El señor Fachin no sabe lo trascendente de su reflexión y los puntos importantes que toca de la vida de Cora Páez en su ejercicio como mujer de la sociedad valenciana que experimenta momentos que leídos en clave espiritual, son muy simbólicos por su contenido, con lo que debe ser la toma de conciencia de la nueva humanidad, justamente signada por el retorno del poder de la mujer, de la recuperación de la
importancia de la Diosa en el camino de retorno que la humanidad ha emprendido hacia su Origen, dejando atrás los falsos poderes que sobre todo la han consumido como un "cáncer" en las últimas décadas.
Hoy particularmente las Escrituras leídas en la Misa Dominical apoyan ésto que estoy diciendo y me parece fabuloso analizar lo escrito por el Sr. Fachín a la Luz de lo expresado por Isaías 55-6-9, San Pablo en Fl 1, 20c-24,27a Y Mt. 20, 1-16.
El referente principal es este texto de Isaías, para presentar el ambiente en el
que se ha convertido la cultura y la sociedad venezolana a partir de 1980 y la valenciana en este caso particular, cuya importancia para el país es crucial desde los aborígenes que la nominaban cruce de caminos del
territorio que hoy es Venezuela y luego será Capital del recién creado país como NACION LIBRE Y SOBERANA AL FIN en 1830, y que en este momento está en la tentación de ser eje de traición consumada por la ambición y soberbia de un pardo dominante que POR RESENTIMIENTO TEMIDO POR SIMON BOLIVAR A LO LARGO DE SU VIDA, calla la verdadera esencia del pueblo VENEZOLANO representado en su hijo, haciendo realidad un segundo movimiento de la primera Cosiata histórica, esta vez en una ANTICOSIATA en contra del país que se hizo libre justamente por las acciones tomadas en sus tierras.ESA REALIDAD TERRIBLE LA REFIERE FACHIN EN ESTE PÁRRAFO EXCELENTE:"por cuanto estoy convencido de que entramos en la consolidación de la decadencia cultural en Carabobo y especialmente en Valencia, el desarrollo cultural entra en su etapa más oscura y el otrora esplendor ha llegado a su fin, se abre la degradación y banalización de la cultura"
Cora ha sido destituida sin razones válidas aparentes, colocándola al escarnio público, por cuanto cuando intempestivamente se destituye a un funcionario, sin apelar al más elemental de los fundamentos del civismo socio-político, que nos exige dar cuenta de las razones que obligan a tal destitución, se deja abierta la aviesa puerta de las conjeturas y las maledicencias, con la suerte de que la dignidad de Cora y su sentimiento filantrópico-cultural son reconocidos por toda nuestra sociedad. La destitución es una muestra absoluta de falta de respeto a la funcionaria y a la comunidad carabobeña, me pregunto, ¿decimos, como Discépolo en Cambalache, "¡Qué falta de respeto! ¡Qué atropello a la razón!"?
En el caso de Cora, dama valenciana de alta estimación, pienso que estamos frente a pautas o códigos de comportamiento oficial donde no existe el respeto al ser humano ni al orden establecido por la convivencia ciudadana, lo que nos lleva al desconcierto y la confusión, convirtiendo la cultura carabobeña en un triste juguete del destino y del capricho del gobernante de turno... Estas actitudes son un bumerán. Lo que se hace sin el consenso de la hidalguía, llama la atención, deja una estela de engaños y decisiones injustas y antidemocráticas. Lamentablemente esas decisiones no se discuten y, por lo que veo, tampoco se aclaran; oportunamente la luz brillará en los espacios culturales para recomponer los valores hoy degradados, la destitución de Cora, siniestra obra del "asesor personal del gobernador", viene a consolidar la invasión ilegal del Ateneo de Valencia, esa es la herencia de tan lamentable decisión.
¿Cuánto tiempo llevará restaurar las heridas abiertas en el corpus institucional de la cultura en Carabobo? ¿Cuántos esfuerzos habrá de demandarse a los carabobeños para superar la encrucijada a la que se nos ha llevado? ¿Qué precio deberemos pagar más adelante para restaurar los valores culturales degradados?
¿Cómo creer una sola palabra de los gobernantes cuando se legitima desde la más elevada esfera pública la desfachatez de la invasión al Ateneo de Valencia, gracias a una interesada y perniciosa asesoría?..."
LIBRO DE ISAIAS.
Capítulo 1
Una nación pecadora 1:1 Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
1:2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
1:3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
1:4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
1:5 ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
1:6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
1:7 Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.
1:8 Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
1:9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
Llamamiento al arrepentimiento verdadero
1:10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
1:11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
1:12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?
1:13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
1:14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
1:15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
1:16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
1:17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
1:19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
1:20 si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.
Juicio y redención de Jerusalén
1:21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas.
1:22 Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.
1:23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
1:24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;
1:25 y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.
1:26 Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.
1:27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.
1:28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.
1:29 Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis.
1:30 Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.
1:31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.
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