Cronista es el escritor que recopila y redacta hechos históricos o de actualidad. Hasta la época de la Ilustración era un equivalente de historiador, y ocupaba un cargo oficial para desempeñar estas funciones.El término cronista comenzó a utilizarse más a menudo para designar al autor de relatos contemporáneos. A la par que se desarrolló la historia como ciencia, y con un objetivo que es a la vez narrar y explicar el pasado, el cronista pasó a ser el simple relator de hechos desnudos, recopilador de fuentes o escritor costumbrista, sobre todo cuando se utiliza su función de cronista local (para el Madrid del Romanticismo, Ramón de Mesonero Romanos).
Indocencias
A finales del siglo XIX, con el desarrollo del periodismo popular, el de cronista se convirtió en un oficio con pautas cada vez más claras y específicas. En los diarios modernos, es el que va en busca de las noticias y las redacta sin aditamentos como pudieran ser las opiniones, análisis, párrafos valorativos, que deben estar ausentes de las crónicas. Los diarios estadounidenses, especialmente, fijaron normas para su redacción. La concisión y precisión del relato fueron desde entonces requerimientos básicos para la tarea del cronista. De acuerdo con los manuales de redacción de los primeros grandes diarios americanos y europeos, el cronista debe exponer en el primer párrafo qué ocurrió, cuándo ocurrió, dónde ocurrió, cómo ocurrió, y, si es posible hacerlo de forma inmediata y sin incluir reflexión u opinión, por qué ocurrió. El resto de la crónica será una ampliación del breve relato inicial, en orden decreciente de importancia. Los cronistas aportan el material básico de los periódicos, pero no son por eso los periodistas menos calificados. El trabajo del cronista es altamente valorado por la capacidad de captación de lo más importante o novedoso en un suceso y de los detalles que resulten significativos o emocionalmente impactantes (el interés humano).El nombramiento de cronista oficial suele recaer sobre personas que se han distinguido en su labor de estudio, investigación y difusión de temáticas relacionadas con la población y debe producirse por acuerdo de la Corporación municipal (ayuntamiento) en sesión plenaria (ordinaria o extraordinaria). El nombramiento se ha asentado históricamente en los principios esenciales del carácter honorífico, no retribuido y vitalicio del cargo y, además, conllevaba el nombramiento como concejal honorario de la localidad.
Las tareas de los cronistas en sus respectivas poblaciones son muy diversas y salvo en aquellas poblaciones que tienen su reglamentación, se puede decir que cada cronista elige las tareas más adecuadas con las que considera que sirve mejor a su población. Sin embargo, es necesario aducir, que el cargo de cronista oficial en puridad no comporta ninguna obligación dado su carácter no remunerado, no obstante las numerosas actividades y trabajos que vienen realizando los cronistas oficiales españoles.
El cronista oficial y los estudios históricos de las poblaciones representadas
Aunque los estudios referentes a la historia de nuestras poblaciones no es una de las funciones inherentes al cargo de cronista oficial, sí que es bien cierto que en la mayoría de los pueblos españoles el cronista de la localidad ha asumidoaltruistamente y con evidentes muestras de un gran rigor científico.
En el pasado se han elaborado grandes teorías históricas globales que posteriormente no nos han mostrado el verdadero dibujo del inmenso puzzle que completa la Historia. Y, cada vez más, la Historia se nos presenta así, como un inmenso puzzle que hemos de ir recomponiendo con mucho trabajo, pieza a pieza, de lo pequeño a lo grande. Y, quizás también, de la suma de estas piezas que son las múltiples realidades históricas locales, se podrán elaborar posteriormente realidadeshistóricas generales.
Jaume Bru i Vidal, eminente historiador, poeta, premio de las Letras Valencianas, cronista oficial de Valencia y Sagunto, decía en la introducción de un libro y referente al estudio de la Historia y el cronista: “Para quien ha vivido su vida dedicado al estudio y a la investigación, dentro de un mundo en el que predomina el materialismo más exacerbado, y en el que las actividades intelectuales son pretéritas, cuando no ignoradas – y, tal vez, en más de una ocasión, hasta despreciadas – siempre resulta reconfortante encontrar personas que, sin el deseo de recompensa material alguna, trabajan calladamente, sin más ambición que la de dejar a sus contemporáneos y a las generaciones futuras el fruto de los conocimientos adquiridos”.
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Serenos
José Joaquín Burgos. Cronista de Valencia
Días gratos han sido estos. Muy gratos. Cercanos al cumpleaños de la ciudad, a la Semana Santa o Mayor, o de la Conciencia, según quiera sentirse o vivirse. Pero lo cierto es que en medio del reseco verano del que se ausentaron hasta las cabañuelas, brotan increíbles, inesperados retoños y los días vienen y se van impregnados de música, de palabras olorosas a paz, a cariño, a vecindad poblada de recuerdos y de sueños hermosos… Algo pasa, algo muy diferente a lo que pasó alguna vez en la Dinamarca del Hamlet Shakespereano. Hay cosas que hieden, es cierto, pero en el ambiente hay muchas otras olorosas, hermosas, agradables y esperanzadoras. Así, por ejemplo, la voz fraterna de Rafael Tortolero llega por el teléfono y derrama su alegre sorpresa: a nuestra amiga Nathali Linarez, doctora especializada en medicina quántica a quienes sus pacientes llaman cariñosamente “madrecita”, los integrantes del Movimiento Social Comunitario PEDRO CAMEJO 200 la han nombrado, por unanimidad, Directora, es decir, jefe del movimiento. Una reina señorial, joven, brillante, sin duda… Abrazos, querida y admirada doctora…
Un día después, la Academia de la Lengua (de Carabobo) me recibe, y quien responde a mi modestísimo discurso es nada menos que el profesor poeta Omar Idler, con una admirable e inolvidable conferencia. Suerte de uno… y amigos, vale, amigos de infinito valor.
Y de ñapa, para cerrar la semana, en la Asociación de Escritores, un homenaje a los Médicos Escritores: Discursos de los doctores Ricardo León Celaya (Hijo Ilustre de San Jerónimo de Guayabal), R. Blano Vilariño, y la participación de jóvenes y notables músicos en esa gran familia de los médicos… Después, donde los doctores Ortega, una tarde maravillosa de poesía, música, amistad, acompañados, también, por Mireya Chirinos, Guillermo de León Calles y, (como dicen los gochos) un pocotononón de poetas, escritores, artistas, amigos… Un día de gloria, vale… un pedacito, un rincón celestial del corazón valenciano… Digo yo.
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