas", su amor por esta noble ciudad; "Mártires de la libertad americana"; "Crónicas porteñas"; y paremos de reseñar. Su libro postrimero fue un homenaje a Alberto Ravell Cariño, que tituló "Alberto Ravell, apóstol de la dignidad". Miguel Elías Dao fue un ciudadano ejemplar, cultivador de la amistad en grado sumo, fue premiado en vida por la Cámara Municipal como "Hijo Ilustre de Puerto Cabello". Luis Alfonso Pino lo describió en su libro "Miguel Elías Dao, el guardián del tiempo".
Falleció el 07 de enero de 2009, multitud de personas lo acompañaron hasta la última morada; se declararon 3 días de luto oficial en todo el territorio carabobeño. Su esposa lo despidió con esta frase: "Hasta siempre".
miguelazpurua@hotmail.com
Comienza su trashumancia por 1937, luego del decreto del presidente Eleazar López Contreras disolviendo los partidos "de izquierda"; los miembros de ORVE se integran al Partido Democrático Nacional (PDN), que pretendía aglutinar las fuerzas políticas "progresistas", sumándose el Partido Republicano Progresista (PRP), Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV, partido político), Frente Obrero, Frente Nacional de Trabajadores y el Bloque Nacional Democrático (BND) de Maracaibo; el gobernador del Distrito Federal, general Elbano Mibelli, negó la legalización del PDN. Miguel Elías Dao consigue una beca del Gobierno, por medio de un compadre del doctor Julio García Álvarez, ministro de Sanidad y Asistencia Social, para formarse como técnico en Salubridad Pública, siendo asignado a la población de Río Chico, estado Miranda; coincidiendo con Alberto Ravell en Barlovento -a quien siempre consideró su mentor-; recorre y reside en unión del valeroso yaracuyano, Higuerote, El Guapo, Cúpira y Machurucuto.
Por su amistad con Ravell -quien venía de sufrir encarcelamiento en el mal llamado "Castillo Libertador", cuyo nombre real es Castillo de San Felipe-, durante 12 años se establece en San Felipe como encargado del Departamento de Estadísticas de la Unidad Sanitaria local. Allí completa su educación secundaria en la sección nocturna del Liceo "Padre Delgado", y realizó su primera incursión dentro del periodismo; en 1944 es trasladado a Puerto Cabello, de donde no se irá en vida jamás. Se imbrica en los movimientos culturales de la ciudad porteña, se convierte en corresponsal de varios diarios capitalinos, y dirige el semanario "Avanzada" y la "Revista Turística"; el 17 de octubre de 1968, el Concejo Municipal de Puerto Cabello lo designa Cronista Oficial de Puerto Cabello, cargo que ejercerá con rectitud, honorabilidad, responsabilidad y profesionalismo, durante 38 años ininterrumpidos. El cronista anterior fue el escritor porteño don Ramón Díaz Sánchez. Despachaba en una modesta oficina de lo que había sido la sede de la Compañía Guipuzcoana en Puerto Cabello -hoy Biblioteca Pública "Miguel Elías Dao" -, donde impartía su especial magisterio a cualquier persona que lo solicitase; recuerdo cuando en 1997 me llamó para informarme -muy complacido- que el diario "El Carabobeño", le pagaría honorarios por sus escritos en el medio de más prestigio en Carabobo. Lo felicité y le prometí una visita a su hogar que compartía con su señora esposa, doña Beatriz Viale Rigo.
Su bibliografía es muy extensa, pasa de 50 publicaciones, destacan por su importancia y trascendencia, los siguientes trabajos históricos: "El último bastión de Castilla", sobre la toma de Puerto Cabello por las tropas patriotas en 1823; "Puerto Cabello y Curazao"; "Diálogo de los muros", sobre la historia del Castillo de San Felipe, mal llamado "Libertador", repetimos; "El negro que le dio la espalda a la gloria", relato sobre un esclavo traidor; "Papeles viejos para gente nueva", crónicas de Puerto Cabello de ayer; "El mirador de Solano",relática sobre el famoso fortín "Solano"; "Puerto Cabello en la ruta de los tiempos", anécdotas y vivencias de personajes vinculados con el puerto;"Morón: panorama histórico", la historia de la fundación de esta población de encrucijada; "Lope de Aguirre en Borburata", el paso del marañón vizcaíno por esa población; "Bartolomé Salom, en bronce de eternidad"; "Puerto Cabello, pinceladas históricas", su amor por esta noble ciudad; "Mártires de la libertad americana"; "Crónicas porteñas"; y paremos de reseñar. Su libro postrimero fue un homenaje a Alberto Ravell Cariño, que tituló "Alberto Ravell, apóstol de la dignidad". Miguel Elías Dao fue un ciudadano ejemplar, cultivador de la amistad en grado sumo, fue premiado en vida por la Cámara Municipal como "Hijo Ilustre de Puerto Cabello". Luis Alfonso Pino lo describió en su libro "Miguel Elías Dao, el guardián del tiempo".
Falleció el 07 de enero de 2009, multitud de personas lo acompañaron hasta la última morada; se declararon 3 días de luto oficial en todo el territorio carabobeño. Su esposa lo despidió con esta frase: "Hasta siempre".
miguelazpurua@hotmail.com
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