Aceitando el Eje
Venezuela e Irán no pueden ser dos países más distintos culturalmente, con apenas unos pocos motivos obvios para aliarse. Pero a pesar de ello, sus gobiernos -liderados por los presidentes Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad – están forjando una alianza política, financiera, militar y quizás nuclear cada vez más estrecha, que pretende cambiar el equilibrio del poder mundial. Esto quedó más que comprobado con la visita de Chávez a Irán, en julio, el tercero de sus viajes hacia ese destino en dos años. Las razones de esta “alianza estratégica”, tan inusual como parece, son múltiples.
El corazón de la alianza
El elemento fundamental que une a estos dos países es el petróleo. Venezuela e Irán son el quinto y el segundo entre los miembros más grandes de la OPEP, sumando entre ambos un 20% de la producción total de la organización. Fue en 2000, cuando Chávez hospedó una cumbre de Jefes de Estado OPEP en Caracas que el eje Teherán-Caracas comenzó a desarrollarse.
El presidente iraní en aquel momento, Mohammed Khatami, fue un entusiasta participante de la OPEP en la reunión de Caracas. Tras la cumbre, ambas naciones se convirtieron en los más fogosos “halcones” de los precios dentro de la OPEP, haciendo un lobby para recortar profundamente la producción y forzar el alza en los precios, incrementando las ganancias por exportación de sus países.
Esta alianza Irán-Venezuela en el marco de la OPEP ha causado roces con Arabia Saudita, el mayor exportador de crudo del mundo y un aliado nominal de los EEUU que favorece precios más modestos buscando una producción mayor. Sin embargo, la meta venezolana e iraní de aumentar los precios se ha cumplido gracias a un buen número de factores, incluyendo la carencia de capacidad refinadora, las tensiones geopolíticas en el Medio Oriente, un alza en la demanda y las condiciones climáticas, colaborando en el aumento del precio del barril de petróleo, de unos 28 dólares por barril en 2000 hasta un promedio de 65 dólares por barril en 2006.
Caracas y Teherán han encontrado una causa común en el favorecimiento de los altos precios para conseguir fines políticos: una forma de arrebatarle el poder a los países consumidores de crudo, especialmente los EEUU – que sigue siendo el mayor consumidor del mundo.
Según Alberto Garrido, un analista político venezolano que ha seguido el ascenso histórico de Chávez, el Presidente “se ve a sí mismo y a Ahmadinejad como hermanos que definen una alianza estratégica anti-EEUU, como parte de un proyecto global ambicioso y bien estructurado”.
Chávez afirmó en Enero que la posición de los EEUU hacia Caracas y Teherán tiene la misma raíz: “La agresión contra Venezuela y las amenazas contra Irán tienen el mismo objetivo imperialista: dominar nuestras reservas de petróleo“.
Pero aún así, la Venezuela bajo el mando de Chávez – un populista radical – ha procurado contrarrestar la tradicional hegemonía de los EEUU sobre Latinoamérica, exactamente usando sus reservas de petróleo para expandir la influencia diplomática en la región, ofreciendo petróleo a precios subsidiados, préstamos con intereses reducidos y dinero en efectivo. Chávez ha sido relativamente exitoso en países como Bolivia, Ecuador, Nicaragua y en algunos países del Caribe, especialmente en Cuba, el aliado más cercano a Chávez en América Latina.
Además, Caracas ha afianzado alianzas tácticas con gobiernos de centro en países como Argentina, Brasil y Chile. Principalmente, esta estrategia ha servido para lograr un virtual colapso en las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington, con la administración del Presidente George W Bush acusando a Chávez de socavar la democracia en la región.
Cooperación nuclear
Mientras, la relación de los EEUU con Irán gira alrededor del programa atómico iraní, al que Washington se opone ferozmente. La Agencia Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas (IAEA) cree que Irán está progresando en su proyecto de enriquecer uranio, aunque no tienen certeza acerca de la velocidad de los avances iraníes.
A pesar de dos resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Irán, Teherán ha incumplido una serie de fechas límite para suspender el enriquecimiento, aumentando las tensiones con los EEUU. A fines de mayo, Bush solicitó una nueva ronda de sanciones internacionales contra Irán para disuadirle de continuar su proyecto nuclear.
Chávez ha apoyado firmemente a Teherán en el tema nuclear en contra de la oposición de EEUU y la Unión Europea. En septiembre de 2005, cuando la IAEA adoptó una resolución acusando a Irán de transgredir las medidas internacionales de seguridad nuclear, Venezuela fue el único país que votó en contra, una postura que Ahmadinejad alabó como “valiente y juiciosa”.
Este apoyo ha llevado a especular sobre las ambiciones nucleares de Chávez para Venezuela. En respuesta al apoyo diplomático recibido desde Caracas, Teherán ha afirmado estar dispuesta a ayudar a Venezuela a desarrollar tecnología nuclear.
Durante una visita a Caracas en febrero de 2006, Gholamali Haddadadel, portavoz del parlamento iraní, se refirió a la asistencia técnica para Venezuela: “Aunque no hemos conversado hasta ahora con las autoridades venezolanas, estaríamos dispuestos a estudiar esa posibilidad“.
Salió a relucir en la prensa argentina en octubre de 2005 que Venezuela había solicitado a Argentina, que ha desarrollado capacidades nucleares para generar energía, la venta de un reactor mediano. Caracas reconoció la solicitud, pero insistió en que sus ambiciones nucleares tenían fines pacíficos.
Oficialmente, Venezuela aún no ha adquirido un reactor nuclear, y los expertos en la materia están escépticos respecto a la capacidad del gobierno de Chávez de embarcarse siquiera en el más básico de los programas nucleares, mucho menos enriquecer uranio.
Claudio Mendoza, científico y hasta hace poco jefe del departamento de Física del Instituto Venezolano de Investigación Científica, un laboratorio gubernamental, dice que el apoyo de Chávez a las ambiciones nucleares iraníes ha socavado las oportunidades de su gobierno de conseguir cooperación internacional, excepto la de Irán. Mendoza dice: “por respaldar a Irán, Venezuela se puso de malas con todas las organizaciones científicas y nucleares del mundo“.
Claudio Mendoza, científico y hasta hace poco jefe del departamento de Física del Instituto Venezolano de Investigación Científica, un laboratorio gubernamental, dice que el apoyo de Chávez a las ambiciones nucleares iraníes ha socavado las oportunidades de su gobierno de conseguir cooperación internacional, excepto la de Irán. Mendoza dice: “por respaldar a Irán, Venezuela se puso de malas con todas las organizaciones científicas y nucleares del mundo“.
Mendoza también afirma que dentro de la comunidad científica, se ha rumorado que Venezuela sí adquirió un reactor argentino, pero lo habría vendido a Irán, aunque la capacidad de Venezuela de transferir un reactor completo clandestinamente permanece seriamente en duda. Además, se ha reportado en Venezuela – citando un supuesto reporte de inteligencia israelí que se habría filtrado – que ingenieros iraníes habrían estado haciendo pruebas o extracción de uranio en una remota región del estado Bolívar.
Caracas firmó un acuerdo con Teherán en septiembre de 2006 que permite a Irán realizar exploraciones geológicas en Venezuela. Venezuela cuenta con grandes depósitos de uranio dentro del Escudo Guayanés, una formación geológica subterránea.
Chávez ha negado estas afirmaciones sobre la cooperación nuclear con Irán, argumentando que son parte de una campaña estadounidense para manchar a su gobierno. “Ahora dicen que envío uranio directamente desde aquí, la amazonia venezolana, al Golfo Pérsico para hacer bombas atómicas“, dijo Chávez en un discurso público en marzo de 2006. “No tienen límites en su capacidad de inventar mentiras“.
Probablemente, Irán no necesita irse hasta Venezuela para hallar fuentes de Uranio, dado que ya está extrayendolo de sus minas en Saghand, en la provincia iraní de Yazd, y transformándolo en octóxido de triuranio, mejor conocido como “yellowcake”. También se ha informado acerca de supuestas entregas de uranio a Irán desde China y Rusia.
Un oficial del Departamento de Estado de EEUU dice a Jane’s que estaba al tanto de lasespeculaciones acerca de la explotación de uranio en Venezuela, pero que no se ha podido encontrar evidencia de ello. Sin embargo, otros expertos familiarizados con Irán afirman que la idea no es “imposible”.
“Irán está buscando fuentes en cualquier lugar del mundo, y no les preocupa el costo del uranio en estado natural“, dice Afshin Molavi, un experto iraní y miembro de la Fundación New America en Washington. “Tiene más que ver con obtenerlo sin que nadie lo note, así que Venezuela es uno de esos lugares ‘fuera del camino’ a los que Irán podría acudir”.
Hermanos de armas
La cooperación tecnológica nuclear entre Venezuela e Irán, para fines militares o pacíficos, ha sido objeto de especulaciones, pero en el área de armamento convencional hay ejemplo concretos y oficialmente declarados de colaboración.
Chávez dijo en septiembre 2006 que funcionarios iraníes estaban asesorando a su gobierno en el establecimiento de una planta de explosivos y propelentes. Más recientemente, en enero de 2007, el Ministro de Defensa de Venezuela General Raúl Baduel, afirmó que Caracas comenzaría un programa conjunto con Teherán para desarrollar aviones no tripulados, probablemente para patrullar su frontera con Colombia.
Baduel dijo también que Venezuela solicitaría a Irán que repotenciara su flota de cazas F-5, fabricados en los EEUU, que Caracas no ha podido refaccionar desde que Washington prohibiera las ventas de armamento hacia Venezuela en 2006.
Chávez indicó en mayo de 2006 que pretende hacer lo mismo con los cazas F-16 que posee Venezuela. En el mismo mes, el General retirado Alberto Muller Rojas – consejero de seguridad cercano a Chávez – aseguró que Caracas estaba considerando vender los F-16 a Irán. Un funcionario estadounidense ha afirmado que Caracas requeriría el permiso de los EEUU para transferir hardware militar hecho en los EEUU a un tercer país, sugiriendo que tales planes complicarían aún más las relaciones con Washington.
Los planes de refacción de los F-5 y F-16 tendrían implicaciones en el balance militar de Venezuela con su vecina Colombia, un aliado clave de los EEUU en la región. Los EEUU ya han asegurado que el programa de adquisición de armamento convencional de Venezuela ( que ha adquirido en Rusia 24 cazas Sukhoi Su-30, al menos 30 helicópteros militares y 100.000 fusiles AK103) desestabiliza a América Latina.
En un signo más profundo de la alianza militar de Chávez con Irán, el presidente de Venezuela ha prometido desplegar tropas venezolanas en apoyo al gobierno iraní en caso de que los EEUU “cometieran el grave error” de invadir a Irán. La probabilidad de tal evento parece escasa, pero la retórica refleja la alianza bilateral.
El factor Israel
Mientras que los nexos de Venezuela con Irán se basan en una relación entre dos Estados, Chávez ha expresado su apoyo político a los actores no-estatales antiamericanos y anti-israelíes en el Medio Oriente, en particular aquellos que disfrutan del apoyo iraní.
Garrido dice que los nexos entre la izquierda venezolana y el mundo musulmán son anteriores al ascenso de Chávez al poder. Miembros de la guerrilla marxista venezolana de los 60′s habrían mantenido contactos con Libia, Irak y el movimiento pro-Palestino, y también defendían la idea de usar el petróleo como un arma estratégica contra los EEUU y otras potencias occidentales.
Más recientemente, en 1994, Chávez tomó como asesor a un sociólogo argentino llamado Norberto Ceresole, que se decía mantenía lazos cercanos con Irán, en particular, con Hezbollah, antes de fallecer en 2003. Aunque no existe prueba documental,Garrido afirma haber conversado con éste asuntos relativos a Irán o Hezbollah, antes de la muerte de Ceresole. Sin embargo, eventos más recientes relacionando los cálidos nexos de Chávez con Irán han despertado la preocupación en Israel. En agosto de 2006, Chávez criticó la ofensiva militar de Israel contra Hezbollah en Líbano, calificándola como una agresión injustificada y que ascendía a un “nuevo holocausto”.
Chávez también retiró al jefe de la misión diplomática venezolana en Tel Aviv. La decisión fue popular en el Líbano, donde los partidarios de Hezbollah en Beirut pusieron docenas de afiches de Chávez junto a los del líder de Hezbollah, Sheikh hassan Nasrallah.
Semanas después, en septiembre 2006, una horda de partidarios pro-Chávez gritando la consigna “muerte a los judíos” hicieron una ronda de disparos hacia un edificio que confundieron con una sinagoga. El edificio atacado era la mezquita Sheikh Ibrahim Bin Abdulaziz al-Ibrahim, cuyo conserje Omar Medina fue accidentalmente asesinado.
Mientras, preocupa a los EEUU que la alianza de Venezuela con Irán represente una ruta de entrada potencial de radicales islámicos hacia los EEUU. Un reporte compilado por el comité de seguridad nacional de la Cámara de Representantes afirmó que “algunos funcionarios militares de EEUU creen que Venezuela emerge como potencial punto de conexión del terrorismo en el hemisferio occidental, proporcionando asistencia a radicales islámicos del Medio Oriente“. Luego, continúa: “Oficiales de EEUU consideran que Venezuela está emitiendo documentos de identidad a las personas que no deberían, y que algunos de estos documentos podrían ser usados para obtener pasaportes venezolanos“.
Futuras relaciones
Molavi, de la Fundación New America, asegura que las cordiales relaciones de Irán con Venezuela se deben tanto a un esfuerzo estratégico de conseguir aliados en su enfrentamiento con EEUU por el programa nuclear, como a un asunto de relaciones personales.
“Irán y Venezuela no son aliados naturales, pero Ahmadinejad gusta de posar como un gran revolucionario anti-Americano, así que busca acercarse personas de esa tendencia. Hugo Chávez es su tipo de persona“.
Como resultado, Washington está prestando atención a los cada vez más profundos lazos políticos y militares entre Venezuela e Irán, y hay señales de que funcionarios de EEUU están preocupados por esta alianza. Un oficial del DoS die Jane’s: “Estamos comenzando a estudiar si Venezuela está en violación de las sanciones de la ONU hacia Irán“.
Los nexos crecientes entre Caracas y Teherán llaman la atención por los riegos de alto perfil que acompañarían una cooperación nuclear, aunque sea objeto de especulación. El 23 de junio, Chávez insistió públicamente en que Venezuela “no necesita una bomba atómica, porque ya tenemos una: el pueblo venezolano”. A pesar de ello, la relación podrá atraer mayor interés estratégico en Washington, especialmente porque Chávez pretende ampliar el eje Venezuela-Irán para incluir a Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba.
Desde el punto de vista de Washington, esta es una muy mal recibida pérdida de su influencia en América Latina. El Congresista demócrata Tom Lantos, jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, afirmó que mientras los EEUU enfocan su atención en otros lugares en años recientes, ha ignorado los desenvolvimientos políticos latinoamericanos. Lantos advierte: “La renuncia de esta administración a la política latinoamericana creó un vacío de poder en el hemisferio occidental, y en este vacío regional de poder se montó Hugo Chávez de Venezuela“.
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