Duelo de poder en la cúpula de Podemos
En la noche del martes, Iglesias dio un golpe de mano destituyendo al secretario de Organización, Sergio Pascual, intentando frenar la rebelión interna que la semana pasada se plasmó en la dimisión de diez cargos del partido en Madrid cercanos a Errejón y contrarios a Luis Alegre, el líder regional de Podemos y hombre de Iglesias.
Líder de Podemos, Pablo Iglesias (AP)
EL UNIVERSAL
miércoles 16 de marzo de 2016 01:42 PM
Madrid.- La crisis en Podemos llegó a la cúpula del partido español en forma de duelo de poder entre su líder, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón. Tras días de agitación, la formación reconoció este miércoles por primera vez divergencias entre sus dos hombres fuertes.
Existen "discrepancias tácticas", admitió Carolina Bescansa, compañera de escaño de Iglesias y Errejón en el Congreso de los Diputados y secretaria de Análisis Político, citó DPA.
Tanto en las formas como en el fondo, Errejón es más moderado y posibilista que Iglesias, de discurso más agresivo y menos táctico. Procedentes ambos de la universidad, se han complementado y han liderado juntos hasta ahora a Podemos, protagonista de un hito histórico en España: la ruptura del bipartidismo.
Su irrupción en las elecciones europeas de mayo de 2014 dinamitó el tablero político y no había cumplido aún dos años cuando en los comicios de hace tres meses se convirtió en la tercera fuerza política, pisando los talones al Partido Socialista (PSOE), al que aspira a sustituir como formación de referencia de la izquierda.
En la noche del martes, Iglesias dio un golpe de mano destituyendo al secretario de Organización, Sergio Pascual, intentando frenar la rebelión interna que la semana pasada se plasmó en la dimisión de diez cargos del partido en Madrid cercanos a Errejón y contrarios a Luis Alegre, el líder regional de Podemos y hombre de Iglesias.
Pascual era el tercer hombre en el núcleo duro de Podemos y además de pertenecer al círculo de confianza política de Errejón, es amigo suyo desde que compartieron vivienda en Bolivia, donde el número dos hizo su tesis doctoral.
La Secretaría de Organización es una de las más influyentes en Podemos y con la destitución de Pascual ha quedado en manos del propio Iglesias hasta que se nombre a alguien para el cargo, previsiblemente en abril.
Entretanto, el malestar se ha extendido en una parte del partido y hay analistas que apuntan una batalla por el control del mismo.
La razón dada en el comunicado con el que se anunció la fulminación del amigo de Errejón al filo de la medianoche del martes fue una "gestión deficiente cuyas consecuencias han dañado gravemente a Podemos en un momento tan delicado como es el proceso de negociaciones para conformar un Gobierno del cambio".
Traducido quiere decir que lo castiga por no haber sabido evitar las dimisiones de la semana pasada. "Había problemas organizativos en Podemos que son evidentes. Problemas que se podían haber gestionado mejor", dijo hoy Carolina Bescansa.
La semana pasada, sin embargo, Podemos responsabilizaba al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de alentar una crisis que calificaba de ficticia para debilitarlo en medio de las negociaciones para la formación de un Ejecutivo.
Los de Madrid no son los únicos problemas regionales de Podemos. Los tiene también en Cataluña, Galicia y Cantabria. En País Vasco y La Rioja ha habido un vacío de poder que se acaba de cerrar con la celebración de elecciones primarias.
"No podemos convertir el partido en un campo de batalla", manifestó hoy la jefa de gabinete de Pablo Iglesias y portavoz parlamentaria adjunta, Irene Montero. El proceso de reorganización interna "sigue su curso hasta que los problemas organizativos estén resueltos", advirtió, lo que podría dejar la puerta abierta a nuevos ceses.
Las divisiones se abren paso en un momento crucial, porque Iglesias sigue aspirando a una coalición de Gobierno de izquierda con el socialista Pedro Sánchez como presidente y él como vicepresidente.
En las últimas dos semanas estado bajo fuerte presión por negarse a permitir con una abstención la investidura de Sánchez, después de que este alcanzara un pacto con el partido liberal Ciudadanos.
Las encuestas mostraron que gran parte de los votantes de Podemos se inclinaban por dejar gobernar al socialista para poner fin así al Ejecutivo en funciones del conservador Mariano Rajoy y evitar nuevas elecciones en junio. En ellas, según los sondeos, la formación podría ver mermados los 65 diputados que tiene ahora.
En medio de la crisis abierta en Podemos y tras semanas de tensión entre ellos, Sánchez e Iglesias acordaron hoy verse antes de Semana Santa para intentar desbloquear la parálisis política en la que se encuentra España. Si antes del 2 de mayo no hay presidente del Gobierno investido, se convocarán automáticamente elecciones el 26 de junio. Eso dejaría al país sin Ejecutivo hasta al menos agosto.
La cita entre Sánchez e Iglesias se interpreta como un alejamiento del socialista del liberal Albert Rivera después de que Ciudadanos sugiriera en los últimos días que su lealtad es con las medidas del pacto de Gobierno que selló con el PSOE y no con su candidato.
Existen "discrepancias tácticas", admitió Carolina Bescansa, compañera de escaño de Iglesias y Errejón en el Congreso de los Diputados y secretaria de Análisis Político, citó DPA.
Tanto en las formas como en el fondo, Errejón es más moderado y posibilista que Iglesias, de discurso más agresivo y menos táctico. Procedentes ambos de la universidad, se han complementado y han liderado juntos hasta ahora a Podemos, protagonista de un hito histórico en España: la ruptura del bipartidismo.
Su irrupción en las elecciones europeas de mayo de 2014 dinamitó el tablero político y no había cumplido aún dos años cuando en los comicios de hace tres meses se convirtió en la tercera fuerza política, pisando los talones al Partido Socialista (PSOE), al que aspira a sustituir como formación de referencia de la izquierda.
En la noche del martes, Iglesias dio un golpe de mano destituyendo al secretario de Organización, Sergio Pascual, intentando frenar la rebelión interna que la semana pasada se plasmó en la dimisión de diez cargos del partido en Madrid cercanos a Errejón y contrarios a Luis Alegre, el líder regional de Podemos y hombre de Iglesias.
Pascual era el tercer hombre en el núcleo duro de Podemos y además de pertenecer al círculo de confianza política de Errejón, es amigo suyo desde que compartieron vivienda en Bolivia, donde el número dos hizo su tesis doctoral.
La Secretaría de Organización es una de las más influyentes en Podemos y con la destitución de Pascual ha quedado en manos del propio Iglesias hasta que se nombre a alguien para el cargo, previsiblemente en abril.
Entretanto, el malestar se ha extendido en una parte del partido y hay analistas que apuntan una batalla por el control del mismo.
La razón dada en el comunicado con el que se anunció la fulminación del amigo de Errejón al filo de la medianoche del martes fue una "gestión deficiente cuyas consecuencias han dañado gravemente a Podemos en un momento tan delicado como es el proceso de negociaciones para conformar un Gobierno del cambio".
Traducido quiere decir que lo castiga por no haber sabido evitar las dimisiones de la semana pasada. "Había problemas organizativos en Podemos que son evidentes. Problemas que se podían haber gestionado mejor", dijo hoy Carolina Bescansa.
La semana pasada, sin embargo, Podemos responsabilizaba al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de alentar una crisis que calificaba de ficticia para debilitarlo en medio de las negociaciones para la formación de un Ejecutivo.
Los de Madrid no son los únicos problemas regionales de Podemos. Los tiene también en Cataluña, Galicia y Cantabria. En País Vasco y La Rioja ha habido un vacío de poder que se acaba de cerrar con la celebración de elecciones primarias.
"No podemos convertir el partido en un campo de batalla", manifestó hoy la jefa de gabinete de Pablo Iglesias y portavoz parlamentaria adjunta, Irene Montero. El proceso de reorganización interna "sigue su curso hasta que los problemas organizativos estén resueltos", advirtió, lo que podría dejar la puerta abierta a nuevos ceses.
Las divisiones se abren paso en un momento crucial, porque Iglesias sigue aspirando a una coalición de Gobierno de izquierda con el socialista Pedro Sánchez como presidente y él como vicepresidente.
En las últimas dos semanas estado bajo fuerte presión por negarse a permitir con una abstención la investidura de Sánchez, después de que este alcanzara un pacto con el partido liberal Ciudadanos.
Las encuestas mostraron que gran parte de los votantes de Podemos se inclinaban por dejar gobernar al socialista para poner fin así al Ejecutivo en funciones del conservador Mariano Rajoy y evitar nuevas elecciones en junio. En ellas, según los sondeos, la formación podría ver mermados los 65 diputados que tiene ahora.
En medio de la crisis abierta en Podemos y tras semanas de tensión entre ellos, Sánchez e Iglesias acordaron hoy verse antes de Semana Santa para intentar desbloquear la parálisis política en la que se encuentra España. Si antes del 2 de mayo no hay presidente del Gobierno investido, se convocarán automáticamente elecciones el 26 de junio. Eso dejaría al país sin Ejecutivo hasta al menos agosto.
La cita entre Sánchez e Iglesias se interpreta como un alejamiento del socialista del liberal Albert Rivera después de que Ciudadanos sugiriera en los últimos días que su lealtad es con las medidas del pacto de Gobierno que selló con el PSOE y no con su candidato.
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