El carabobeño 13 enero 2014
En Secreto
Francisco M. Pérez
efeemeperez@yahoo.com
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VALENCIA SE RESPETA. En el curso de esta semana, antes del miércoles, los abogados constitucionalistas José Efraín Valderrama e Iván Pérez Rueda, en nombre del Colegio de Abogados de Carabobo y en representación de la sociedad civil valenciana, demandarán ante el Tribunal Contencioso Administrativo regional, y por ese conducto ante el TSJ, la nulidad de los decretos 664, 665 y 666 promulgados por el presidente Maduro, por considerar que son actos administrativos ilegales e inconstitucionales, los dos primeros arrebatándole derechos y posesión de bienes propios de la ciudad de Valencia, y el otro, atropellando la autonomía del municipio con la creación de la Autoridad Única.
*** CRECE LA PILA. El oficialismo sigue haciendo esfuerzos para quitarle a la oposición una curul en el Concejo Municipal de Valencia, en el que el chavismo tiene una mayoría aplastante. La intención es lograr la desproclamación de Manuel Molina, representante de Cuentas Claras, por considerar que su elección la alcanzó cuando se le sumaron votos del Movimiento Ecológico que no le correspondían. En la misma jugada tendrían las manos metidas algunos sectores de la misma MUD, interesados en golpear a Enzo Scarano.
…Tigre no come tigre!
El gobernador Ameliach puso los pies en la tierra. Bajó de los Olimpos, en donde ya tenía un año casi tocando las nubes, se posicionó de la realidad y ordenó que se abrieran de par en par los portones del Capitolio. Por allí entró el alcalde Miguel Cocchiola, incrédulo y circunspecto, con su sonrisa característica, a flor de labio, que no se sabe si nerviosa o excesivamente sincera. Antes, por el mismo lugar, lujosamente cuidado desde tiempo de los Salas, habían pasado, sin agacharse, Alejandro Feo La Cruz y Tulio Salvatierra, y sin que se dijera tampoco, si alguno de los dos consiguió entrada de preferencia. Adentro, el mandatario regional, esta vez mejor vestido, con traje propio de un alto dignatario y no con el disfraz que suelen usar los chavistas en funciones públicas, le extendió su mano de bienvenida al nuevo alcalde de Valencia, quien igual, evidentemente emocionado, se la tomó con las dos suyas y por poco, con la mayor ternura, se las lleva al corazón. Sin la voz de trueno ni menos el peso de la bota militar, comenzó el diálogo civilizado entre los dos dignos representantes de la voluntad y el sentimiento popular, ambos dispuestos a buscar aproximaciones y rutas ciertas de entendimiento y conciliación. El burgomaestre, poniendo a un lado e ignorando si se quiere, las ofensas, los vilipendios, las verdaderas y reales difamaciones e injurias de las que acababa de ser víctima en la campaña electoral y cuyas pruebas aún están visibles en las calles de Valencia; y el mandatario regional, haciendo grandes esfuerzos por olvidar y hacer que se olvidaran aquellos episodios de amargo sabor ocurridos en noviembre y diciembre. El objetivo común del encuentro era, fue y sigue siendo: Buscar armonizar relaciones entre dos gobernantes, cada uno con deberes y obligaciones por delante, con espacios y atribuciones legítimas por separado que defender, pero ambos con compromisos estelares insospechables y virtuosos. Así se dio la primera reunión formal entre Ameliach-Cocchiola, para satisfacción de los valencianos y los carabobeños. Mientras tanto la basura se mantuvo vivita, una parte quemándose sin control a cielo abierto en La Guásima, y otra gran porción regada por toda Valencia, pero quedando sentado y patentizado el acuerdo de acciones conjuntas, de lado y lado, para acabar con esa calamidad. Los decretos presidenciales que mancillan y vulneran derechos constitucionales de la ciudad del Cabriales, quedaron pendientes para un análisis de fondo en las instancias correspondientes, pero pendientes al fin y al cabo, que es bastante. Viva la democracia, viva la civilización.
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