Los médicos encuentran pocos motivos para celebrar
Hoy celebran su día con "frustración" y "tristeza" por la escasez y la crisis.
En Venezuela, el Día del Médico se celebra el 10 de marzo, natalicio de José María Vargas ARCHIVO
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EQUIPO DE VIDA | EL UNIVERSAL
jueves 10 de marzo de 2016 12:00 AM
Desde que se comienza a estudiar, la medicina es una de las profesiones más exigentes. Al celebrar su día, que en Venezuela es hoy, los médicos festejan también un cúmulo de satisfacciones, de vidas salvadas, de logros alcanzados.
Este año será diferente. La situación de escasez de fármacos y de insumos para tratamientos y diagnósticos y la falta de repuestos que paralizan los equipos, les genera sentimientos de "frustración" y "tristeza". Un cardiólogo, un pediatra y un internista hablan sobre la forma en que ejercen las medicinas en estos tiempos.
Un día del paciente
El médico tiene su día, pero el paciente no. Para Alexis Bello debería ser urgente crearlo.
"Es algo acorde con lo que vivimos. No es posible celebrar el Día del Médico y olvidar al paciente, que ahora sufre más", dice el cardiólogo Alexis Bello quien añade que "más allá de eso y circunstancialmente no hay nada que celebrar".
Se describe como una persona que, desde hace 40 años, "negocia con la muerte todos los días" y que aún así, esta vez se siente "terrible porque es una tragedia que se vive a diario", lo que le genera sentimientos de frustración y solidaridad.
Como alternativas al paciente que no encuentra medicinas, no le ofrece mucho. "El servicio de salud es inelástico. No hay sustitutos para los fármacos contra la hipertensión, por ejemplo, ni siquiera quitando la sal a los alimentos. Tampoco hay reemplazos para las medicinas para quien sufre angina o para quien se va a operar", concluye Bello.
De tripas, corazón.
El médico internista Nelson Álvarez, con 30 años de experiencia, confiesa que en esta difícil época hace a diario "de tripas, corazón" para atender lo mejor posible a sus pacientes.
Aclara que no recomienda ningún método alternativo pues desconoce los efectos que puedan ocasionar. "Hay que y prescribir lo que se encuentre en el mercado". También opta por prescribir una dieta preventiva, baja en grasa y sal.
Reconoce que se siente frustrado porque "estudiamos para salvar vidas y no lo estamos haciendo porque lamentablemente no hay medicamentos".
A su decir, lo que hoy se practica en el país no es medicina sino "algo más empírico", pues no hay medicamentos y los más novedosos demoran mucho en llegar al país, es decir, existe un retraso médico. Esto hace que muchos médicos piensen en irse del país. "Yo no lo he hecho porque tengo confianza es que esto cambie", admite.
Algo nunca visto
Luis Echezuría, pediatra epidemiólogo, considera que la situación de los médicos, al igual que la de los pacientes, es "muy dura" en estos momentos.
"Nunca, en más de 30 años, se había vivido una situación así. He visto caer el sistema de salud, lo he visto recuperarse, vuelto a caer, pero nunca estar más abajo del subsuelo como ahora", señala Echezuría.
El pediatra indica que la medicina curativa está pasando trabajo, porque no se consiguen medicinas para los tratamientos, pero que también la preventiva está crítica.
"No hay vacunas, ni en el sector público ni en el privado. No están trayendo para hepatitis A, varicela o meningitis", dice.
El especialista comenta que le da tristeza la situación y que en muchas ocasiones recomienda a los padres que, al salir de viaje, los vacunen en otro país.
"Me da dolor, tristeza, que en esta época hay que inventar y pedir a los familiares que compren medicinas afuera o que inmunicen a los niños en el exterior", comenta Echezuría.
Este año será diferente. La situación de escasez de fármacos y de insumos para tratamientos y diagnósticos y la falta de repuestos que paralizan los equipos, les genera sentimientos de "frustración" y "tristeza". Un cardiólogo, un pediatra y un internista hablan sobre la forma en que ejercen las medicinas en estos tiempos.
Un día del paciente
El médico tiene su día, pero el paciente no. Para Alexis Bello debería ser urgente crearlo.
"Es algo acorde con lo que vivimos. No es posible celebrar el Día del Médico y olvidar al paciente, que ahora sufre más", dice el cardiólogo Alexis Bello quien añade que "más allá de eso y circunstancialmente no hay nada que celebrar".
Se describe como una persona que, desde hace 40 años, "negocia con la muerte todos los días" y que aún así, esta vez se siente "terrible porque es una tragedia que se vive a diario", lo que le genera sentimientos de frustración y solidaridad.
Como alternativas al paciente que no encuentra medicinas, no le ofrece mucho. "El servicio de salud es inelástico. No hay sustitutos para los fármacos contra la hipertensión, por ejemplo, ni siquiera quitando la sal a los alimentos. Tampoco hay reemplazos para las medicinas para quien sufre angina o para quien se va a operar", concluye Bello.
De tripas, corazón.
El médico internista Nelson Álvarez, con 30 años de experiencia, confiesa que en esta difícil época hace a diario "de tripas, corazón" para atender lo mejor posible a sus pacientes.
Aclara que no recomienda ningún método alternativo pues desconoce los efectos que puedan ocasionar. "Hay que y prescribir lo que se encuentre en el mercado". También opta por prescribir una dieta preventiva, baja en grasa y sal.
Reconoce que se siente frustrado porque "estudiamos para salvar vidas y no lo estamos haciendo porque lamentablemente no hay medicamentos".
A su decir, lo que hoy se practica en el país no es medicina sino "algo más empírico", pues no hay medicamentos y los más novedosos demoran mucho en llegar al país, es decir, existe un retraso médico. Esto hace que muchos médicos piensen en irse del país. "Yo no lo he hecho porque tengo confianza es que esto cambie", admite.
Algo nunca visto
Luis Echezuría, pediatra epidemiólogo, considera que la situación de los médicos, al igual que la de los pacientes, es "muy dura" en estos momentos.
"Nunca, en más de 30 años, se había vivido una situación así. He visto caer el sistema de salud, lo he visto recuperarse, vuelto a caer, pero nunca estar más abajo del subsuelo como ahora", señala Echezuría.
El pediatra indica que la medicina curativa está pasando trabajo, porque no se consiguen medicinas para los tratamientos, pero que también la preventiva está crítica.
"No hay vacunas, ni en el sector público ni en el privado. No están trayendo para hepatitis A, varicela o meningitis", dice.
El especialista comenta que le da tristeza la situación y que en muchas ocasiones recomienda a los padres que, al salir de viaje, los vacunen en otro país.
"Me da dolor, tristeza, que en esta época hay que inventar y pedir a los familiares que compren medicinas afuera o que inmunicen a los niños en el exterior", comenta Echezuría.
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