El Carabobeño 15 enero 2014
Tulio Monsalve Serrada (*) || La lección del maestro
Iconos de Valencia: “Puente La Paz”
Desde que llegue a Valencia, siempre recuerdo, la majestuosidad del “Puente la paz”, con sus barandas pintadas con colores alegras y sus pilares o columnas semi- dóricas y los faroles con sus bombillas luminosas, su asfaltado correctamente impecable, con sus escaleras Lourdes con las familias tradicionales de ese sector.
En diciembre, se salían de la iglesia “San José” entre las tres y cuatro de la mañana con los patines cuatro ruedas rumbo a naguanagua, para encontrarnos con los patinadores de la avenida Bolívar de una sola calle sin isla y nos reuníamos en la venta de arepitas dulces con anís y las empanadas con nuestros respectivos café con leche o chocolate caliente para contrarrestar el frío decembrino.
Da lástima como está este puente que era como se describe anteriormente, está hoy en un abandono total, una decidía, un no querer, que las cosas que significan historias, tradición y que la nueva juventud conozcan, la nuevas anécdotas de cada parroquia de esta Valencia fundadora de esta patria, porque recordemos que en esta tierra nació Venezuela, tenemos la obligación de proteger para la vida cotidiana, todas las características de esta gran metrópoli, su proyección es futuro, sin pasado no hay presente .
No perdamos las cosas lindas de esta Valencia del rey, recordando al gran amigo de Valencia, Don Oswaldo Feo Caballero (Q.E.P.D.) y parafraseando a Don Alfredo Fermín....(Debemos querer a nuestra Valencia).
Este puente era un sitio acogedor, tranquilo con las aguas de la quebrada Acuario. Hoy no tiene nada del señorío de esta época. ¿Por qué? sería la gran pregunta.
Valdría la pena seguir el ejemplo de las ciudades en el mundo latinoamericano, en América del Norte, en Europa, Asia y en la India, que aun siendo milenarias, conservan y tienen todas sus antigüedades en excelentes condiciones. Por favor aprendamos a apreciar todo esto para que nuestra conciencia y vida se proyecte, porque el mundo viene avasallante y debe tener continuidad en el tiempo.
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