The Beatles en 1964
Arriba: John Lennon, Paul McCartney
Abajo: George Harrison, Ringo Starr
Fidel Castro (1960)
Raúl Castro (extrema izquierda de pie) Ernesto "Che" Guevara en todo el centro (1960)
Obama recomendó a Castro no tener miedo de los cubanos que piensan diferente
El presidente de Estados Unidos le dijo a su homólogo cubano que no debe tener miedo de una amenaza del país norteamericano
EL NACIONAL 22 DE MARZO 2016 - 10:35 AM
El presidente de EE UU, Barack Obama, defendió hoy los derechos humanos y la democracia en su discurso a los cubanos y, dirigiéndose al presidente Raúl Castro, indicó que no debe temer ni a los Estados Unidos ni a las voces diferentes del pueblo cubano.
"No debe tener miedo de una amenaza de EE UU", añadió. La declaración la hizo en el Gran Teatro de La Habana, donde expresó que viajó a Cuba para dejar los últimos vestigios de la Guerra Fría.
El presidente de EE UU, Barack Obama, defendió hoy los derechos humanos y la democracia en su discurso a los cubanos y, dirigiéndose al presidente Raúl Castro, indicó que no debe temer ni a los Estados Unidos ni a las voces diferentes del pueblo cubano.
"No debe tener miedo de una amenaza de EE UU", añadió. La declaración la hizo en el Gran Teatro de La Habana, donde expresó que viajó a Cuba para dejar los últimos vestigios de la Guerra Fría.
La revolución inglesa y la involución cubana
En los años sesenta, los Beatles encabezaron una insurrección en el espectro musical, e iniciaron una auténtica revolución universal que cambió la forma de ver la vida en el mundo. A la par, emergía otro insurrecto: Fidel Castro, quien con su carisma natural, y bajo la titánica y atractiva figura de líder, sedujo a muchos con incipientes preceptos de la revolución cubana.
La poesía, la música y la ciencia nunca han sido bonitas cuando se dedican a caudillos, führers, dictadores o comandantes. Sin embargo, en épocas pasadas, grandes poetas, intelectuales, músicos y científicos, enceguecidos por ideologías de las que luego renegaron, escribieron loas a Juan Vicente Gómez, a Stalin, a Mao y a Hitler.
El arte debe estar al servicio de la belleza universal, no al servicio de héroes revolucionarios ni de militares, ni de gobiernos, aunque sean democráticos. El arte no debe estar al servicio de líder alguno. De ser así, termina en panfleto.
Por eso suenan cursis las canciones y poemas que las revoluciones les han dedicado a sus héroes, no importando si eran ateos, se portaron bien o arruinaron países. ¿Han escuchado esta?: “Nadie piensa que se ha ido, fue un momentico a la misa y va a volver con Sandino, con el Che, Martí y Bolívar”. Los comunistas son buenos para inventar eslóganes y cancioncitas llorositas y tristes, en donde ellos son víctimas.
Fidel Castro, no contento con devastar a su pueblo, se ha apoderado del nuestro y ha contribuido a llevarlo a la ruina. Se aprovechó y se benefició de un militar con las características de los gorilas del Sur, con la desventaja de que, dicho militar, no poseía ni la inteligencia ni la cultura de su mentor. En mala hora llegó al poder en Venezuela ese caudillo llamado Hugo Chávez, quien, al parecer, falleció por causas naturales, dejando una herencia de destrucción, de desunión y de corrupción, contra la cual estamos luchando.
Van 17 años de la debacle. No importa cómo se piense ni en qué se crea. Ya no es importante ser de izquierda o de derecha. Aquí se trata de enfrentar las consecuencias de una hecatombe destructiva, producto de un gobierno de ineptos. Lo importante, y lo triste, es ver a los habitantes de un país tan rico y próspero como Venezuela convertidos en indigentes para adquirir los productos básicos.
A estas alturas, amo la revolución inglesa de los Beatles, y rechazo la involución de Fidel y Raúl Castro, culpables de la destrucción de su país y del mío.
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