Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.

Casa de la Estrella. Donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830.
Casa de la Estrella, ubicada entre Av Soublette y Calle Colombia, antiguo Camino Real donde nació la República libre y soberana de Venezuela en 1830, con el General José Antonio Páez como Presidente. Valencia: "ciudad ingrata que olvida lo bueno" para el Arzobispo Luis Eduardo Henríquez. Maldita, según la leyenda, por el Obispo mártir Salvador Montes de Oca y muchos sacerdotes asesinados por la espalda o por la chismografía cobarde, que es muy frecuente y característica en su sociedad.Para Boris Izaguirre "ciudad de nostalgia pueblerina". Jesús Soto la consideró una ciudad propicia a seguir "las modas del momento" y para Monseñor Gregorio Adam: "Si a Caracas le debemos la Independencia, a Valencia le debemos la República en 1830".A partir de los años 1950 es la "Ciudad Industrial de Venezuela", realidad que la convierte en un batiburrillo de razas y miserias de todos los países que ven en ella El Dorado tan buscado, imprimiéndole una sensación de "ciudad de paso para hacer dinero e irse", dejándola sin verdadero arraigo e identidad, salvo la que conserva la más rancia y famosa "valencianidad", que en los valencianos de antes, que yo conocí, era un encanto acogedor propio de atentos amigos...don del que carecen los recién llegados que quieren poseerlo y logran sólo una mala caricatura de la original. Para mi es la capital energética de Venezuela.

sábado, 10 de septiembre de 2011


SÁBADO 14 DE JULIO DE 2007

Silvia Degwitz: Vivo para recordar quien soy


Sylvia Degwitz es una mujer activa. Camina. Desarrolla ideas. Pinta. Se siente espíritu y le cuesta recordar que todo lo que más le gusta lo hace con su cuerpo. Desarrolla con él un ritual para hacer un cuadro, desnuda, donde dejará huellas de sí misma dentro del equilibrio de un mandala. Dirige sus pasos para recoger arena de lugares sagrados que se quedarán allí, en sus obras, cargando fuerza de expresión divina.


Dicen que los mandalas, término de origen sánscrito, son círculos que abren puertas arquetípicas pero esa tesis puede ir todavía más allá. Su elaboración es una especie de dictamen del alma que va tejiendo puentes permanentes hacia el infinito, logrando alcanzar una quietud sólo comparable con el sistema atmosférico del universo.

¿Cuándo te descubres artista?Desde pequeña me gustaba pintar. Cuando me gradúo en el bachillerato yo era siempre la que hacía todas las cosas artísticas en él, pintaba pancartas, carteleras y en el test de psicología que me hicieron para ver qué carrera debía tomar, la primera opción era estudiar arte. Pero en mi casa eso era visto como no hacer nada y empecé a estudiar un montón de cosas, pasé un montón de años perdidos hasta terminar como artista, haciendo lo que realmente me gustaba.


Fue hace diez años que me comencé a dedicar de verdad y de lleno a mi profesión como artista. En Valencia estudié en diferentes talleres y en Boston en una escuela de arte muy buena. Desde entonces no he parado.

¿Todavía no has trabajado la escultura?No, he hecho instalación y performance. Estoy haciendo en estos momentos con otra artista, Eva Rodríguez, grabados. Es una técnica que estoy utilizando para expresarme...

¿Qué está plasmando con artista con los grabados?Tengo una serie de corazones que en principio eran unos corazones amarrados y luego de trabajarlos con collage y otras técnicas, lograron su liberación. La transformación.

¿Tienen que ver con el desapego?Si, los nudos que haces y los que desanudas.

¿Por qué hay que trabajar el desapego?Mi pasión es el espíritu. Yo vivo para recordar quien soy. Aunque no pinte todo el tiempo, estoy tomando como conciencia. ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy aquí? ¿De qué se trata todo esto? Y, por supuesto, mi pintura es lo que refleja. Mi exposición "Punto Cero" es el centro. Fueron varios mandalas de los que ayudan a meditar. Era toda una oración al centro. En vez de buscar en lo externo, hallarlo en el interior. De allí es que parte todo... del centro...

Además los mandalas se construyen y se destruyen...Exactamente. El desapego en el caso de la pintura no es así, pero como lo hacen los tibetanos es en arena y después que se tardan mucho tiempo haciéndolos abren las puertas para que se los lleve el viento... El concepto del mandala es lo que me fascina... además que cuando los ves, si te sientas frente a uno de ellos, automáticamente te relajas. Está diseñado con huellas de mis brazos, de mis piernas, de mi cuerpo. Te lleva al centro tanto afuera como adentro de ti.

¿Quién te recuerdas que eres?Dios... Eso es lo que somos todos. Un solo Dios.
Justo ahora estoy trabajando en una exposición que no sé cómo titularé, "Uno" o "Ahora", pero es básicamente en ver lo que aparentemente está fraccionado como una sola cosa. Más allá de las imágenes está la unidad y es algo que está costando, todas las divisiones, las separaciones, la distancia y las fronteras. No dejarse engañar por las formas y sentir la unidad...

Es un asunto complicado...Es a nivel de conciencia. No es externo.

¿Sientes satisfacción por alguna de tus obras en especial?El hecho de trabajar con mi cuerpo me fascina. Es como un ritual. Lo que se ve de la obra es lo último pero el hacerlo es cuando estoy en presente total. Es yo con yo. Para poder pintar estoy desnuda y completamente sola y de paso pinto con pigmentos naturales, utilizo arena de lugares que he visitado, como la Gran Sabana, arenas amarillas, moradas, de muchos tonos, rojizos. Siempre mis obras tienen un elemento de la naturaleza. Piedras, cuarzos...

¿Por qué es tan importante conexión con la naturaleza?Porque eso me conecta con lo que soy. Me fascina viajar, hacer montañismo...

¿Qué descubriste en la Patagonia?Me encantó el eslogan que hay en la Patagonia, cuando llegas al extremo sur de Argentina, que dice "Fin del mundo, comienzo de la vida". Me pareció con una profundidad grandísima. Tu dejas de ver el planeta y enfocarte en el mundo, tal como uno lo ve, con estos ojos, es como se siente la vida.

¿Por qué escogiste ese lugar en particular?Se fueron presentando las cosas de una forma tan natural que viajé con varios amigos que hacen montañismo y la nota era caminar y disfrutar el glaciar Perito Moreno. Vivir esa experiencia en un terreno virgen donde no hay nada.

¿Dibujaste la experiencia?No dibujo lo que veo sino lo que siento. Me traje arena de la Patagonia...

¿Es parecida la conexión entre la Gran Sabana y la Patagonia?A la naturaleza yo la siento como más abstracta. Siento que esa unión con el agua, con la tierra y todos los elementos me conecta. De hecho, yo me siento más espíritu que cuerpo. Se me olvida que soy un cuerpo...

¿Cuando estás trabajando entras en una especie de trance parecido al de los monjes cuando meditan?
Yo siento un gozo muy grande.

¿Por qué en tu obra se siente el valor hacia la esencia de lo femenino?Cuando comencé a pintar me fui a Boston con mis dos hijas, de 4 y 7 años, pues me acababa de divorciar. Eramos tres mujeres. De hecho, hay obras en que estoy con ellas. Allí empecé a sentir el poder de la mujer. Cuando estuve sola me sentí más fuerte que nunca. Ese poder lo tenía yo y no me había dado cuenta que lo tenía. Tengo una obra que me encanta, es una mujer sosteniendo al mundo. Siento que el despertar de la tierra depende justamente de que las dos fuerzas se liberen, la masculina y la femenina.

¿Por qué los caballos?Comenzó porque tenía unos amigos que inauguraron un restorán que no existe y me pidieron cuadros para decorar. Pero la verdad es que a mí la imagen del caballo salvaje y libre me conectó... Mis caballos son con movimiento y brío. Me enlazaban con la fuerza que todos tenemos. Con ese coraje.

¿La gente te ha forzado a cometer el pecado de repetirte?Sí. Y de hecho he tenido muchos momentos de bloqueo. De negarme a pintar. Que me encarguen lo que encarguen. Ni que esté en cero la cuenta. Lo que a mí me encanta hacer es lo abstracto. Lo amorfo. Es por lo que yo siento cuando lo hago.

Si se te dice en estos momentos: Venezuela... ¿qué imagen se te viene a la mente?Un solo corazón. De verdad. Mi trabajo es enfocarme en la verdad, más que en la forma. Y la única verdad es el amor. Todo lo contrario a eso es una negación a la verdad. Mientras nos enfoquemos en lo que no es, eso se hace más fuerte.

Estudios Realizados: (1996-98) School of the Museum Fine Arts. Boston, MA, USA. Massachusetts College of Art. Boston, MA, USA. Manufactura de libro y papel con Deborah Davidson. Boston, MA,USA.
(1994) Asociación Venezolana de Artistas Plásticos. Valencia.
(1993) Ateneo de Valencia. Casa de los Talleres. Valencia.
Exposiciones Individuales:
(2003) Galería Universitaria Braulio Salazar. "Ser".
(2001) Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Punto Cero".
(2000) Exposiciones permanentes en Hoteles Guaparo Inn y Guaparo Suite. Valencia.
(1999) Ocre Arte Galería. Caracas.
Exposiciones Colectivas: (2007) Ateneo de Valencia. "Amarres y Destellos". Valencia. Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Obras de una Colección".
(2006) Gabinete del Dibujo y de La Estampa de Valencia. "Actualidad Gráfica en Carabobo". Valencia.
Centro Cultural Eladio Alemán Sucre. "Un puesto en el arte para el Alzheimer"
(2005)"Segunda megaexposición en homenaje a Jesús Soto". Caracas/Valencia.
(2006) Galería Art Hoy. Valencia.
(2004) Mystic Arts Center. "Latin Views 2004". Connecticut, USA. Grupo Li. "Encuentro de jóvenes artistas y grandes maestros".
(1999) Artífices Galería. Caracas. Mihalis Gallery. "Latin American Art Collection". Boca Ratón, Florida, USA. Massachusetts College of Art. Boston, MA, USA.
(1998) Massachusetts Dept. of Environmental Protection. "Artistic Horizons". Boston, MA, USA.
(1994) Ateneo de Bejuma. "V Salón de Artes Plásticas". Carabobo.
(1993) Ateneo de Valencia. "V Exposición de los Talleres Libres de Arte".
Performance: (2005) Museo Alejandro Otero. Acciones en el MAO. "Punto y Seguido...".
(2007) Ateneo de Valencia. "Nudos y Desnudo". Valencia.
Colecciones Públicas:
(2002) Mural de mosaico, "Atlante". Universidad de Carabobo(Notitarde,14/07/2007, Confabulario).-

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