Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

domingo, 11 de mayo de 2014

El 3 de mayo se celebró el “Día Internacional de la Libertad de Prensa”, proclamado en 1993 por la Asamblea General de Naciones Unidas, a través de la Resolución 48/432 del 20 de diciembre. Fue instaurado en conmemoración de la declaración de Windhoek, documento que contiene principios sobre la defensa de la libertad de prensa, redactado en 1991 durante una reunión de periodistas africanos, como dije antes, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO).

El Carabobeño 08 mayo 2014

María Auxiliadora Dubuc || Persecución y censura en Venezuela

El 3 de mayo se celebró el “Día Internacional de la Libertad de Prensa”, proclamado en 1993 por la Asamblea General de Naciones Unidas, a través de la Resolución 48/432 del 20 de diciembre. Fue instaurado en conmemoración de la declaración de Windhoek, documento que contiene principios sobre la defensa de la libertad de prensa, redactado en 1991 durante una reunión de periodistas africanos, como dije antes, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO). En esta declaración entonces se reconoce mundialmente a la prensa libre, plural e independiente, como piedra angular de toda sociedad democrática. Porque son los medios de comunicación social, quienes le permiten a la sociedad civil la oportunidad de expresarse para concretar las transformaciones sociales y políticas que se requieren, todo ello además de garantizar la participación real de la gente a través de la expresión libre de sus opiniones y críticas en la construcción de su futuro y de su realidad.
La situación en Venezuela en este sentido, es en realidad preocupante, a decir de la SIP, lo que ocurre en nuestro país reviste carácter de urgencia, dado el cierre de muchos periódicos y las dificultades que muestran otros para operar, tanto ha sido así, que muchas organizaciones internacionales dado el clamor de periodistas y medios venezolanos, se han solidarizado al punto, de enviar papel e insumos para aplacar en algo esta crisis que nos agobia.
Igualmente el Colegio Nacional de Periodistas se pronuncia emitiendo un comunicado a través del cual expresa claramente su postura con relación a lo que ocurre en el país con la libertad de expresión, rechazan la persecución laboral a periodistas y el afán del Gobierno de censurar la información. Por si fuera poco, apuntan que los periodistas y comunicadores sociales viven una etapa de indefensión, persecución y agresión por parte del Estado, con la finalidad de ocultar la verdad.
Lo cierto es que en Venezuela, hoy en día, no podemos hablar de libertad de prensa, pues operativamente se hace cuesta arriba la impresión de periódicos y revistas ya que todos los días se agudiza aún más, la amenaza cierta debido a la falta de divisas para la adquisición de papel e insumos necesarios para la impresión. Todo lo cual dificulta su expedición, generando así la crisis que hoy vivimos y el peligro latente del cierre inminente de estas empresas, poniendo en peligro el empleo de miles de trabajadores, pero más allá de eso, algo más grave aún, poniendo en peligro la libertad de información a la que todos como ciudadanos en una democracia tenemos derecho. La libertad de prensa es además un derecho humano consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos que declara:
Es así como los dueños de medios impresos han tenido que verse en la triste obligación de reducir el número de sus páginas como un paliativo para lograr economizar el papel y los insumos requeridos para sus publicaciones con la esperanza que el problema de las divisas se resuelva a corto plazo y todo regrese a la normalidad. Por otro lado, tenemos el tema de la persecución, el derecho a la información veraz y el derecho a disentir. Éstas son libertades garantizadas además en el marco constitucional, pero en lo que va de año aquí en Venezuela, 190 trabajadores de la prensa han sido agredidos por parte de colectivos amados en ataques despiadados, en los que despojan a periodistas de sus armas, cámaras y equipos.
Por si fuera poco, además de detenciones y agresiones de toda índole, la censura y descalificación de periodistas por parte de voceros del Gobierno Nacional, a Ismael Cala y a Shirley Varnagy de Globovisón, que culminó con la renuncia de esta última a su trabajo, todo ello sin tomar en cuenta los últimos acontecimientos de esta semana: los allanamientos a “Un Mundo sin Mordaza” y “Reporte Confidencial”.
Los medios de comunicación en general, tienen la tarea y la obligación de transmitir información de todo tipo e igualmente todas aquellas opiniones sobre asuntos de interés general que el público tiene derecho a recibir y valorar de manera autónoma. Un Estado democrático debe impulsar y velar para que el pluralismo informativo y la información veraz lleguen a toda la población, para que el flujo de información y opinión que se trasmita esté regido por los principios de equidad e igualdad.
La jurisprudencia internacional y la doctrina vienen reiterando que la existencia de medios libres, independientes, vigorosos, pluralistas y diversos, son esenciales para el adecuado funcionamiento de una sociedad democrática. Los ciudadanos debemos entender que la censura es dictadura, que esta situación de violencia e impunidad resulta insostenible y que todos tenemos el derecho a expresarnos y a disentir, sencillamente porque es un derecho humano fundamental, por eso estamos en la obligación de implantar, defender, promover el derecho a la libertad de expresión, en esta lucha por el rescate de los valores y principios fundamentales y la democracia en nuestro país.

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