Jesús Peñalver: La mano que mece teatros
GENTIUNO 7 de marzo de 2015
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![]() | “El humor no puede existir del lado de los poderosos, los carceleros o los ejecutores cotidianos de la estupidez”. Adriano González León |
Otra vez la barbarie contra el humor. En tiempos de “robolución boliburguesa”, de eslóganes o consignas mortuorios y de sumisa devoción al proyecto político del pretensioso líder a escala universal, prevalido de una chequera petrodolarizada que gusta a tantos chulos y gorrones, vale la pena observar algunas situaciones desde las perspectivas chavista y opositora.
En una puntada trasera y de sopetón, el gobierno moroso en el tema con la Carta Magna, ordenó la creación del Consejo de Estado y la primera orden es la separación o retiro de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Aunque hemos hablado ya sobre el tema, solo agregaremos que esa instancia internacional no conoció de asuntos durante este pésimo gobierno (durante sus primeros catorce años), que a este le interesaría que ello ocurriera, sencillamente porque ese mismo pésimo gobierno no los presentó ante aquella.

Solo en la cabeza caliente de mentes incendiarias y de ideas explosivas, cabe que el retiro de la CIDH conviene a Venezuela y a los venezolanos, así como que la exigencia de visas de ingresos a los norteamericanos pueda tener un efecto positivo para Venezuela. El delirio sigue chimbo y raso.
El gobierno, así como asegura la existencia de planes magnicidas, hoy alude a planes desestabilizadores; pero niega la cruda realidad que vivimos, donde la intolerancia se ha apoderado del país al igual que sus consecuencias. El hampa armada y desalmada sigue por sus fueros, dentro y fuera de las cárceles. Ni siquiera una ministra equiparada a una monja por el propio líder rojo rojito, ha podido resolver el drama carcelario.
Los recientes atentados y agresiones a medios; asesinatos de jóvenes estudiantes (suerte de ejecuciones sumarias); la inseguridad y sus rojas cifras, y para más INRI, resulta desafortunada y lamentable la declaratoria presidencial según la cual: “no habrá reconciliación posible”, o el consabido “no volverán”, en franca demostración de intransigencia y terquedad antidemocrática.

Si a algo temen los autócratas ensoberbecidos, es a la inteligencia de los humoristas traducida en la agudeza de una frase lapidaria, la acertada caricatura que los desnuda, o la parodia escénica que les deshace la parafernalia, reduciéndolos a objetos risibles.


Jesús Peñalver es abogado
Columnista de Opinión
penalver15@gmail.com / @jpenalver
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