La Justicia de Australia absuelve a obispo acusado de abusos
El ordinariato militar da la noticia y reitera que si alguien sufrió abusos debe denunciarlo a la policía
(ZENIT – Roma). – El obispo del ordinariato militar de Australia, Max Davis, fue absuelto de las acusaciones de abusos sexuales contra un menor, según el fallo de la Corte del Oeste del país que realizó el proceso del 8 al 15 de febrero pasado.
Lo indicó la diócesis australiana de las Fuerzas Armadas, en un comunicado que emitió una vez concluido el juicio, en el que precisa como el obispo, el 30 de junio de 2014 “renunció a su cargo” en la ‘Catholic Diocese of the Australian Defence Force‘ para no obstaculizar el proceso judicial y que ahora “se tomará el tiempo necesario para decidir si regresa al ministerio público”.
El ordinariato castrense, siempre a través del comunicado, “animó a todas las víctimas que sufrieron abusos por parte del clero o personas vinculadas a la Iglesia, agencias o personas, a denunciar el caso a la policía y a buscar ayuda a través de las oficinas legales y servicios de apoyo”.
El obispo australiano había sido acusado por la policía local de haber abusado en 1969 de un menor de 16 años en la escuela St. Benedict, dos años antes de ser ordenado sacerdote y de otras acusaciones hasta 1972. Ocupaba el cargo de obispo castrense desde el 2003.
Mons. Davis defendió siempre su inocencia y durante el juicio salió a la luz que el obispo había denunciado ante las autoridades de la escuela a un religioso por las señalaciones recibidas por algunos estudiantes.
El ordinariato militar da la noticia y reitera que si alguien sufrió abusos debe denunciarlo a la policía
(ZENIT – Roma). – El obispo del ordinariato militar de Australia, Max Davis, fue absuelto de las acusaciones de abusos sexuales contra un menor, según el fallo de la Corte del Oeste del país que realizó el proceso del 8 al 15 de febrero pasado.
Lo indicó la diócesis australiana de las Fuerzas Armadas, en un comunicado que emitió una vez concluido el juicio, en el que precisa como el obispo, el 30 de junio de 2014 “renunció a su cargo” en la ‘Catholic Diocese of the Australian Defence Force‘ para no obstaculizar el proceso judicial y que ahora “se tomará el tiempo necesario para decidir si regresa al ministerio público”.
El ordinariato castrense, siempre a través del comunicado, “animó a todas las víctimas que sufrieron abusos por parte del clero o personas vinculadas a la Iglesia, agencias o personas, a denunciar el caso a la policía y a buscar ayuda a través de las oficinas legales y servicios de apoyo”.
El obispo australiano había sido acusado por la policía local de haber abusado en 1969 de un menor de 16 años en la escuela St. Benedict, dos años antes de ser ordenado sacerdote y de otras acusaciones hasta 1972. Ocupaba el cargo de obispo castrense desde el 2003.
Mons. Davis defendió siempre su inocencia y durante el juicio salió a la luz que el obispo había denunciado ante las autoridades de la escuela a un religioso por las señalaciones recibidas por algunos estudiantes.
2 MARZO 2016
Mientras el máximo responsable de la economía y las finanzas de la Santa Sede, y estrecho colaborador del papa Francisco, el cardenal australiano George Pell, se encuentra testificado por su actuación ante los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en Australia, un grupo de víctimas presentes en Roma ha escrito una carta a mano ayer por la noche y se la han enviado este miércoles al Pontífice y al cardenal vicario Agostino Vallini.
En la misiva, los firmantes le piden al Santo Padre ser recibidos antes de que dejen la capital italiana el próximo viernes. “Queremos la ayuda del Pontífice y de la Iglesia para que esto no vuelva a ocurrir, queremos proteger a nuestros hijos de lo que sufrimos nosotros”, ha declarado a los medios Paul Levey, víctima del sacerdote Gerald Risdale, actualmente encarcelado en Australia por haber abusado sexualmente de decenas de menores.
“No queremos hacer recriminaciones por lo sucedido, queremos solamente que la Iglesia nos ayude a apoyar y salvar a muchas víctimas que todavía no han hablado y que necesitan ayuda”, ha añadido.
“Somos pacíficos, no estamos aquí para combatir, pues no tenemos la fuerza, queremos solamente ayuda para nuestra comunidad y creemos que podemos hacerlo al lado de la Iglesia”, ha concluido Levey, cuyo viaje a la Ciudad Eterna ha sido costeado a través de donaciones voluntarias.
El cardenal Pell está siendo interrogado por videoconferencia desde un hotel de Roma por la Comisión Real australiana para una Respuesta Institucional al Abuso Sexual de Menores. Al responder sobre los crímenes cometidos por curas pedófilos en su país y de su presunto ocultamiento de los casos, el purpurado ha señalado que su predecesor y arzobispo de Melbuorne, Mons. Frank Little, que falleció en 2008, no lo había informado y él no recibió informaciones adecuadas sobre cuanto estaba sucediendo. Aún se esperan una o dos audiencias más.
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