LA MENTIRA
LA MENTIRA
“La verdad os hará libres”
Juan 8:32
Juan 8:32
Mentir: "Es decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa, fingiendo, mudando o disfrazando una cosa, haciendo que por señas exteriores parezca otra."
Tal es la definición que en lengua española se da al mentir. Pero la mentira constituye un acendrado hábito social, una aceptada herramienta de uso en la interacción con nuestros semejantes y entre los diferentes grupos humanos. Estudios dicen que l@s niñ@s aprenden a mentir, en forma normal aproximadamente entre los dos y medio y tres años de edad, como un mecanismo de manipulación y control sobre la realidad exterior y con el fin primario de la sobrevivencia. Instintivamente mentimos para mejorar nuestras oportunidades de sobrevivir, por tanto el motor básico que nos impulsa a mentir es el temor. El miedo a la reacción de nuestro entorno, a la realidad que tratamos de ocultar, miedo a la creencia en nuestra incapacidad de confrontar las consecuencias de la verdad.
Decimos así también que mentiroso es el que miente o tiene costumbre de mentir y aunque a nadie le agrade considerarse a sí mismo mentiroso, estamos acostumbrados a considerar que todos mienten en mayor o menor medida, tanto así que clasificamos las mentiras:
La mentira oficiosa: la que se dice con el fin de servir o agradar a otros.
La mentira inocente: la que se dice sin intención de perjudicar a nadie.
La mentira jocosa: la que se dice por broma. Todo esto es un solapado intento de atenuar algún hecho moral, tratando de no enfrentar que estamos mintiendo, por tanto somos mentirosos.
NO DEJAMOS DE MENTIR
La mentira como comportamiento compulsivo, no es un desorden que afecte solamente a ciertos individuos con desequilibrios o padecimientos psicológicos, es esencialmente un condicionamiento social generalizado, una patología socialmente aceptada, en la que la primera víctima somos nosotros mismos, al no querer afrontar hechos de la realidad que vivimos.
Haga este experimento: Con honestidad procure no mentir a nadie, en especial a usted mismo, en ninguna ocasión, ni la más mínima ni "blanca" mentirilla, durante una semana, y verá cuan acostumbrado se encuentra a esta herramienta social, y cuan difícil es prescindir de ella. Existe una verdadera dependencia y una “cultura de la mentira”.
¿Cómo corregimos esta conducta?
A través de la minuciosa auto-observación. He aquí que a veces las mejores medicinas son las más difíciles de tragar: viva y diga con humildad la verdad tal cual la entienda, la crea o la piense, ya se dijo antes y en formas más elocuentes.
- No debes dar falso testimonio… Éxodo 20:16
- NO MENTIR Principios de la ética Budista: Pilar de Perla
- La no violencia es mi Dios, y la verdad es mi Dios.
Hasta ahora hemos hablado de las mentiras como una conducta compulsiva social que pareciera no acarrear muchos problemas. Pero la realidad es que acarrea infinitas contrariedades y tormentosos laberintos. Generando esa ansiedad que uno a veces no es capaz de reconocer la razón. Simplemente hay una constante angustia, donde pareciera no haber una lógica, sin embargo ahí está, la lógica es que nuestra esencia grita desesperada tratándonos de avisar de las inconveniencias desastrosas del autoengaño.
No sólo mentimos hacia fuera; eso es solo la punta de iceberg, la verdadera tragedia es cuando estamos tapados totalmente en el lodo del autoengaño.
La psicología transpersonal nos habla de cómo esta conducta nos lleva a permanecer dormidos y mecánicos en el transitar de nuestras vidas, viviendo las ilusiones que nos venden y compramos. Soñamos que estamos despiertos viviendo en un “matrix” donde la posibilidad de afrontar la verdad se convierte en algo inalcanzable.
La buena noticia es que existen técnicas que nos van proporcionando estados de percepción que nos van diciendo dónde es que nos estamos atorando en una mentira.
Estas técnicas consisten en la autoobsevación. “El recuerdo de sí” como lo llama Ouspensky , es un excelente instrumento que podemos utilizar para despertar del sueño humano.
Si te interesa practicar este método pide informes ainfo@facetahumana.com
No sólo mentimos hacia fuera; eso es solo la punta de iceberg, la verdadera tragedia es cuando estamos tapados totalmente en el lodo del autoengaño.
La psicología transpersonal nos habla de cómo esta conducta nos lleva a permanecer dormidos y mecánicos en el transitar de nuestras vidas, viviendo las ilusiones que nos venden y compramos. Soñamos que estamos despiertos viviendo en un “matrix” donde la posibilidad de afrontar la verdad se convierte en algo inalcanzable.
La buena noticia es que existen técnicas que nos van proporcionando estados de percepción que nos van diciendo dónde es que nos estamos atorando en una mentira.
Estas técnicas consisten en la autoobsevación. “El recuerdo de sí” como lo llama Ouspensky , es un excelente instrumento que podemos utilizar para despertar del sueño humano.
Si te interesa practicar este método pide informes ainfo@facetahumana.com
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