Rendición de Valencia después de 20 días de heroica resistencia. Boves viola el tratado de capitulación y asesina a los oficiales patriotas
Tal día como hoy, entre el 9 y el 10 de julio de 1814, se rindió Valencia (Carabobo) después de 20 días de heroica resistencia y cuando ya se habían agotado las municiones y los víveres. José Tomás Boves violó el tratado de capitulación firmado con el jefe patriota, coronel Juan Escalona, y degolló a los principales oficiales venezolanos.
Boves había iniciado el sitio el 19 de junio. La ciudad resistió todas las embestidas de las fuerzas superiores de los realistas, lo que obligó al asturiano a buscar en Puerto Cabello (Carabobo) piezas de artillería de mayor calibre. El 2 de julio logró apoderarse del convento de San Francisco y de muchas casas alrededor de la plaza principal. Ya para ese día se habían agotado los pertrechos y víveres. Valencia no tenía posibilidad alguna de recibir socorro. El Libertador Simón Bolívar estaba en Caracas sin fuerzas capaces de oponer defensas a la causa española; Rafael Urdaneta se encontraba cercado en Barquisimeto (Lara); y Santiago Mariño, junto con los jefes orientales, se preparaba en Barcelona (Anzoátegui) para el ataque de Francisco José Morales, a quien Boves había confiado el grueso de su ejército.
Después de derrotar a Mariño y Bolívar en La Puerta (Guárico), Boves logró reunir a 8.000 hombres, la mayoría venezolanos de los llanos de Cojedes, Guárico y Apure, y pudo escribirle jactancioso al mariscal de campo Juan Manuel Cajigal, capitán general español: “He recobrado las armas, las municiones y las banderas españolas que vuestra excelencia perdió en Carabobo” (en referencia a la primera batalla de Carabobo, 28/05/1814).
Los valencianos padecieron toda suerte de calamidades durante el asedio. Estuvieron obligados a comerse las bestias de carga y el cuero viejo de correas y monturas. Carecían de agua y medicamentos. Apenas un centenar de soldados defendían las últimas trincheras y parapetos. Cuando ya no era posible continuar la resistencia y a fin de intentar poner a salvo a lo que quedaba de su tropa y a los vecinos de la ciudad, el coronel Juan Escalona firmó con Boves la rendición. El tratado de capitulación que Boves juró cumplir ante Dios y frente al altar de la iglesia, contemplaba el respeto a la vida y la entrega de salvoconductos a los patriotas. Sin embargo, Boves lo violó inmediatamente y ordenó el degüello de los principales de la ciudad y de los jefes militares.
La historia, a través de testimonios de presentes, incluso del propio mariscal de campo Juan Manuel Cajigal, narra la terrible carnicería llevada a cabo por Boves. Mandó a celebrar una gran fiesta y obligó a punta de bayonetas a bailar a las niñas y señoras de Valencia mientras sus esposos, hermanos e hijos eran atravesados por las lanzas de la tropa. Fueron inútiles las lágrimas y las peticiones de clemencia, el baile sangriento al son de un tema muy popular en aquel entonces, llamado El Piquirico, continuó hasta cumplir las órdenes de ejecución. Boves llegó hasta a cantar junto a las jóvenes valencianas las canciones que entonaban los patriotas cuando festejaban su victoria sobre los realistas; y decía: “Por estar al lado de tan bellas damas valía mil veces más ser patriota que godo”.
El coronel Juan Escalona logró escapar de la capilla ardiente donde esperaba a sus verdugos, gracias al torrencial aguacero caído aquella noche. En medio del ruido de la lluvia y el descuido de la guardia preocupada en guarecerse del agua, Escalona subió por los tejados y cogió el monte.
Una vez rendida Valencia, Boves siguió con dos mil de sus hombres hacia Caracas por el camino viejo de San Pedro (Miranda); mientras Morales, con seis mil soldados de infantería y a caballo, iba sobre Barcelona por la ruta de los llanos con el objeto de liquidar los restos del ejército patriota y exterminar al Libertador, a quien ya consideraban definitivamente derrotado.
El Congreso de 1811 aprueba la bandera tricolor presentada por Francisco de Miranda y Francisco Isnardi
Un día como hoy, el 9 de julio de 1811, el Congreso de las Provincias Unidas de Venezuela, que había declarado la Independencia el día 5, aprobó la propuesta de bandera nacional presentada por los diputados Francisco de Miranda y Francisco Isnardi.
La bandera es la misma que había izado Francisco de Miranda en su expedición sobre Ocumare (Aragua) y que había levantado cuando tomó La Vela de Coro (Falcón), en el memorable primer intento de liberar a Venezuela.
Se trataba de una bandera tricolor con el amarillo, azul y rojo.
Esta bandera sería izada en la Plaza Mayor de Caracas por los hijos de José María España, mártir de la causa de la Independencia nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario