Analítica.com
Taller critico
Boves el Urogallo en el cine
Roberto Lovera De-Sola Lovera
Lunes, 20 de junio de 2011
Foto: Google
Para interpretar lo que debe significar el cine histórico en países como el nuestro, en donde la población, dada la inmensa crisis que vive la educación pública, tiene un escaso conocimiento de su pasado y de sus personajes, es necesario planteárselo como una forma de aprendizaje colectivo, por lo cual, respetando la recreación que se haga, debe contener una exposición cierta del personaje y del período que se trate en la cinta. No estamos diciendo con ello que pretendemos postular un cine para historiadores, ni proponer un modo distinto de lo que es el cine histórico, tan bien desarrollado por el Séptimo Arte desde sus inicios. Pero pensamos que entre nosotros este debe acercar a la gente, al pueblo, al corazón, a la entraña de su historia, cosa que se ha intentado muy bien últimamente entre nosotros al menos en dos películas Manuela Saenz, la libertadora del Libertador(2000) de Diego Rísquez Cupello(1949), protagonizada por Beatriz Vasquez y Miranda regresa(2007) de Luis Alberto Lamata(1959) con la magnífica encarnación de su protagonista por Jorge Reyes. La película de Rísquez se basó en un espléndido guión del poeta y guionista Leonardo Padrón(1959), la edición del guión se puede leer como un completo libro sobre la principal mujer de la época emancipadora, tan la investigación que lo respalda y la belleza de su estilo al escribir(Manuela Saenz, guión original. Caracas: AlterLibris,2001.208 p.). En Miranda regresa de Lamata, con un certero guión de Henry Herrera, logra mostrarnos en todos sus perfiles un personaje difícil de recrear en el cine por las numerosas facetas de su personalidad multiforme. Hay quien ha pensado que por haber sido una película contratada por el gobierno actual al director se le nota su sentido pedagógico. No la observamos, más bien, somos hondos conocedores del personaje que trata, más bien vimos en ella que se entregaba a los venezolanos, e incluso a los latinoamericanos, una película llena de empatía acerca del gran caraqueño, el hispanoamericano más importante del siglo XVIII, cosa que aun no hemos logrado ver ni comprender en todo su sentido los aquí nacidos.
En cambio, también en los últimos tiempos ha surgido dado al carácter del gobierno actual de Venezuela, un cine ideológico, un cine que usa la historia para mostrarla no como ella fue, que es lo que se debe hacer, sino como este régimen desea verla para que sirva a sus intereses. Nada más grave puede suceder. Arquetipo de ello fue la película de “Zamora, tierra y hombres libres”(2009) dirigida por Román Calbaud(1931), que pese a ser artísticamente impecable creación, en manos del maestro Chabaud no podía ser otra cosa, constituye la más amplia desfiguración de nuestra historia del siglo XIX y del caudillo de montoneras Ezequiel Zamora(1817-1860), tal el uso de la historia que se hizo en ella que nos sentimos en conciencia obligados a hacer una extenso comentario crítico poniendo las cosas en su lugar(ver nuestro “Un Zamora chavista”, en www.analitica.com: Caracas:Noviembre 2,2009).
En el caso de ”Taita Boves”(2010) de Luis Alberto Lamata esto volvió a suceder en parte, ahora vamos a mostrar esas dos facetas. En ningún momento, como lo hicimos en “Zamora, tierra y hombres libros” negamos el valor artístico de lo ofrecido si el modo de mirar nuestra historia.
Es por ello que el film “Taita Boves” de Lamata es una cuestionable visión de nuestra historia y del libro utilizado para basarse en él para de allí partir. Se dice en los créditos que la película es una versión libre de Boves, el Urogallo de Francisco Herrera Luque(1927-1991), ello no es así, no puede ni siquiera ser llamada “versión libérrima”, ni obra “libremente inspirado” en aquel gran libro como se dice en los créditos. Y ello porque como lo veremos, lo sustancial, lo esencial de la novela, su espiritu, sus mejores personajes, caso de Eugenia, uno de los grandes personajes femeninos de la novela venezolana en el último medio siglo, no aparece en ella, ni la esencia de la sociedad Mantuana de Caracas está allí, y sin ella, que es esencial en el escribir de Herrera Luque este novelista ni su creación existen, por ello no se puede hablar, en ningún momento, de que la que vemos, ya nosotros la hemos visto tres veces, dos de ellas con papel y pluma en la mano, deteniendo la película para hacer nuestras anotaciones, aquella no es una versión veraz de la novela herreriana, todo aquello que define al novelista, a su ámbito, a su mundo, no aparece en la película, por ello el espíritu del escritor Herrera Luque, lo que es esencial para comprenderlo, no está en “El taita Boves”. Y si el espíritu de una obra no está en su versión fílmica la película hecha no tiene sentido.
Es por lo indicado que de hecho, en verdad, esta es una película sobre José Tomás Boves(1782-1814) y no sobre el libro de Herrera Luque, pese a que ello se diga. Quienes hayan leído la novela de nuestro psiquiatra y escritor se darán cuenta de ello al ver la película. Los que ahora la lean, entusiasmados por la cinta, que es contagiosa y artísticamente impecable, no lo negamos, no encontraran para nada lo que pretendidamente se dice ofrecer en la película.
Hay una primera observación. Aquí no nos referimos todavía a Boves, el Urogallo sino a nuestra historia. Hay cambios y alteraciones tales que alteran el andar de los sucesos. Y es allí en donde no mostramos nuestra historia tal cual fue a nuestra gente, lo que debía ser la primera decisión de quien hace, en la Venezuela de hoy, cine histórico, máxime cuando su director es también un licenciado en historia de la Universidad Central de Venezuela y es autor de muy buenas recreaciones de nuestro pasado como lo son sus películas Jericó(1990), Desnudo con naranjas(1995) y Miranda regresa, esta última no ha sido celebrada como debiera ser por ser creación financiada por el gobierno, pero lo merece en todo sentido, siendo nosotros un disidente de esta administración(desde la propia madrugada del golpe contra la democracia) lo reconocemos y la elogiamos porque siendo un mirandófilo sabemos la esencia del logro de Lamata.
He aquí unos ejemplos: hay personajes que aparecen en Taita Boves en momentos en que no estaban en los lugares en donde se ponen en la película, tal el caso del general Diego Jalón(c1785-1814) quien si bien fue fusilado por Boves, tal como bien lo narra la película, lo fue tras la segunda batalla de La Puerta(Junio 15,1814), no estuvo en el famoso baile de Valencia(Abril 3,1814) estaba con el ejército patriota en otro lugar.
De hecho la versión de lo sucedió en el convite de Valencia, tal como se ve en la película, es lo más inverosímil que se pueda haber concebido, nada de lo que se ve pudo suceder pues el miedo cundió de forma extrema entre los asistentes que era imposible que mujer alguna intentara, en medio de aquello, asesinar a Boves. Tampoco es correcta la música del “Piquirrico” que se escucha en ese momento.
Pero la gravedad de lo que vemos es mayor, la película por momentos, se nos transforman en una de una recreación histórica de un momento de la guerra de Independencia, desde sus primeras escenas contra la iglesia y las convicciones religiosas de los venezolanos de entonces, se dice que el cielo, el paraíso, “lo cerraron entre la Iglesia y los ricos, perdieron la llave”. Esto no interpreta el sentido religioso de la gente de ese período, en la sociedad venezolana de entonces el catolicismo y la iglesia eran centrales en la sociedad, nadie hubiera dicho lo que se escucha en el film, esa es la confesión de un ateo de nuestro tiempo. Y así vista no es más que nada un acto de adulancia al presidente Hugo Chávez, muchas de cuyas ideas aparecen aquí y allí en la película como “taquitos” chavistas, estos se podrían enumerar y hacer su crítica. Esto último se corroboró, por ejemplo, en la frase final de la película, que estaba en la versión original que pudimos ver en la Villa del Cine antes de estreno, luego borrada de la que fue a los cines. Es esta: “Venezuela siempre ha buscado un Taita”, esto no deja de ser una horrorosa versión de la historia venezolana. Taitas tuvimos tres en nuestro pasado, Boves, el general José Antonio Páez(1790-1873) y Ezequiel Zamora. Páez nunca fue un asesino vesánico como Boves o auspiciador de la mortandad en el llano que produjo Zamora en 1859-1860, contienda en la que fue eliminado por la bala de un soldado del ejército del gobierno en San Carlos. El general Páez hombre inteligente e intuitivo, poco culto, es verdad, cuando llegó al poder, reaccionó, dejó de ser “taita” al rodearse de lo mejor de Venezuela y gobernar constructivamente a partir de 1830. En cambio Boves y Zamora, los “taitas” deseados por Luis Alberto Lamata, especialmente para elogiar al César imperante hoy, llenaron de sangre y horror a Venezuela: ¿es eso lo que deseamos los venezolanos?, ¡claro que no!. ¿Es eso lo que desean los venezolanos que siguen al presidente Chávez, ¡Claro que si!.¿Es ello el fundamento de militarismo chavista, anti bolivariano desde luego? Sin duda así es para nosotros. Usamos aquí la palabra “bolivariano” como la registra el Diccionario de la Real Academia y no en el sentido de la consigna política en que se ha convertido desde 1999, ahora los bolivarianos que siempre fuimos, nosotros desde la adolescencia, ya no nos podemos llamar así pues podría creerse que somos militantes del PSUV, ahora debemos llamarnos solo estudiosos del Libertador.
Debemos señalar, pues deseamos aquí poner todos los hechos sobre la mesa, que cuando Lamata decidió hacer la película sobre Boves, el Urogallo nos entregó la primera versión del guión para que lo examináramos. Lo leímos y escribimos un juicio del mismo que le entregamos(Marzo 1,2007), allí expresábamos una serie de observaciones, sobre todo en aquellos momentos en que veíamos que el guión no era fiel a la novela, argumentamos cada una de nuestras observaciones, producto de muchos años de estudio de la obra de Herrera Luque. Cuando le enviamos nuestro informe a la productora del film Luisa de La Ville nos llamó para agradecernos el trabajo. Un día por casualidad encontramos a Lamata y nos dijo, con evidente molestia por nuestra opinión, que se reuniría con nosotros para discutirlo. Eso nunca sucedió. Con el paso del tiempo nos invitó a presenciar, un fin de la semana en Valle de la Pascua, la filmación. Cuando llegamos allí nos impidió entrar, debimos irnos cogiendo el camino del Orinoco, de la Venezuela profunda. Comprendimos aquel día que estaba filmando una película distinta a la del guión que nos había dado a leer. Así fue. El guión que leímos y la película que está en los cines y que es fácil comprar en las esquinas de Caracas, que mucha gente ha visto, son distintas. La expresión con la que finalizaba la película, puesta en el generador de caracteres, “Venezuela siempre ha buscado un Taita” que nos horrorizó, ya no está, era un llamado a la violencia. Cuando vimos la película, y leímos aquello, no retiramos de la Villa del Cine sin pronunciar palabra alguna, la película no era histórica sino un acto de militancia política en la cual la historia se utiliza, como es la política del gobierno chavista, como un arma de la controversia política. Y los venezolanos que la han visto como una muestra de un momento de nuestra historia fueron engañados en su buena fe. Trascribimos aquí el juicio que escribimos para Lamata tras la lectura del guión que propuso a nuestra consideración, de hecho distinto a la película que se hizo y distribuyó. Esta película forma parte del gran asedio contra la memoria y la historia de Venezuela propiciada por el gobierno de Hugo Chávez, cerco que ha tratado de bloquear incluso la investigación histórica. Se ha propalado así una falsa visión de nuestro pasado, que contradice incluso la documentación, que es la esencia de todo examen de nuestra historia. Varios han sido los productos de estos, incluso lanzados masivamente, prueba de ello fue primero la película sobre Zamora, totalmente desfiguradora de la esencia de la acción de este caudillo de montoneras y del sentido de nuestra historia del siglo XIX. Es una verdadera lástima, por lo cual hay que levantar una palabra crítica, que la novela de Herrera Luque haya sido utilizada también como parte de este sitio, de ese cerco, típico de los gobiernos fascistas y comunistas, de alterar la historia. Y mucho más lamentable que un historiador bien formado y excelente hombre de cine y televisión, haya sido el autor de tal falsificación de momentos de nuestra historia y sobre del pensamiento de Herrera Luque. Más lastimoso cuando venía da darnos su película sobre Miranda cuya vida, como ya lo hemos anotado, fue correctamente y bellamente interpretada en ella. Y lo le antecedían sus obras trabajos, basados en la historia, como sus películas Jericó y Desnudo con naranjas visiones de nuestro pasado que sirven como argumento para que nuestra gente entiendan la historia de Venezuela. Es mucho más lastimoso aun que los militantes chavistas estén dispuestos a cualquier cosa por su supuesta revolución, que no lo es, así sea cambiando el sentido de nuestra historia, en donde descansa nuestra identidad como pueblo, para servir a una causa equivocada, la que nos ha llevado en doce años a Venezuela a ninguna parte, a ningún lugar que no sea el atraso, conduciéndonos al anti-desarrollo, a un régimen ideológicamente anacrónico, el propio de una “ideología de remplazo”, como ha indicado el profesor Germán Carrera Damas, ya que la izquierda universal se quedó sin banderas de ninguna índole al caer el socialismo autoritario junto con las últimas piedras del Muro de Berlín(Noviembre 10,1989), desapareció el comunismo, caído por su propio peso, las ideologías totalitarias y la izquierda marxista. Por lo tanto el régimen chavista es anti-histórico, también contra-histórico, incluso contradice una de las esencias del pensamiento de Carlos Marx(1818-1883) que dicen profesar, que era aquel en el que este llamó a un estudio coherente de la realidad como base para la creación de una política para un país. Desde luego, siendo esto así, sabemos que el marxismo es hoy solamente una teoría para ser estudiada en la universidades, se comprobó la imposibilidad de su práctica, se desplomó por si misma, entre otras cosas porque los pueblos no saben vivir sino en libertad, que ha sido el constante afán diario de las generaciones a través de la historia.
COMENTARIO AL PRIMER GUION DE BOVES, EL UROGALLO DE LUIS ALBERTO LAMATA
Esto fue lo que expresamos al leerlo: creemos que el guión es muy bueno. El libro en que se basa, Boves el Urogallo(1972) de Francisco Herrera Luque, está correctamente comprendido y bien expresado. En el guión está el espíritu del libro, su esencia, cabalmente expresada.
OBSERVACIONES
Creemos que tienes que hacer un esfuerzo cuidadoso, muy cuidadoso, en la elección del protagonista, eso es vital, porque sino la película no podrá sostenerse como debe; el actor debe hablar como un español pero con momentos del lenguaje propio de la Venezuela de los años de su acción; hay que fijarse que Boves era un español pero llegó tan joven a Venezuela, se dice que a los quince años, que cuando actuó en 1813 y 1814, los años de su epopeya, era prácticamente un venezolano.
Hay en el guión demasiadas malas palabras, groserías, sobre todo en las primeras veinte y tres páginas del guión. Siempre se ha acusado al cine venezolano de abusar de ellas. Nos hemos documentado con paciencia para poder comunicar ahora cuales de estas palabras no eran propias de la época de la Independencia.
MALAS PALABRAS
Al hacer las observaciones que siguen no puedo olvidar la observación del maestro Angel Rosenblat(1902-1984): ”Desde el punto de vista filológico no hay ‘malas palabras’, cualesquiera que sea la esfera de la vida material o espiritual a que pertenezca, tiene dignidad e interés histórico y humano”(Buenas y malas palabras. Caracas: Edime, 1969,t.I,p.11);
No tenemos prejuicios contra las malas palabras porque estas expresan estados de ánimo. Hay momentos en que si no se las usan la persona se muestra incapaz de expresar su emoción, esa que siente en un solo momento, en el que la pronuncia. Las malas palabras tienen un sentido. Es un arte utilizarlas en las obras de arte. Si son demasiadas pierden su hondo sentido. Damos un ejemplo: el mejor “carajo” de toda la literatura contemporánea en Venezuela está dicho en una novela de Rodolfo Izaguirre, la única publicada por él. Es novela de honda belleza. Me refiero a Alacranes: en ella sólo hay una mala palabra, ¡pero en qué lugar está¡¡ como se pronuncia¡¡Su significado es profundo¡¡No se puede decir otra¡. Está hacia el fin de esta hermosísima novela que no entendemos porque nunca se ha reeditado, después de su primera edición en 1968.
Hay que fijarse además que en Boves, el Urogallo hay muy pocas de las llamadas “palabras vulgares” y si muchos refranes y muchas maneras de decir propias de los venezolanos del tiempo en que se sucede la novela.
Estas son las usadas en el guión:
-“¡Ahora métanse su república por el culo”(p.1)
*Es una expresión usual entre nosotros. El uso de la palabra “culo” es muy antiguo, data de la Edad Media según Camilo José Cela(Diccionario del erotismo. Barcelona: Grijalbo,1988,t.I,p.348);
-¡”Esto es guardar bien, coño¡”(p.2)
*Aquí se usa “coño” como expresión gráfica, enfática, dentro del lenguaje. Distinta a su acepción erótica de la que nos ocuparemos más adelante;
-“¡Carajo¡”(p.3)
*de uso muy común, arraigado en el castellano que se habla entre nosotros;
-“¡Ahora si me cago en la leche¡”(p.3)
*Expresión hispana documentada en obras literarias desde años posteriores a la muerte de Boves, lo que hace pensar que ya se usaba entonces, en el año 1814;
-“¡Es así¡¡Y tu deberías cuidar el coño de sus hijas¡”(p.5)
*Como sinónimo de “vulva” es de muy antiguo uso, muy aclimatado dentro de la literatura libertina francesa del siglo XVIII, aunque para Camilo José Cela(1912-2002), filólogo connotado, es mucho más antigua en castellano, de la Edad Media(Diccionario del erotismo,t.I,p.315). Nuestra pregunta, que no hemos podido documentar pese a diversos intentos a través de obras linguísticas, es si se utilizaba este término en Venezuela en el siglo XVIII o XIX o si más bien proviene de un uso contemporáneo que puede provenir de la célebre novela erótica El coño de Irene(“poema anónimo” lo denomina Cela: Diccionario del erotismo,t.I,p.324) publicada en 1928 y muy elogiada por Octavio Paz (In/mediaciones. Barcelona: Seix Barral,1979,p.143-145) e infaltable en las colecciones de obras eróticas. “Coño” en su acepción sexual y erótica nunca la hemos leído en una obra de ficción venezolana, base del estudio lingüístico, o en la lengua coloquial o en lo que algunos creyeron llamar el “bajo español” para referirse a los estudios de la lengua de don Lisandro Alvarado(1858-1929), sin duda el segundo filólogo venezolano, el primero fue Rafael María Baralt(1810-1860). Bello sólo se ocupó de la gramática en general y no del estudio de cada palabra como lo hicieron Baralt, Alvarado y más tarde don Julio Calcaño(1840-1918). Debemos decir también en esta incursión en algunas de las palabras vulgares que están en el guión señalando que en general las obras filológicas venezolanas excluyen el estudio de las “groserías” privándonos así del examen de tan interesante y amplio asunto. La única excepción son los deliciosos y sabrosos reportajes del periodista Miseael Salazar Leidenz:El libro de las groserías (Caracas: Vadell, 1994.315 p.).
-“huevon”(p.46): en verdad al parecer no se utilizaba en la época de la Independencia. Su documentación más antigua se encuentra en los Glosarios del bajo español en Venezuela(Obras completas. Caracas: la Casa de Bello, 1995,t.III,p.136) de Lisandro Alvarado. En el Diccionario de venezolanismos (Caracas: universidad Central de Venezuela, 1993,t.I,p.540), dirigido por María Josefina Tejera, nos encontramos con que otras documentaciones de la misma palabra datan 1968 y 1981. Creo que se debe usar en la película porque observamos que no era propia de la época como tampoco lo es “huevonada” cuyo testimonio lo encontramos en el Diccionario de venezolanismos(t.I,p.540) a partir de 1969 en País portátil de Adriano González León(1931-2008) y más tarde, en 1971, en Historias de la calle Lincoln de Carlos Noguera(1943). Creemos que “mamahuevos” (p.21) debe tener la misma procedencia. Y, claro está, no es un venezolanismo como “huevo” y “huevonada”.
VUELTA AL GUION DE 2007
Creemos que desde el inicio, tanto el guión(y también la película) debe comenzar, desde la primera escena, indicando, con el generador de caracteres, en que sitio sucede esa escena y en que año y así indicarlo en cada una de las épocas en que sucede la historia porque hay momentos de los años 1813 y 1814 pero hay otra serie de sucesos que acaecen en otros momentos.
Sobre los personajes femeninos, muy importantes en la trama del libro y lo será de la película, tenemos una serie de observaciones que señalar: sobre algunos o habría que trabajar de nuevo o colocarlos en su exacta dimensión. Expresamos nuestras opiniones personales sobre ellos como crítico literario, como estudioso de la obra de Herrera Luque y como lector de la literatura sexual y erótica.
Nos referimos primero a Eugenia. Es la máxima creación femenina salida de la pluma de Herrera Luque. La segunda es la madre mantuana de Piar en Manual Piar, caudillo de los colores, la tercera Aracantir de Los amos del valle.
Para desarrollar a Eugenia bien en el cine se tiene que tener en cuenta en todo momento, y trasladarlo a las imágenes, con las cuales el film ganaría con algunos otros buenos desnudos(sin quitar lo que ya están) y preciosas expresiones de la sexualidad. Hay que saber, siempre siguiendo el libro de Herrera Luque, que ante todo que Eugenia es una criatura hondamente sexual, de “rabo caliente”(Boves, el Urogallo.24.ed.Caracas: Alfaguara,2001,p.59) como dice Herrera Luque. Eugenia es un ser quien se expresa humanamente con su cuerpo y piel, es en todo momento sensual y casi hipersexual como diríamos hoy. Eugenia fue formada sexualmente desde niña cuando escondida veía a su mamá hacer el amor, con los todos recovecos del erotismo, con un mulato cuando su papá estaba de viaje(¡Imaginamos la escena que sobre este punto se podría hacer¡). Esto es central en Eugenia. Y todas sus reacciones futuras vendrán de aquí y se desarrollaran desde ese hecho. Es un ser libre y libérrimo eróticamente así se tarde en consumar sus deseos por las características de la época y por lo vigilada que la tenían precisamente por razones de su ímpetu sexual, sobre todo Doñana. Por ello la actriz que vaya a hacer Eugenia debe ser escogida con cuidado porque no debe ser solo blanca, bella y catira, debe ser una fémina que sea capaz de recrear la atmósfera sexual dentro de que vive Eugenia y penetrar a la película con el hondo hálito de su sexualidad, incluso cuando es enviada al Convento para ponerle fin a sus devaneos sexuales que nunca la abandonaran.
Eugenia, por sus raíces sexuales, tiende a buscar sus parejas sexuales en hombres de color, ello es natural en ella, son los que la excitan. Por ello el mulato Machado es esencial en sus fantasías sexuales, por ello su encuentro con él en la “Emigración a Oriente” es central en su vida: el momento en que hacen el amor y ella luego se monta en su caballo y huyen juntos es fundamental y no debe ser eliminado de la película todo ese tramo durante la huida de los caraqueños a Oriente. Hay además de la de Herrera Luque otra magistral descripción de ese momento de nuestra historia, es el que se lee en Doña Inés contra el olvido(1992) de Ana Teresa Torres(1945). Por ello la historia que se lee en el guión que hemos tenido ante nuestros ojos sobre la entrega de Eugenia a Boves, es casi una violación, no es muy creíble y le quita un hondo sabor a la película. Conste que al decir esto no estamos proponiendo alargar la película con nuevas escenas sino que la historia de Eugenia sea autónoma a la de Inés Corrales, como lo es en el libro. Y que la huida de Eugenia y el Mulato se produzca al final de la “Emigración” que de hecho aparece en la película. La escena final, que está en el guión que se nos entregó, cuando Eugenia entra en su casa caraqueña y encuentra a Doñana y a la Poncha es bastante torpe, debe ser eliminada, le quita una inmensa intensidad a la película porque por nada Eugenia debe volver al redil Mantuano sino iniciar su vida con el Mulato, de hecho ello es así en la novela, Eugenia termina casándose con el Mulato Machado, cosa que se halla en la segunda página de En la casa del pez que escupe el agua(Caracas: Alfagura, 2002, p.26), la novela en la que continúa Boves, el Urogallo, que es la última novela de la trilogía que se inicia, cronológicamente, con Los amos del valle, aunque Herrera Luque los haya publicado de forma diversa. En verdad son Los amos del valle, Boves, el Urogallo y En la casa del pez que escupe el agua si los leemos en el orden de nuestra historia, es decir Colonia, Emancipación y Siglo XIX-XX. De hecho, también, toda la obra narrativa de Herrera Luque es una historia de Venezuela, escrita en clave de ficción. Si sus novelas se colocan en el orden de nuestra historia esto puede verse, como nosotros mismos lo hemos notar en uno de nuestros trabajos sobre él.
Y además el fin lógico de la película, es el heroico, es la muerte de Boves en Úrica, deceso que perfectamente puede ser el que el guionista imaginó: que lo mate Zaraza y lo remate finalmente Morales que va a ser su sucesor y quien siente envidia por él. Allí debe terminar la película y con una música estremecedora y apoteósica. De todas maneras ante tantas hipótesis de la muerte de Boves en Boves, el Urogallo su autor optó por dejar la muerte como la cuentan las crónicas y sin insinuar un autor determinado, quien aun desconocemos, aunque todo parece inclinarse hacia Pedro Zaraza, el “general cordillera”, como lo llamaban sus soldados, por el prematura color blanco de su pelo, aunque murió a los cincuenta años, el día de Úrica tenía treinta y nueve.
Por cierto el remate de Boves por Morales está sugerido por algún historiador de la época al cual cita Herrera Luque en una de las notas críticas de su libro, estas aparecen desde la edición de 1980. Ver la última línea de la nota 118(Boves, el Urogallo,p.361).
Nosotros creemos que la muchacha Zarrasqueta no debe aparecer más en la película después del baile en su casa cuando expulsan a Boves, este mata más tarde en venganza al padre.
Pero, y esto es sustancial en nuestra lectura, la cual ha sido muy apasionada porque el guión es de una riqueza inmensa: me parece muy importante no eliminar el encuentro con Inés, el verdadero amor de Boves. Los Corrales de Calabozo en la actualidad se sienten descendientes de Boves. Los actuales Figueredo no se si saben cuan amigo fue Boves de uno de sus ascendientes en San Carlos. Inés hay que preservarla, dejarla en su historia de amor con Boves que siempre transcurre, según la novela, en Calabozo. Creemos que se debe eliminar su intento de asesinato de Boves en Valencia.
Para su gran encuentro amoroso en Calabozo entre Boves e Inés creemos que bastaría con dirigir a Boves de Caracas a Calabozo donde los enamorados se encuentran y están juntos hasta que él parte para Úrica, dejando a Inés preñada y él ya convertido en Urogallo(el pájaro que muere cuando se enamora), donde fallece en el combate doblemente asesinado, como se narra en el guión: alanceado por Zaraza y rematado por Morales quien fue quien heredó su poder y era un monstruo como él.(Del otro lado también habían otros monstruos como Bermúdez o Arismendi).
Insistimos que se debe tratar a Eugenia en su periplo como esta la novela, fundir a Eugenia e Inés en un solo personaje nos parece un error garrafal, es contrario al espíritu del libro, que se debe respetar. Por ello el viaje de Eugenia al llano, el encuentro con Boves allá, que no está en la novela, y sobre todo el momento en que de vuelta ella llega a “La casa del pez” después de Úrica también debe ser eliminado porque empobrece la película que de hacerla tal y como está planteada en el guión, teniendo en cuenta las observaciones que hacemos, será un hito y quienes la vean volverán a ver que el tema central de su director es la historia de Venezuela como se ve en Jericó, en Desnudo con naranjas y en Miranda regresa, las que yo he visto y gozado. Tu Taita Boves será así la continuidad de un creador a quien las visiones de nuestra contradictoria historia asedian cada día, seguirás siendo así el hombre de cine que se hace las mil preguntas que miles de venezolanos nos hacemos sobre nuestro país, interrogantes que antes de nosotros se los hizo Herrera Luque y antes nuestros grandes pensadores y por ello, es mi opinión después de décadas de lecturas y relecturas de sus obras, la gente se volcó en sus libros porque allí encontró las respuestas a las preguntas que se hacían.
En cambio, también en los últimos tiempos ha surgido dado al carácter del gobierno actual de Venezuela, un cine ideológico, un cine que usa la historia para mostrarla no como ella fue, que es lo que se debe hacer, sino como este régimen desea verla para que sirva a sus intereses. Nada más grave puede suceder. Arquetipo de ello fue la película de “Zamora, tierra y hombres libres”(2009) dirigida por Román Calbaud(1931), que pese a ser artísticamente impecable creación, en manos del maestro Chabaud no podía ser otra cosa, constituye la más amplia desfiguración de nuestra historia del siglo XIX y del caudillo de montoneras Ezequiel Zamora(1817-1860), tal el uso de la historia que se hizo en ella que nos sentimos en conciencia obligados a hacer una extenso comentario crítico poniendo las cosas en su lugar(ver nuestro “Un Zamora chavista”, en www.analitica.com: Caracas:Noviembre 2,2009).
En el caso de ”Taita Boves”(2010) de Luis Alberto Lamata esto volvió a suceder en parte, ahora vamos a mostrar esas dos facetas. En ningún momento, como lo hicimos en “Zamora, tierra y hombres libros” negamos el valor artístico de lo ofrecido si el modo de mirar nuestra historia.
Es por ello que el film “Taita Boves” de Lamata es una cuestionable visión de nuestra historia y del libro utilizado para basarse en él para de allí partir. Se dice en los créditos que la película es una versión libre de Boves, el Urogallo de Francisco Herrera Luque(1927-1991), ello no es así, no puede ni siquiera ser llamada “versión libérrima”, ni obra “libremente inspirado” en aquel gran libro como se dice en los créditos. Y ello porque como lo veremos, lo sustancial, lo esencial de la novela, su espiritu, sus mejores personajes, caso de Eugenia, uno de los grandes personajes femeninos de la novela venezolana en el último medio siglo, no aparece en ella, ni la esencia de la sociedad Mantuana de Caracas está allí, y sin ella, que es esencial en el escribir de Herrera Luque este novelista ni su creación existen, por ello no se puede hablar, en ningún momento, de que la que vemos, ya nosotros la hemos visto tres veces, dos de ellas con papel y pluma en la mano, deteniendo la película para hacer nuestras anotaciones, aquella no es una versión veraz de la novela herreriana, todo aquello que define al novelista, a su ámbito, a su mundo, no aparece en la película, por ello el espíritu del escritor Herrera Luque, lo que es esencial para comprenderlo, no está en “El taita Boves”. Y si el espíritu de una obra no está en su versión fílmica la película hecha no tiene sentido.
Es por lo indicado que de hecho, en verdad, esta es una película sobre José Tomás Boves(1782-1814) y no sobre el libro de Herrera Luque, pese a que ello se diga. Quienes hayan leído la novela de nuestro psiquiatra y escritor se darán cuenta de ello al ver la película. Los que ahora la lean, entusiasmados por la cinta, que es contagiosa y artísticamente impecable, no lo negamos, no encontraran para nada lo que pretendidamente se dice ofrecer en la película.
Hay una primera observación. Aquí no nos referimos todavía a Boves, el Urogallo sino a nuestra historia. Hay cambios y alteraciones tales que alteran el andar de los sucesos. Y es allí en donde no mostramos nuestra historia tal cual fue a nuestra gente, lo que debía ser la primera decisión de quien hace, en la Venezuela de hoy, cine histórico, máxime cuando su director es también un licenciado en historia de la Universidad Central de Venezuela y es autor de muy buenas recreaciones de nuestro pasado como lo son sus películas Jericó(1990), Desnudo con naranjas(1995) y Miranda regresa, esta última no ha sido celebrada como debiera ser por ser creación financiada por el gobierno, pero lo merece en todo sentido, siendo nosotros un disidente de esta administración(desde la propia madrugada del golpe contra la democracia) lo reconocemos y la elogiamos porque siendo un mirandófilo sabemos la esencia del logro de Lamata.
He aquí unos ejemplos: hay personajes que aparecen en Taita Boves en momentos en que no estaban en los lugares en donde se ponen en la película, tal el caso del general Diego Jalón(c1785-1814) quien si bien fue fusilado por Boves, tal como bien lo narra la película, lo fue tras la segunda batalla de La Puerta(Junio 15,1814), no estuvo en el famoso baile de Valencia(Abril 3,1814) estaba con el ejército patriota en otro lugar.
De hecho la versión de lo sucedió en el convite de Valencia, tal como se ve en la película, es lo más inverosímil que se pueda haber concebido, nada de lo que se ve pudo suceder pues el miedo cundió de forma extrema entre los asistentes que era imposible que mujer alguna intentara, en medio de aquello, asesinar a Boves. Tampoco es correcta la música del “Piquirrico” que se escucha en ese momento.
Pero la gravedad de lo que vemos es mayor, la película por momentos, se nos transforman en una de una recreación histórica de un momento de la guerra de Independencia, desde sus primeras escenas contra la iglesia y las convicciones religiosas de los venezolanos de entonces, se dice que el cielo, el paraíso, “lo cerraron entre la Iglesia y los ricos, perdieron la llave”. Esto no interpreta el sentido religioso de la gente de ese período, en la sociedad venezolana de entonces el catolicismo y la iglesia eran centrales en la sociedad, nadie hubiera dicho lo que se escucha en el film, esa es la confesión de un ateo de nuestro tiempo. Y así vista no es más que nada un acto de adulancia al presidente Hugo Chávez, muchas de cuyas ideas aparecen aquí y allí en la película como “taquitos” chavistas, estos se podrían enumerar y hacer su crítica. Esto último se corroboró, por ejemplo, en la frase final de la película, que estaba en la versión original que pudimos ver en la Villa del Cine antes de estreno, luego borrada de la que fue a los cines. Es esta: “Venezuela siempre ha buscado un Taita”, esto no deja de ser una horrorosa versión de la historia venezolana. Taitas tuvimos tres en nuestro pasado, Boves, el general José Antonio Páez(1790-1873) y Ezequiel Zamora. Páez nunca fue un asesino vesánico como Boves o auspiciador de la mortandad en el llano que produjo Zamora en 1859-1860, contienda en la que fue eliminado por la bala de un soldado del ejército del gobierno en San Carlos. El general Páez hombre inteligente e intuitivo, poco culto, es verdad, cuando llegó al poder, reaccionó, dejó de ser “taita” al rodearse de lo mejor de Venezuela y gobernar constructivamente a partir de 1830. En cambio Boves y Zamora, los “taitas” deseados por Luis Alberto Lamata, especialmente para elogiar al César imperante hoy, llenaron de sangre y horror a Venezuela: ¿es eso lo que deseamos los venezolanos?, ¡claro que no!. ¿Es eso lo que desean los venezolanos que siguen al presidente Chávez, ¡Claro que si!.¿Es ello el fundamento de militarismo chavista, anti bolivariano desde luego? Sin duda así es para nosotros. Usamos aquí la palabra “bolivariano” como la registra el Diccionario de la Real Academia y no en el sentido de la consigna política en que se ha convertido desde 1999, ahora los bolivarianos que siempre fuimos, nosotros desde la adolescencia, ya no nos podemos llamar así pues podría creerse que somos militantes del PSUV, ahora debemos llamarnos solo estudiosos del Libertador.
Debemos señalar, pues deseamos aquí poner todos los hechos sobre la mesa, que cuando Lamata decidió hacer la película sobre Boves, el Urogallo nos entregó la primera versión del guión para que lo examináramos. Lo leímos y escribimos un juicio del mismo que le entregamos(Marzo 1,2007), allí expresábamos una serie de observaciones, sobre todo en aquellos momentos en que veíamos que el guión no era fiel a la novela, argumentamos cada una de nuestras observaciones, producto de muchos años de estudio de la obra de Herrera Luque. Cuando le enviamos nuestro informe a la productora del film Luisa de La Ville nos llamó para agradecernos el trabajo. Un día por casualidad encontramos a Lamata y nos dijo, con evidente molestia por nuestra opinión, que se reuniría con nosotros para discutirlo. Eso nunca sucedió. Con el paso del tiempo nos invitó a presenciar, un fin de la semana en Valle de la Pascua, la filmación. Cuando llegamos allí nos impidió entrar, debimos irnos cogiendo el camino del Orinoco, de la Venezuela profunda. Comprendimos aquel día que estaba filmando una película distinta a la del guión que nos había dado a leer. Así fue. El guión que leímos y la película que está en los cines y que es fácil comprar en las esquinas de Caracas, que mucha gente ha visto, son distintas. La expresión con la que finalizaba la película, puesta en el generador de caracteres, “Venezuela siempre ha buscado un Taita” que nos horrorizó, ya no está, era un llamado a la violencia. Cuando vimos la película, y leímos aquello, no retiramos de la Villa del Cine sin pronunciar palabra alguna, la película no era histórica sino un acto de militancia política en la cual la historia se utiliza, como es la política del gobierno chavista, como un arma de la controversia política. Y los venezolanos que la han visto como una muestra de un momento de nuestra historia fueron engañados en su buena fe. Trascribimos aquí el juicio que escribimos para Lamata tras la lectura del guión que propuso a nuestra consideración, de hecho distinto a la película que se hizo y distribuyó. Esta película forma parte del gran asedio contra la memoria y la historia de Venezuela propiciada por el gobierno de Hugo Chávez, cerco que ha tratado de bloquear incluso la investigación histórica. Se ha propalado así una falsa visión de nuestro pasado, que contradice incluso la documentación, que es la esencia de todo examen de nuestra historia. Varios han sido los productos de estos, incluso lanzados masivamente, prueba de ello fue primero la película sobre Zamora, totalmente desfiguradora de la esencia de la acción de este caudillo de montoneras y del sentido de nuestra historia del siglo XIX. Es una verdadera lástima, por lo cual hay que levantar una palabra crítica, que la novela de Herrera Luque haya sido utilizada también como parte de este sitio, de ese cerco, típico de los gobiernos fascistas y comunistas, de alterar la historia. Y mucho más lamentable que un historiador bien formado y excelente hombre de cine y televisión, haya sido el autor de tal falsificación de momentos de nuestra historia y sobre del pensamiento de Herrera Luque. Más lastimoso cuando venía da darnos su película sobre Miranda cuya vida, como ya lo hemos anotado, fue correctamente y bellamente interpretada en ella. Y lo le antecedían sus obras trabajos, basados en la historia, como sus películas Jericó y Desnudo con naranjas visiones de nuestro pasado que sirven como argumento para que nuestra gente entiendan la historia de Venezuela. Es mucho más lastimoso aun que los militantes chavistas estén dispuestos a cualquier cosa por su supuesta revolución, que no lo es, así sea cambiando el sentido de nuestra historia, en donde descansa nuestra identidad como pueblo, para servir a una causa equivocada, la que nos ha llevado en doce años a Venezuela a ninguna parte, a ningún lugar que no sea el atraso, conduciéndonos al anti-desarrollo, a un régimen ideológicamente anacrónico, el propio de una “ideología de remplazo”, como ha indicado el profesor Germán Carrera Damas, ya que la izquierda universal se quedó sin banderas de ninguna índole al caer el socialismo autoritario junto con las últimas piedras del Muro de Berlín(Noviembre 10,1989), desapareció el comunismo, caído por su propio peso, las ideologías totalitarias y la izquierda marxista. Por lo tanto el régimen chavista es anti-histórico, también contra-histórico, incluso contradice una de las esencias del pensamiento de Carlos Marx(1818-1883) que dicen profesar, que era aquel en el que este llamó a un estudio coherente de la realidad como base para la creación de una política para un país. Desde luego, siendo esto así, sabemos que el marxismo es hoy solamente una teoría para ser estudiada en la universidades, se comprobó la imposibilidad de su práctica, se desplomó por si misma, entre otras cosas porque los pueblos no saben vivir sino en libertad, que ha sido el constante afán diario de las generaciones a través de la historia.
COMENTARIO AL PRIMER GUION DE BOVES, EL UROGALLO DE LUIS ALBERTO LAMATA
Esto fue lo que expresamos al leerlo: creemos que el guión es muy bueno. El libro en que se basa, Boves el Urogallo(1972) de Francisco Herrera Luque, está correctamente comprendido y bien expresado. En el guión está el espíritu del libro, su esencia, cabalmente expresada.
OBSERVACIONES
Creemos que tienes que hacer un esfuerzo cuidadoso, muy cuidadoso, en la elección del protagonista, eso es vital, porque sino la película no podrá sostenerse como debe; el actor debe hablar como un español pero con momentos del lenguaje propio de la Venezuela de los años de su acción; hay que fijarse que Boves era un español pero llegó tan joven a Venezuela, se dice que a los quince años, que cuando actuó en 1813 y 1814, los años de su epopeya, era prácticamente un venezolano.
Hay en el guión demasiadas malas palabras, groserías, sobre todo en las primeras veinte y tres páginas del guión. Siempre se ha acusado al cine venezolano de abusar de ellas. Nos hemos documentado con paciencia para poder comunicar ahora cuales de estas palabras no eran propias de la época de la Independencia.
MALAS PALABRAS
Al hacer las observaciones que siguen no puedo olvidar la observación del maestro Angel Rosenblat(1902-1984): ”Desde el punto de vista filológico no hay ‘malas palabras’, cualesquiera que sea la esfera de la vida material o espiritual a que pertenezca, tiene dignidad e interés histórico y humano”(Buenas y malas palabras. Caracas: Edime, 1969,t.I,p.11);
No tenemos prejuicios contra las malas palabras porque estas expresan estados de ánimo. Hay momentos en que si no se las usan la persona se muestra incapaz de expresar su emoción, esa que siente en un solo momento, en el que la pronuncia. Las malas palabras tienen un sentido. Es un arte utilizarlas en las obras de arte. Si son demasiadas pierden su hondo sentido. Damos un ejemplo: el mejor “carajo” de toda la literatura contemporánea en Venezuela está dicho en una novela de Rodolfo Izaguirre, la única publicada por él. Es novela de honda belleza. Me refiero a Alacranes: en ella sólo hay una mala palabra, ¡pero en qué lugar está¡¡ como se pronuncia¡¡Su significado es profundo¡¡No se puede decir otra¡. Está hacia el fin de esta hermosísima novela que no entendemos porque nunca se ha reeditado, después de su primera edición en 1968.
Hay que fijarse además que en Boves, el Urogallo hay muy pocas de las llamadas “palabras vulgares” y si muchos refranes y muchas maneras de decir propias de los venezolanos del tiempo en que se sucede la novela.
Estas son las usadas en el guión:
-“¡Ahora métanse su república por el culo”(p.1)
*Es una expresión usual entre nosotros. El uso de la palabra “culo” es muy antiguo, data de la Edad Media según Camilo José Cela(Diccionario del erotismo. Barcelona: Grijalbo,1988,t.I,p.348);
-¡”Esto es guardar bien, coño¡”(p.2)
*Aquí se usa “coño” como expresión gráfica, enfática, dentro del lenguaje. Distinta a su acepción erótica de la que nos ocuparemos más adelante;
-“¡Carajo¡”(p.3)
*de uso muy común, arraigado en el castellano que se habla entre nosotros;
-“¡Ahora si me cago en la leche¡”(p.3)
*Expresión hispana documentada en obras literarias desde años posteriores a la muerte de Boves, lo que hace pensar que ya se usaba entonces, en el año 1814;
-“¡Es así¡¡Y tu deberías cuidar el coño de sus hijas¡”(p.5)
*Como sinónimo de “vulva” es de muy antiguo uso, muy aclimatado dentro de la literatura libertina francesa del siglo XVIII, aunque para Camilo José Cela(1912-2002), filólogo connotado, es mucho más antigua en castellano, de la Edad Media(Diccionario del erotismo,t.I,p.315). Nuestra pregunta, que no hemos podido documentar pese a diversos intentos a través de obras linguísticas, es si se utilizaba este término en Venezuela en el siglo XVIII o XIX o si más bien proviene de un uso contemporáneo que puede provenir de la célebre novela erótica El coño de Irene(“poema anónimo” lo denomina Cela: Diccionario del erotismo,t.I,p.324) publicada en 1928 y muy elogiada por Octavio Paz (In/mediaciones. Barcelona: Seix Barral,1979,p.143-145) e infaltable en las colecciones de obras eróticas. “Coño” en su acepción sexual y erótica nunca la hemos leído en una obra de ficción venezolana, base del estudio lingüístico, o en la lengua coloquial o en lo que algunos creyeron llamar el “bajo español” para referirse a los estudios de la lengua de don Lisandro Alvarado(1858-1929), sin duda el segundo filólogo venezolano, el primero fue Rafael María Baralt(1810-1860). Bello sólo se ocupó de la gramática en general y no del estudio de cada palabra como lo hicieron Baralt, Alvarado y más tarde don Julio Calcaño(1840-1918). Debemos decir también en esta incursión en algunas de las palabras vulgares que están en el guión señalando que en general las obras filológicas venezolanas excluyen el estudio de las “groserías” privándonos así del examen de tan interesante y amplio asunto. La única excepción son los deliciosos y sabrosos reportajes del periodista Miseael Salazar Leidenz:El libro de las groserías (Caracas: Vadell, 1994.315 p.).
-“huevon”(p.46): en verdad al parecer no se utilizaba en la época de la Independencia. Su documentación más antigua se encuentra en los Glosarios del bajo español en Venezuela(Obras completas. Caracas: la Casa de Bello, 1995,t.III,p.136) de Lisandro Alvarado. En el Diccionario de venezolanismos (Caracas: universidad Central de Venezuela, 1993,t.I,p.540), dirigido por María Josefina Tejera, nos encontramos con que otras documentaciones de la misma palabra datan 1968 y 1981. Creo que se debe usar en la película porque observamos que no era propia de la época como tampoco lo es “huevonada” cuyo testimonio lo encontramos en el Diccionario de venezolanismos(t.I,p.540) a partir de 1969 en País portátil de Adriano González León(1931-2008) y más tarde, en 1971, en Historias de la calle Lincoln de Carlos Noguera(1943). Creemos que “mamahuevos” (p.21) debe tener la misma procedencia. Y, claro está, no es un venezolanismo como “huevo” y “huevonada”.
VUELTA AL GUION DE 2007
Creemos que desde el inicio, tanto el guión(y también la película) debe comenzar, desde la primera escena, indicando, con el generador de caracteres, en que sitio sucede esa escena y en que año y así indicarlo en cada una de las épocas en que sucede la historia porque hay momentos de los años 1813 y 1814 pero hay otra serie de sucesos que acaecen en otros momentos.
Sobre los personajes femeninos, muy importantes en la trama del libro y lo será de la película, tenemos una serie de observaciones que señalar: sobre algunos o habría que trabajar de nuevo o colocarlos en su exacta dimensión. Expresamos nuestras opiniones personales sobre ellos como crítico literario, como estudioso de la obra de Herrera Luque y como lector de la literatura sexual y erótica.
Nos referimos primero a Eugenia. Es la máxima creación femenina salida de la pluma de Herrera Luque. La segunda es la madre mantuana de Piar en Manual Piar, caudillo de los colores, la tercera Aracantir de Los amos del valle.
Para desarrollar a Eugenia bien en el cine se tiene que tener en cuenta en todo momento, y trasladarlo a las imágenes, con las cuales el film ganaría con algunos otros buenos desnudos(sin quitar lo que ya están) y preciosas expresiones de la sexualidad. Hay que saber, siempre siguiendo el libro de Herrera Luque, que ante todo que Eugenia es una criatura hondamente sexual, de “rabo caliente”(Boves, el Urogallo.24.ed.Caracas: Alfaguara,2001,p.59) como dice Herrera Luque. Eugenia es un ser quien se expresa humanamente con su cuerpo y piel, es en todo momento sensual y casi hipersexual como diríamos hoy. Eugenia fue formada sexualmente desde niña cuando escondida veía a su mamá hacer el amor, con los todos recovecos del erotismo, con un mulato cuando su papá estaba de viaje(¡Imaginamos la escena que sobre este punto se podría hacer¡). Esto es central en Eugenia. Y todas sus reacciones futuras vendrán de aquí y se desarrollaran desde ese hecho. Es un ser libre y libérrimo eróticamente así se tarde en consumar sus deseos por las características de la época y por lo vigilada que la tenían precisamente por razones de su ímpetu sexual, sobre todo Doñana. Por ello la actriz que vaya a hacer Eugenia debe ser escogida con cuidado porque no debe ser solo blanca, bella y catira, debe ser una fémina que sea capaz de recrear la atmósfera sexual dentro de que vive Eugenia y penetrar a la película con el hondo hálito de su sexualidad, incluso cuando es enviada al Convento para ponerle fin a sus devaneos sexuales que nunca la abandonaran.
Eugenia, por sus raíces sexuales, tiende a buscar sus parejas sexuales en hombres de color, ello es natural en ella, son los que la excitan. Por ello el mulato Machado es esencial en sus fantasías sexuales, por ello su encuentro con él en la “Emigración a Oriente” es central en su vida: el momento en que hacen el amor y ella luego se monta en su caballo y huyen juntos es fundamental y no debe ser eliminado de la película todo ese tramo durante la huida de los caraqueños a Oriente. Hay además de la de Herrera Luque otra magistral descripción de ese momento de nuestra historia, es el que se lee en Doña Inés contra el olvido(1992) de Ana Teresa Torres(1945). Por ello la historia que se lee en el guión que hemos tenido ante nuestros ojos sobre la entrega de Eugenia a Boves, es casi una violación, no es muy creíble y le quita un hondo sabor a la película. Conste que al decir esto no estamos proponiendo alargar la película con nuevas escenas sino que la historia de Eugenia sea autónoma a la de Inés Corrales, como lo es en el libro. Y que la huida de Eugenia y el Mulato se produzca al final de la “Emigración” que de hecho aparece en la película. La escena final, que está en el guión que se nos entregó, cuando Eugenia entra en su casa caraqueña y encuentra a Doñana y a la Poncha es bastante torpe, debe ser eliminada, le quita una inmensa intensidad a la película porque por nada Eugenia debe volver al redil Mantuano sino iniciar su vida con el Mulato, de hecho ello es así en la novela, Eugenia termina casándose con el Mulato Machado, cosa que se halla en la segunda página de En la casa del pez que escupe el agua(Caracas: Alfagura, 2002, p.26), la novela en la que continúa Boves, el Urogallo, que es la última novela de la trilogía que se inicia, cronológicamente, con Los amos del valle, aunque Herrera Luque los haya publicado de forma diversa. En verdad son Los amos del valle, Boves, el Urogallo y En la casa del pez que escupe el agua si los leemos en el orden de nuestra historia, es decir Colonia, Emancipación y Siglo XIX-XX. De hecho, también, toda la obra narrativa de Herrera Luque es una historia de Venezuela, escrita en clave de ficción. Si sus novelas se colocan en el orden de nuestra historia esto puede verse, como nosotros mismos lo hemos notar en uno de nuestros trabajos sobre él.
Y además el fin lógico de la película, es el heroico, es la muerte de Boves en Úrica, deceso que perfectamente puede ser el que el guionista imaginó: que lo mate Zaraza y lo remate finalmente Morales que va a ser su sucesor y quien siente envidia por él. Allí debe terminar la película y con una música estremecedora y apoteósica. De todas maneras ante tantas hipótesis de la muerte de Boves en Boves, el Urogallo su autor optó por dejar la muerte como la cuentan las crónicas y sin insinuar un autor determinado, quien aun desconocemos, aunque todo parece inclinarse hacia Pedro Zaraza, el “general cordillera”, como lo llamaban sus soldados, por el prematura color blanco de su pelo, aunque murió a los cincuenta años, el día de Úrica tenía treinta y nueve.
Por cierto el remate de Boves por Morales está sugerido por algún historiador de la época al cual cita Herrera Luque en una de las notas críticas de su libro, estas aparecen desde la edición de 1980. Ver la última línea de la nota 118(Boves, el Urogallo,p.361).
Nosotros creemos que la muchacha Zarrasqueta no debe aparecer más en la película después del baile en su casa cuando expulsan a Boves, este mata más tarde en venganza al padre.
Pero, y esto es sustancial en nuestra lectura, la cual ha sido muy apasionada porque el guión es de una riqueza inmensa: me parece muy importante no eliminar el encuentro con Inés, el verdadero amor de Boves. Los Corrales de Calabozo en la actualidad se sienten descendientes de Boves. Los actuales Figueredo no se si saben cuan amigo fue Boves de uno de sus ascendientes en San Carlos. Inés hay que preservarla, dejarla en su historia de amor con Boves que siempre transcurre, según la novela, en Calabozo. Creemos que se debe eliminar su intento de asesinato de Boves en Valencia.
Para su gran encuentro amoroso en Calabozo entre Boves e Inés creemos que bastaría con dirigir a Boves de Caracas a Calabozo donde los enamorados se encuentran y están juntos hasta que él parte para Úrica, dejando a Inés preñada y él ya convertido en Urogallo(el pájaro que muere cuando se enamora), donde fallece en el combate doblemente asesinado, como se narra en el guión: alanceado por Zaraza y rematado por Morales quien fue quien heredó su poder y era un monstruo como él.(Del otro lado también habían otros monstruos como Bermúdez o Arismendi).
Insistimos que se debe tratar a Eugenia en su periplo como esta la novela, fundir a Eugenia e Inés en un solo personaje nos parece un error garrafal, es contrario al espíritu del libro, que se debe respetar. Por ello el viaje de Eugenia al llano, el encuentro con Boves allá, que no está en la novela, y sobre todo el momento en que de vuelta ella llega a “La casa del pez” después de Úrica también debe ser eliminado porque empobrece la película que de hacerla tal y como está planteada en el guión, teniendo en cuenta las observaciones que hacemos, será un hito y quienes la vean volverán a ver que el tema central de su director es la historia de Venezuela como se ve en Jericó, en Desnudo con naranjas y en Miranda regresa, las que yo he visto y gozado. Tu Taita Boves será así la continuidad de un creador a quien las visiones de nuestra contradictoria historia asedian cada día, seguirás siendo así el hombre de cine que se hace las mil preguntas que miles de venezolanos nos hacemos sobre nuestro país, interrogantes que antes de nosotros se los hizo Herrera Luque y antes nuestros grandes pensadores y por ello, es mi opinión después de décadas de lecturas y relecturas de sus obras, la gente se volcó en sus libros porque allí encontró las respuestas a las preguntas que se hacían.
A propósito del Bicentenario de la Batalla de Urica
ResponderEliminarFUE ZARAZA QUIEN MATÓ A BOVES
Por Víctor Belis
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