Gracias a Dios que se fue por Caracas, porque si no lo agarran Los 4RC y qué sabe que inventan!!!
Parece irónico, pero la exposición que se guía en la programación de la Quinta La Isabela, segun organigrama de Cora Páez y Pedro Douihi era una colectiva de Eulalio Toledo Tovar, a quien
Armando Pérez debe tanto...Hubiera
sido bonito que el siempre protector y desprendido Toledo Tovar, viera el resultado de sus diligencias entre tantas, para la beca de Armando en París con la exposición de éste en Caracas estando la suya en Valencia. Bueno, cosas de la vida...
Armando Pérez: "Mi estilo es bastante obsesivo"
El artista expone en la Galería Dimaca de Los Palos Grandes "Puertas al infinito"
Luego de 12 años sin exponer en Caracas el artista presenta su obra en gran y mediano formato OSWER DÍAZ
DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL
sábado 24 de septiembre de 2011 12:00 AM
Una cascada de colores invade, literalmente, las obras de Armando Pérez (Lara, 1936). El ganador del Premio Arturo Michelena 1961 muestra sus obras recientes luego de 12 años sin exponer en Caracas. Piezas que, indiscutiblemente, conservan su estilo en la transparencia en el color; y su temática a través de las máscaras con características griegas.
La exposición Puertas al infinito, que estará en la Galería Dimaca de Los Palos Grandes hasta el 16 de octubre, deja constancia del marcado interés que el artista plástico tiene hacía el color. Interés que no se consigue disimular a pesar de los personajes, casi humano, y las máscaras que coloca frente a sus tonalidades.
Incluso, se declara obsesivo por su estilo de pintura. "Por convicción, mi estilo es bastante obsesivo. Creo que eso es muy importante para poder desarrollar una obra. Aunque me la paso siempre cuestionándome o preguntándome a lo largo de todo el proceso creativo. Analizo la obra, porque siempre se está evolucionando. ¡Me obsesiona el estilo!", afirma Armando Pérez, quien también expone en Dimaca tres maquetas de murales como Horizontes que se encuentra en la Universidad José Antonio Páez; o Los mensajeros que construyó en el Instituto Universitario Tecnológico Juan Pablo Pérez Alfonzo.
Durante mucho tiempo el artista trabajó con óleo sus telas, pero cuando descubrió el acrílico las tonalidades de sus obras cambiaron. Sus máscaras se hicieron más intimistas y sus personajes más humanos.
"Son mezclas de colores. Por ejemplo, mis temas plásticos siempre han sido las máscaras y personajes con rasgos humanos. Lo que me ha gustado de trabajar con las máscaras es que siempre hay una sugerencia. Eso lo interpreta la persona que ve mi obra, porque en ella se topan con demasiadas lecturas. Las máscaras ponen a trabajar a la gente para tratar de identificarlas. Por eso se convierte en un tema interminable", asegura.
Al mirar esas máscaras saltan a la vista semejanzas entre las piezas y Pérez. Su mira seria, pero tranquila; su sonrisa tímida y sus rasgos fuertes son percibidos en el recorrido.
La novedad en esta exposición son las puertas que crea Pérez . "En mi obra ahora se hacen puertas y espacios", afirma mientras toca una de sus piezas. "Sí, son puertas que uno puede utilizar. Una puerta es algo muy subjetivo. Hay mundos tanto por delante como por detrás de ellas. Pero no sabes con qué te vas a encontrar al abrirla, qué vas a conseguir. Es un mundo subjetivo e imaginativo", remata.
La exposición Puertas al infinito, que estará en la Galería Dimaca de Los Palos Grandes hasta el 16 de octubre, deja constancia del marcado interés que el artista plástico tiene hacía el color. Interés que no se consigue disimular a pesar de los personajes, casi humano, y las máscaras que coloca frente a sus tonalidades.
Incluso, se declara obsesivo por su estilo de pintura. "Por convicción, mi estilo es bastante obsesivo. Creo que eso es muy importante para poder desarrollar una obra. Aunque me la paso siempre cuestionándome o preguntándome a lo largo de todo el proceso creativo. Analizo la obra, porque siempre se está evolucionando. ¡Me obsesiona el estilo!", afirma Armando Pérez, quien también expone en Dimaca tres maquetas de murales como Horizontes que se encuentra en la Universidad José Antonio Páez; o Los mensajeros que construyó en el Instituto Universitario Tecnológico Juan Pablo Pérez Alfonzo.
Durante mucho tiempo el artista trabajó con óleo sus telas, pero cuando descubrió el acrílico las tonalidades de sus obras cambiaron. Sus máscaras se hicieron más intimistas y sus personajes más humanos.
"Son mezclas de colores. Por ejemplo, mis temas plásticos siempre han sido las máscaras y personajes con rasgos humanos. Lo que me ha gustado de trabajar con las máscaras es que siempre hay una sugerencia. Eso lo interpreta la persona que ve mi obra, porque en ella se topan con demasiadas lecturas. Las máscaras ponen a trabajar a la gente para tratar de identificarlas. Por eso se convierte en un tema interminable", asegura.
Al mirar esas máscaras saltan a la vista semejanzas entre las piezas y Pérez. Su mira seria, pero tranquila; su sonrisa tímida y sus rasgos fuertes son percibidos en el recorrido.
La novedad en esta exposición son las puertas que crea Pérez . "En mi obra ahora se hacen puertas y espacios", afirma mientras toca una de sus piezas. "Sí, son puertas que uno puede utilizar. Una puerta es algo muy subjetivo. Hay mundos tanto por delante como por detrás de ellas. Pero no sabes con qué te vas a encontrar al abrirla, qué vas a conseguir. Es un mundo subjetivo e imaginativo", remata.
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