Indocencias
Don Bosco
José Joaquín Burgos Cronista de Valencia
El pasado miércoles 20 de enero, gracias a una gentil invitación de los alumnos de Primer Año “A”, estuve en una hermosa reunión con los muchachos, algunos profesores y directivas de las Damas del Colegio “Don Bosco”. Un retorno, podríamos decir, a inolvidables encuentros vividos hace entre cuarenta y cincuenta años, con amigos y compañeros-hermanos de oficio como el padre Alberto Panciera, un sabio lingüista con quien solía participar en los temibles exámenes de fin de curso. En esos ratos era realmente hermoso, fructífero, inolvidable, conversar con el brillante sacerdote sobre las literaturas griega y latina, náhuatl, maya, quechua y los comienzos literarios de nuestra tierra. Panciera, era brillante y humilde a la vez, excepcional, lector universal en el mejor sentido y maestro, también en el mejor sentido, de sus alumnos, quienes lo admiraban y querían mucho. En esos mismos años llegó, egresado del Pedagógico Nacional, Oscar Rodríguez, también de Lengua y Literatura, brillante. Además de ellos, el espacio en la columna limita evocarlos a todos, pero sí podemos decir, con alegría, con orgullo, con satisfacción, que el Colegio Don Bosco, en Valencia, ha sido, es y será raíz fundamental para la educación, como la UC (evolución de su antiguo Colegio Federal), las escuelas República del Perú, Pedro Castillo, Peñalver, La Salle… Con alumnos de éstas, del Don Bosco y otras, Dios mediante, echaremos a volar muy pronto, desde la Oficina del Cronista de Valencia, un boletín escrito por los muchachos para registrar y exaltar la historia, los valores, el alma de Valencia. Esa idea nos ha motivado siempre, y se reavivó, intensamente, en nuestra breve visita a ese santuario de la educación valenciana que es el Colegio Don Bosco en cuyo anexo, escuela “Domingo Savio, hizo sus primeras letras precisamente aquel cronista humilde, sabio, universal, que fue el doctor Guillermo Mujicca Sevilla, “El Negro Mujica” para el cariño eterno de los valencianos”. Y, para cerrar esta breve nota, muchas gracias a la futura bachiller(a) María Laura Mejías, vocera de sus compañeros de colegio. Vale por la gratísima visita y por la idea que allí surgió de editar un boletín escrito por los propios alumnos de los colegios valencianos. Amanecerá y veremos.
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