Una vida para educar y servir
Subdelia considera una recompensa de Dios su matrimonio con el profesor Carlos Sevilla Flores. (Foto Andrews Abreu)
Alfredo Fermín
Nació y se crió en San Blas pero, en el resto de Valencia, Subdelia Páez de Sevilla es una de las personas más conocidas y estimadas por haber dedicado su vida a la educación y a servir, generosamente, con iniciativas por el bienestar de esta ciudad.
Podría haberse retirado a disfrutar de su jubilación, después de tantos años de servicio en colegios públicos y privados, de los cuales fundó varios con entusiasmo y dedicación, como la unidad educativa Carabobo, que dirigió durante 22 años hasta que logró dotarlo de su actual sede en la urbanización Los Mangos, cerca del centro comercial Garibaldi. Hoy, continúa en la promoción cultural y de la fe católica y en su misión de preservar los valores humanos y materiales a través de la Sociedad Amigos de Valencia, que preside desde 1989.
Subdelia Páez de Sevilla nació en una Valencia inolvidable, de paz y tranquilidad, en la que con sus compañeras se trasladaba desde San Blas hasta el colegio de Lourdes, donde estudió la escuela primaria y se graduó de maestra normalista.
Las monjas de San José de Tarbes se encargaron de que residiera interna en el colegio de la congregación, en El Paraíso de Caracas para estudiar en el cercano Instituto Pedagógico del cual egresó especializada en Historia y Geografía de Venezuela, en 1963.
En el ejercicio de su profesión ocupó cargos de responsabilidad en la Escuela Técnica Industrial de Santa Rosa, en el liceo Martín J. Sanabria, Colegio La Salle, Colegio Santa Cruz y en otras instituciones, donde tuvo entre sus alumnos a profesionales de las más distintas disciplinas: sacerdotes, médicos, abogados, militares, artistas, comerciantes, que la recuerdan como una profesora y directora, estricta pero buena. “Con mi fe y mis principios he logrado ser muy feliz en la vida. Eso lo debo a mis padres Tobías Páez Alvarado y Cristina Mejías de Páez, quienes conformaron un hermoso hogar con diez hijos, seis varones y cuatro hembras. El mayor de ellos, Tobías Páez Mejías, fue una de las primeras víctimas de los atracos. Lo mataron, en un 5 y 6 que regentaba con su suegro. Esa fue una pérdida muy dolorosa”.
Subdelia considera una recompensa de Dios su matrimonio con el profesor Carlos Sevilla Flores, padre de sus hijos Carlos Antonio y Subdelia (Beba), ambos ingenieros con estudios de postgrado.
No obstante la felicidad familiar, la educadora lamenta, con profunda tristeza, que Valencia esté convertida en una de las ciudades más peligrosas del país. “No hay respeto a la vida, se ha impuesto la cultura de la muerte y no hay piedad ante los llantos de las madres que pierden a sus hijos, diezmando a nuestra juventud y al futuro del país”.
Hay que hacer algo, vivimos en un estado de sitio. La gente se recoge en sus casas desde temprano. En el día todos andamos con miedo porque la delincuencia está en todas partes. Esto no es una situación política, ni un conflicto de partidos, es una obligación que tiene el Estado de proteger a sus ciudadanos.
Subdelia Páez de Sevilla alerta que la única fórmula efectiva para combatir esta espantosa situación es la educación, impartida con rigurosidad y métodos efectivos que no sean para ideologizar a los niños.
Sociedad Amigos de Valencia pide seguridad
La Sociedad Amigos de Valencia arribó a sus 65 años pidiendo a las autoridades de la alcaldía que sea reforzada la seguridad.
Al culminar la misa de acción de gracias en la Catedral de Valencia, Subdelia Páez de Sevilla, presidenta de la institución, advirtió que la inseguridad inunda de tristeza a los valencianos.
Este fue un día para recordar a quienes han destacado por su labor y que han dejado una huella en Valencia. “La institución debe irse nutriendo de jóvenes y nuevas mentes llenas de amor por la ciudad, a la cual se necesita amar para que vaya progresando cada día”.
Durante la misa, monseñor Reinaldo Del Prette recordó que la asociación ha mantenido como uno de sus puntos de honor la defensa del patrimonio. “Son 65 años de trabajo, de resaltar la labor de personas, acontecimientos y obras. Es una especie de amalgama entre instituciones públicas y privadas, pese que la institucionalidad no se ve con buenos ojos porque están muy separadas. Del Prette espera que pronto vuelva la seguridad y estabilidad de las instituciones y que todas puedan convivir sanamente y unidas.
Al culminar la misa, miembros de la asociación se concentraron en la plaza Bolívar, donde entonaron el himno nacional.
460 años de Valencia
Ante la celebración del 460 aniversario de la ciudad, la sociedad se unirá a la Alcaldía de Valencia y realizará un acto en la Fundación Cipriano Jiménez Macías el 11 de abril. La alcaldía desplegará actividades culturale en plazas de la ciudad. (BO)
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