El hampa gobierna en vías de Carabobo
Falta de vigilancia ha dejado a autopistas y carreteras como espacios sin ley
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Oscuridad en autopista Valencia-Puerto Cabello es aprovechada por malhechores para poner obstrucciones y atracar a usuarios MARCO MONTILLA/NOTITARDE
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MARIANELA RODRÍGUEZ | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
domingo 12 de enero de 2014
Valencia.- Los usuarios de las principales vías del estado Carabobo, que viajen en vehículos particulares o colectivos, de día o de noche, están expuestos a una serie de circunstancias que ponen en riesgo su seguridad e integridad física.
Las malas condiciones de las autopistas y la ausencia casi absoluta de vigilancia por parte de los organismos de seguridad del Estado han convertido a las carreteras de esta entidad, encrucijada del país, en unas de las vías más peligrosas de la Nación, dadas las cifras de fallecidos registrados en los últimos años, tanto en siniestros viales como en hechos delictivos.
Los conductores de vehículos de carga pesada que diariamente se desplazan por las carreteras carabobeñas coinciden en señalar que la vía más peligrosa de Carabobo es la autopista Valencia-Puerto Cabello.
Fernando Rosales, chofer de gandola que viaja desde los muelles del puerto carabobeño a varios estados del país, dice que la gran cantidad de baches y desniveles en el pavimento en esta vía y la falta de demarcación, señalización e iluminación se confabulan con las bandas delictivas que operan en la zona cuyos miembros permanecen al acecho de cualquier vehículo que detenga su marcha producto de alguna avería ocasionada por los huecos que pululan en la vía.
Rosales comenta que una modalidad de reciente data es la de colocar obstáculos en la vía para que los carros se detengan. "Una vez me pasó, se me espichó un caucho y seguí hasta llegar al peaje que no estaba lejos, pero si alguna vez me quedo lejos de la ayuda dejo la gandola botada y me voy antes que me maten", comentó.
El reciente asesinato de la Miss Venezuela 2004, Mónica Spear y su esposo es solo un caso en la larga lista de hechos de sangre que frecuentemente tienen como escenario la referida vía que conduce hacia el litoral carabobeño.
Una noche de agosto de 2011 el teniente coronel del Ejército Lisander Ramón Bello Flores (44) fue asesinado en un hecho similar al ocurrido a la pareja Spear-Berry. El vehículo en el que se desplazaba el efectivo militar cayó en un hueco que le ocasionó una avería, razón por la cual la víctima debió detener la marcha a la altura del kilómetro 176 de la autopista Valencia-Puerto Cabello, a unos cien metros del peaje La Entrada. Minutos después salieron de entre la maleza varios delincuentes provistos con armas de fuego con la intención de asaltar a Bello, quien al resistirse recibió un disparo en la cabeza.
Viajar de día en colectivo tampoco es garantía de seguridad para el usuario. El 7 de febrero de 2012 a las tres de la tarde Alexis José Sierralta Rodríguez (52), hermano del director nacional del Cicpc, José Sierralta, fue asesinado por una pareja de adolescentes que perpetraron un asalto a bordo de una unidad de transporte colectivo que cubría la ruta Valencia-Puerto Cabello.
La elevada incidencia delictiva en esta vía motivó a que a mediados del año pasado la GNB dispusiera la colocación de un punto fijo de control a la altura del puente del sector El Cambur.
La ARC sin seguridad
En diciembre de 2012 Néstor Reverol, titular del Ministerio del Interior, Justicia y Paz de la época, anunció el inicio de un Operativo de Seguridad que permanecería en todas las autopistas del país, incluidas la Regional del Centro y la Valencia-Puerto Cabello, donde el plan desplegaría 368 funcionarios de los órganos de seguridad del Estado, con la idea de brindar seguridad a los conductores. Pocos días después de este anuncio los uniformados no se vieron nunca más en la vía.
En los 36 kilómetros que comprende el tramo de la ARC que corresponde a Carabobo, desde el Túnel de La Cabrera en jurisdicción del Municipio Diego Ibarra (Mariara) hasta el distribuidor vial del municipio San Diego, la acción del hampa es recurrente ante la falta de iluminación y patrullaje.
Uno de los hechos de sangre producto de la acción del hampa en esta vía ocurrió en febrero de 2012: fue asesinado el director de la Policía de Guárico, Jorge Luis Arzola, cuyo vehículo sufrió un desperfecto mecánico tras golpear un objeto contundente puesto en la vía. El funcionario desembarcó de su auto para verificar los daños a la altura de La Cabrera e inmediatamente fue atacado por delincuentes, quienes le dispararon repetidamente. Por este caso fueron detenidas 4 personas entre ellas un menor de 16 años.
Las malas condiciones de las autopistas y la ausencia casi absoluta de vigilancia por parte de los organismos de seguridad del Estado han convertido a las carreteras de esta entidad, encrucijada del país, en unas de las vías más peligrosas de la Nación, dadas las cifras de fallecidos registrados en los últimos años, tanto en siniestros viales como en hechos delictivos.
Los conductores de vehículos de carga pesada que diariamente se desplazan por las carreteras carabobeñas coinciden en señalar que la vía más peligrosa de Carabobo es la autopista Valencia-Puerto Cabello.
Fernando Rosales, chofer de gandola que viaja desde los muelles del puerto carabobeño a varios estados del país, dice que la gran cantidad de baches y desniveles en el pavimento en esta vía y la falta de demarcación, señalización e iluminación se confabulan con las bandas delictivas que operan en la zona cuyos miembros permanecen al acecho de cualquier vehículo que detenga su marcha producto de alguna avería ocasionada por los huecos que pululan en la vía.
Rosales comenta que una modalidad de reciente data es la de colocar obstáculos en la vía para que los carros se detengan. "Una vez me pasó, se me espichó un caucho y seguí hasta llegar al peaje que no estaba lejos, pero si alguna vez me quedo lejos de la ayuda dejo la gandola botada y me voy antes que me maten", comentó.
El reciente asesinato de la Miss Venezuela 2004, Mónica Spear y su esposo es solo un caso en la larga lista de hechos de sangre que frecuentemente tienen como escenario la referida vía que conduce hacia el litoral carabobeño.
Una noche de agosto de 2011 el teniente coronel del Ejército Lisander Ramón Bello Flores (44) fue asesinado en un hecho similar al ocurrido a la pareja Spear-Berry. El vehículo en el que se desplazaba el efectivo militar cayó en un hueco que le ocasionó una avería, razón por la cual la víctima debió detener la marcha a la altura del kilómetro 176 de la autopista Valencia-Puerto Cabello, a unos cien metros del peaje La Entrada. Minutos después salieron de entre la maleza varios delincuentes provistos con armas de fuego con la intención de asaltar a Bello, quien al resistirse recibió un disparo en la cabeza.
Viajar de día en colectivo tampoco es garantía de seguridad para el usuario. El 7 de febrero de 2012 a las tres de la tarde Alexis José Sierralta Rodríguez (52), hermano del director nacional del Cicpc, José Sierralta, fue asesinado por una pareja de adolescentes que perpetraron un asalto a bordo de una unidad de transporte colectivo que cubría la ruta Valencia-Puerto Cabello.
La elevada incidencia delictiva en esta vía motivó a que a mediados del año pasado la GNB dispusiera la colocación de un punto fijo de control a la altura del puente del sector El Cambur.
La ARC sin seguridad
En diciembre de 2012 Néstor Reverol, titular del Ministerio del Interior, Justicia y Paz de la época, anunció el inicio de un Operativo de Seguridad que permanecería en todas las autopistas del país, incluidas la Regional del Centro y la Valencia-Puerto Cabello, donde el plan desplegaría 368 funcionarios de los órganos de seguridad del Estado, con la idea de brindar seguridad a los conductores. Pocos días después de este anuncio los uniformados no se vieron nunca más en la vía.
En los 36 kilómetros que comprende el tramo de la ARC que corresponde a Carabobo, desde el Túnel de La Cabrera en jurisdicción del Municipio Diego Ibarra (Mariara) hasta el distribuidor vial del municipio San Diego, la acción del hampa es recurrente ante la falta de iluminación y patrullaje.
Uno de los hechos de sangre producto de la acción del hampa en esta vía ocurrió en febrero de 2012: fue asesinado el director de la Policía de Guárico, Jorge Luis Arzola, cuyo vehículo sufrió un desperfecto mecánico tras golpear un objeto contundente puesto en la vía. El funcionario desembarcó de su auto para verificar los daños a la altura de La Cabrera e inmediatamente fue atacado por delincuentes, quienes le dispararon repetidamente. Por este caso fueron detenidas 4 personas entre ellas un menor de 16 años.
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