Alfredo Fermín || Hoy y después en Valencia
Se han cumplido 79 años de la fundación del Ateneo de Valencia, una de las instituciones más emblemáticas de la cultura nacional a la que se le irrespetó con una invasión auspiciada por el gobierno regional que, no conforme con el abuso, regaló su sede y todo su patrimonio a una dependencia del Gobierno nacional.
Eso fue en 2007 y, desgraciadamente, la ciudad, sus instituciones y personalidades no fueron lo suficientemente diligentes para que ese atropello no se cometiera. El Ateneo de Valencia, una asociación civil sin fines de lucro, tuvo tanto prestigio que en 1955, cuando Valencia cumplió 400 años de fundada, presentó la más espléndida exposición de arte contemporáneo, realizada en el país, con la participación de genios de la pintura encabezados por Pablo Picasso.
El Ateneo de Valencia creó en 1943 el Salón de Arte Arturo Michelena, en el que fue premiada la mayoría de los pintores, escultores y dibujantes del país de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. En ese largo período fue conformada una colección extraordinaria de obras de arte y se mantuvieron las bienales de Literatura José Rafael Pocaterra y Enrique Bernardo Núñez, en las que fueron distinguidas personalidades de la novela, la poesía y el ensayo.
Con la invasión del Ateneo todos perdimos. La aberración llegó al extremo de cambiarle su nombre por el de Museo de Valencia, el cual en los medios culturales se desconoce quién lo dirige. El año pasado, la Galería de Arte Nacional presentó una exposición extraordinaria con obras de Armando Reverón y de otros artistas consagrados y los que la disfrutaron fueron pocos por la falta de promoción y porque la gente de Valencia ha jurado que no pisará sus puertas hasta que no vuelva el espíritu de libertad que lo caracterizó desde 1936 cuando fue fundado.
Después de ocho años de su despojo, el Ateneo de Valencia se ha mantenido vigente, con una junta directiva presidida por Elis Mercado que ha logrado continuar presentando en espacios alternos la histórica Bienal Salón Arturo Michelena, porque está demostrado que se trata de un patrimonio del alma y la cultura latinoamericanas.
Observando lo adelantados que están los trabajos de restauración de la Catedral de Valencia ordenados por el expresidente Hugo Chávez y custodiados por el gobernador Francisco Ameliach, hemos pensado que, así como se logró esta obra de la cual oficialistas y opositores se sienten satisfechos, se podría lograr unir a la gente de la cultura para que el Ateneo de Valencia sea devuelto a la ciudad como el mejor regalo que se le podría hacer en su aniversario, el próximo 25 de marzo.
El gobernador Ameliach podría nombrar una comisión, con representantes suyos y personas independientes, para evaluar en qué situación se encuentran el Ateneo, su colección de arte y el resto de su patrimonio para luego conformar, democráticamente, una junta directiva que le devuelva su carácter de casa de cultura, de libertad del pensamiento y no de un centro de estériles polémicas de la política. No estamos pidiendo mucho.
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