Pedro Carujo
Nace en Barcelona (Edo. Anzoátegui) en 1801.
Muere en Valencia (Edo. Carabobo) el 31.1.1836.
Muere en Valencia (Edo. Carabobo) el 31.1.1836.
Militar, periodista y uno de los jefes de la Revolución de las Reformas de 1835. Hijo del canario José Carujo, oficial realista y de Juana Hernández, venezolana. Recibió una esmerada educación, siendo de los pocos venezolanos de su época que hablaban y escribían el inglés y el francés. Pese a nacer en un hogar dividido en torno a la causa realista y a la republicana, se sumó al movimiento emancipador, formando parte del batallón Orinoco acuartelado en Angostura (1819). En 1821, participó bajo las órdenes del general José Francisco Bermúdez, en las campañas de Caracas y Santa Lucía. Con el grado de capitán, se distinguió en la toma de Maracaibo (1823), resultando herido en combate, por lo que se trasladó a Nueva Granada. Estando en Bogotá, estudió matemáticas y geometría analítica, bajo la conducción del fraile franciscano Tomás Sánchez Mora, formando parte además de los círculos intelectuales agrupados en diversas sociedades literario-filosóficas de la capital neogranadina, lo cual lo llevaría a ingresar a la masonería donde alcanzó el grado 18. Desempeñándose como ayudante del Estado Mayor del departamento de Cundinamarca, fue ascendido a comandante (1828) y seleccionado por Simón Bolívar para presidir la Escuela Militar que se fundó en Bogotá. Sin embargo, a pesar de esto se unió a los partidarios del vicepresidente Francisco de Paula Santander, que perpetraron el atentado del 25 de septiembre de 1828 contra la vida del Libertador. Por tal motivo, fue condenado a muerte salvando su vida sólo por un indulto concedido por el Consejo de ministros. Encerrado en la cárcel de Bogotá y luego llevado al castillo de Bocachica en Cartagena, fue trasladado en marzo de 1829, a la fortaleza de El Vigía de Puerto Cabello de donde se fugó (2.8.1829). No obstante, al poco tiempo fue capturado y regresado a la fortaleza donde se colocaron grillos.
Su tiempo en prisión lo dedicó además de abogar por su libertad, escribiendo al general José Antonio Páez y otros personeros del régimen; a publicar artículos y cartas en El Fanal - periódico de Tomás Lander - que influyeron en el pronunciamiento separatista de Puerto Cabello, conocido como La Cosiata (17.11.1829). Deportado a Curazao a comienzos de junio de 1830, la amnistía general decretada por Páez el 25 del mismo mes le permitió regresar a territorio venezolano. Radicado ya en Maracaibo, organizó un cuerpo miliciano de 1.000 hombres, con el cual pasó la frontera e incursionó sobre Río Hacha, que se había rebelado contra el gobierno de Rafael Urdaneta. En las inmediaciones de esta ciudad (San José y el Molino, enero de 1831 fue derrotado por el general José Félix Blanco, tras lo cual se retiraría del ejército en 1833. Posteriormente, convertido en el vocero de un grupo de militares y de hacendados reunidos alrededor del general Santiago Mariño, Carujo combatió desde las columnas del periódico El Republicano la candidatura presidencial del doctor José María Vargas, a quien acusaba de haber sido "realista y antipatriota" (1834). En 1835, fue uno de los oficiales que encabezaron la Revolución de las Reformas dirigida por el general Santiago Mariño, siendo el encargado de apresar al presidente Vargas en su casa (8.7.1835). Asimismo, fue en este momento en que se produjo el diálogo entre ambos, según el cual Carujo le dijo a Vargas: "Doctor Vargas, el mundo es de los valientes..." a lo que contestó éste: "El mundo es del hombre justo", tras lo cual partió exiliado a la isla de Saint Thomas.
Al frente del batallón Anzoátegui, Carujo fue uno de los más combativos participantes en esa guerra civil, venciendo en los combates de Cariaco (20.9.1835) y en Carúpano (5.10.1835), donde derrotó al general Francisco Esteban Gómez. Cambiado el teatro de operaciones al centro de operaciones al centro del país (Puerto Cabello), dispersó en El Pino, cerca de San Esteban (27.10.1835), al coronel Andrés Torellas y comandó a su vez una de las 3 brigadas que intentaron tomar Valencia el 28 de octubre y que fueron derrotadas, al día siguiente, en el combate de Camoruco, por el general José María Carreño. Aunque fue encerrado en castillo de Puerto Cabello, logró escapar y reiniciar las incursiones hacia Tucacas, Aroa y San Felipe. A pesar de que la rebelión fue sofocada en el resto del país, Carujo mantuvo desde la plaza de Puerto Cabello, actividades de guerrilla en la zona del litoral carabobeño. Finalmente, herido y capturado en la batalla de Paso Real, cerca de Puerto Cabello (25.12.1835), fue juzgado y sentenciado a muerte (27.1.1836) pero la sentencia no se cumplió ya que falleció en la cárcel de Valencia, como consecuencia de las heridas sufridas durante el desarrollo de lo que sería su último combate.
Los Veinte del Recuerdo
Denzil Romero (n. en Aragua de Barcelona el 24 de julio de 1938 - f. en Valencia el 7 de marzo de 1999)
Recuerdos de Denzil Romero
Asdrúbal González
Notitarde 5 de febrreo 2016
“Esta novela y el ensayo biográfico “El Anti-héroe Pedro Carujo”, del escritor Asdrúbal González, forma parte de un mismo proyecto escritural que los autores concibieron y desarrollaron juntos, trabajando las mismas fuentes bibliográficas, materiales de época y testimonios varios, así como compartiendo los originales a lo largo del desarrollo. Quizás este propósito sea la primera vez que se intenta en Venezuela. Quede constancia para la historia”.
El texto anterior sirvió de colofón simultáneo en La Carujada por voluntad de Denzil Romero, autor de la novela, y en la biografía de Pedro Carujo, producto de mi pluma: ambos libros publicados por “Editorial Planeta” en Abril de 1990.
Durante dos años nos reunimos los fines de semana, alternando Caracas y Puerto Cabello, para dar forma a los sueños. En mi lar porteño se alojó Denzil. La cercanía permitió conocerlo bien, y recíprocamente nutrirnos de técnicas y conocimientos escriturales.
Desde nuestros tiempos universitarios de Caracas, nos conocíamos… Nacimos en el mismo año (1938), él en Aragua de Barcelona, yo en mi Puerto Cabello; compartíamos la misma militancia política, y frecuentamos los mismos grupos intelectuales. El recuerdo de Denzil en ese tiempo, era el de un joven que en toda reunión sacaba del bolsillo el “último cuento” escrito, para leerlo a los contertulios.
Continuó Denzil su ruta ascendente hasta convertirse a finales de la década de los setenta, en una voz continental. El premio Casa de las Américas, concedídole por su novela “La Tragedia del Generalísimo”, lo consagró como un novelista trascendente. Antes o después, siempre en la narrativa, estará “Infundios”, “El Invencionero”, “Entrego los Demonios”, “Grand Tour”, “La Esposa del Doctor Thorne” (Premio “La Sonrisa Vertical”, de la Editorial Tusquet, año 1988), y otros.
Largos años de investigaciones en archivos del continente, me llevó preparar el material de apoyo para escribir la biografía de Pedro Carujo. Cuando tuve en mis manos tres documentos fundamentales en su vida - el ejemplar, único en el mundo, de su único libro “Perfidia Inaudita”; los expedientes de los dos juicios que lo condenan a muerte; y el proyecto para crear la primera Academia militar del continente -, tomé conciencia de que Carujo era un personaje de novela. Realicé entonces el contacto con Denzil, y le manifesté la idea de escribir dos libros simultáneos de ficción y ensayo histórico respectivamente. Denzil lo testimonia cuando en el prólogo de “La Carujada”, dedica entre los agradecimientos: “con particular énfasis y cariño, al historiador Asdrúbal González, quien me transmitió su emoción por Carujo, como personaje, y me suplió materiales de muy difícil conseguimiento”.
Establecimos una metodología: cuatro horas de trabajo conjunto los días sábado, (sin bebidas alcohólicas ni cigarrillos). Al final de cada reunión, se fijaba como tarea traer diez cuartillas escritas para leer en la sesión siguiente. En el entretiempo, Denzil logró el contacto con Diego Pampin Robles, director de la Editorial Planeta, para la edición en sus colecciones Narrativa y Ensayo respectivamente, de “La Carujada” y “El Anti-héroe Pedro Carujo”. Se realizaron después presentaciones en Caracas, La Victoria, Valencia, Barcelona, Barquisimeto y Barinas.
Una relación continuada me permitió conocer bien a Denzil Romero. Era hombre erudito más allá de cualquier límite. Asumida la condición de escritor con profesionalismo, estableció una rígida disciplina de trabajo, que lo llevaba cotidiano a descifrar la interrogante de una cuartilla de papel. Su locuacidad cautivaba… Vivíamos en paralelos con algunas afinidades: nacimos el mismo año a ciento diez días de distancia, él un 24 de Julio yo en 11 de Noviembre. Cuando nos conocimos éramos estudiantes de Derecho y después ejercimos como Abogados. Formamos parte activa durante varios años de la República del Este, que nos mantuvo en contacto con otros hombres de letras, y nos hizo asiduos participantes de eventos literarios.
Después de publicar “La Carujada”, me contó Denzil que para escribir la escena en la que Pedro Carujo coloca al general Páez en una fosa abierta, y sabedor de que el llanero sentía fobia por las serpientes, le lanza todas las culebras que se pudieran imaginar, tuvo que embriagarse y sepultarse en una nube densa de humo de cigarrillos. Comentamos lo bueno y lo malo de tal circunstancia. Positivo: actuó solo el subconsciente. Negativo: hígado y pulmones fueron sometidos a pruebas.
En el caso de Denzil Romero podría decirse que la fama la impuso la condición de una vida breve.
Para conocer mejor al personaje (Internet)
El escritor venezolano Denzil Romero, uno de los creadores de novelas históricas más destacados de su país, nació en Aragua de Barcelona en 1938 y perdió la vida en la ciudad española de Valencia el 7 de marzo de 1999.
Si bien desde pequeño este descendiente de una pareja de maestros sintió un gran interés por el ámbito literario, antes de probar suerte como escritor completó la carrera de Derecho y se formó como profesor de Filosofía y Letras. Según confesó en una oportunidad, su fascinación por la lectura era tan profunda que, con apenas quince años, ya había logrado conocer todos los clásicos de la literatura española.
Con el tiempo, su condición de lector quedó en segundo plano, ya que Romero, consciente de su habilidad como narrador, prefirió adoptar un rol activo como creador de textos, una faceta que desarrolló con gran éxito durante varios años. Alejo Carpentier, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, William Faulkner y Alberto Arvelo Torrealba fueron, de acuerdo a sus palabras, las figuras que más influyeron en su escritura.
De su prolífica labor como cuentista, novelista y ensayista han surgido, para deleite de numerosos aficionados a la literatura, títulos como “El hombre contra el hombre”, “El invencionero”, “La tragedia del generalísimo”, “Entrego los demonios”, “La esposa del dr. Thorne”, “Parece que fue ayer” y “El corazón en la mano”. Gracias a ellos, Denzil Romero, quien solía aclarar que al crear novelas se permitía siempre darle espacio a la ficción aunque el texto estuviera basado en datos históricos, ganó prestigio tanto dentro como fuera de su país, y acumuló distinciones como el Premio Casa de las Américas y el Premio La Sonrisa Vertical.
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